Entrevista en DEIA Ajeno a las múltiples especulaciones sobre el devenir del proceso, Joseba Azkarraga hace un llamamiento a la responsabilidad a los dos principales interlocutores -el mundo de la izquierda abertzale y el Gobierno- para hacer gestos que permitan avanzar. Dice que, ante todo, cree en la capacidad de la sociedad vasca para hacer que la situación no se tuerza hacia el pasado.

«Estamos en los inicios de un real proceso de paz»

«Al Gobierno no se le está pidiendo que incumpla las leyes, sino lo contrario»

«Batasuna tiene que poder estar en las elecciones con sus siglas y sus líderes»

TODA UNA VIDA dedicada a la política permite analizar las situaciones coyunturales con perspectiva, sin dejarse llevar por la agitación de cada momento. La dilatada trayectoria del consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (Agurain, 1950), añade ese plus a sus valoraciones sobre los vaivenes que amenazan con hacer descarrillar al proceso de paz.

¿La situación es tan grave como aparenta o se está llevando la escenificación al límite?

Yo creo que ni lo uno ni lo otro. Resultaría muy frívolo que alguien utilizara la escenificación con estas cosas. Diría más bien que estamos en la situación que ya se preveía cuando se anunció el alto el fuego por parte de ETA y el Gobierno dijo estar dispuesto a iniciar las conversaciones. Pensar que un proceso de este tipo, en el que está implicada una organización que lleva tantos años funcionando, va a ser lineal no tiene sentido. Quien crea eso no entiende nada.

¿Cuáles son las claves que explican la situación actual?

Resulta fundamental la presión que está ejerciendo el PP sobre el Gobierno, que hace que el PSOE no dé pasos visibles. Asimismo, difícilmente se puede hablar de proceso de paz por parte del mundo de ETA, del de Batasuna, cuando, por ejemplo, callan ante la kale borroka. Estos elementos hacen difícil que podamos hablar de un proceso de paz en sentido estricto.

Entonces, ¿en qué fase nos encontramos?

Estamos en los inicios de un real proceso de paz. Para que éste sea de verdad tiene que haber una postura clara de Batasuna ante la kale borroka y, además, el Gobierno debe sacudirse la presión del PP y asumir con audacia lo que conlleva un proceso de estas características, sin estar todo el día mirando las encuestas. Entre otras cosas, tiene que hacer gestos en política penitenciaria y excarcelar a presos enfermos o que hayan cumplido tres cuartas partes de su condena. No se le está pidiendo un incumplimiento de las leyes, sino justo lo contrario. Yo estoy esperanzado.

¿En qué elementos reales basa esa esperanza?

Aunque parezca contradictorio con decir que estoy esperanzado, los interlocutores principales del proceso me merecen poca credibilidad. Yo no creo ni en Batasuna ni en el Gobierno y el Partido Socialista. Sin embargo, la sociedad vasca sí me merece una gran credibilidad. Ha interiorizado de tal manera el proceso que va a hacer muy difícil que cualquiera de los dos interlocutores intente frenar el proceso o dar marcha atrás.

Por lo tanto, no prevé una ruptura inmediata…

No. Se me hace muy difícil que eso se produzca cuando llevamos casi cuatro años sin atentados mortales gracias a una tregua tácita.

¿La izquierda abertzale ha asumido en plenitud lo que supone este proceso?

No, creo que no. Una parte importantes sí lo ha asumido, pero hay sectores que no lo han hecho. Por ejemplo, resulta cínico desde un punto de vista político decir que la kale borroka no es un proceso violento. Una parte de la sociedad sigue creyendo que se puede defender la kale borroka como un instrumento de reivindicación política, y ETA sigue queriendo tutelar el proceso. Eso es muy grave.

¿Hace falta pedagogía democrática en ese mundo?

Cuando alguien echa al monte a la gente, resulta muy complicado hacerles bajar después sin demostrar que se ha logrado algo con esa actitud. Son ellos los que deben hacer la labor pedagógica en ese sentido y a nosotros nos toca ayudarles. Cuesta volver a la realidad de nuestro país desde posiciones maximalistas.

¿Hacia dónde habría que mirar para exigir responsabilidades en caso de que el proceso acabe mal?

Al margen de quién tiene más o menos responsabilidad, no sería justo afirmar que toda ella está en ETA porque se ha querido inmiscuir en el proceso. También hay una parte de responsabilidad en el otro lado. Cuando dos intentan negociar y no se avanza, toda la culpa no es de uno, al margen de falsas equidistancias. Existe una cuota de responsabilidad en el Gobierno socialista, que no ha hecho ningún movimiento.

¿El Gobierno se cree de verdad el proceso?

Creo que sí, pero la presión del PP le lleva a la inacción e incluso a vanagloriarse de esa inacción. Las elecciones y las encuestas están jugando un papel clave en este proceso y así es imposible adoptar medidas audaces. Si no se mueve seguro que no fracasa, pero se pudrirá el proceso.

Una vez incumplidos todos los plazos anunciados, ¿qué margen queda?

En enero tiene que haber algún paso en política penitenciaria y sobre la participación de Batasuna en los comicios municipales y forales. Lo peor en los procesos de paz son los silencios entendidos no como discreción sino como falta de diálogo.

¿Bajo qué fórmula debe presentarse Batasuna a las elecciones?

Sólo hay un camino: la derogación de la Ley de Partidos o de aquellos artículos que imposibiliten que Batasuna pueda presentarse con sus siglas y líderes conocidos. Cualquier otra vía no vale, porque deja en manos de un juez la posibilidad de anular las listas. El Gobierno debe mover ficha. Es la única opción.

No parece muy factible…

No veo otra solución. No tengo ningún dato de que las dos partes estén hablando, pero tampoco tengo ninguna duda de que lo están haciendo. Las dos partes tendrán que comprometerse en hacer algo más de lo que han hecho hasta ahora.

Visto lo visto, ¿es el proceso tan sólido como se dijo?

Creo que no. Habría que ver qué dicen los documentos previos al alto el fuego que parece que están en Ginebra, pero el proceso no tiene la solidez que se trasladó en un principio. Parece que Batasuna entendió que cuando hablaba con el Gobierno hablaba con el Estado, tal como ellos entienden el Estado -la suma de Gobierno, Justicia…-, y sus dirigentes se han encontrado con que, pese a que había un acuerdo con el Ejecutivo, están casi cada semana en la Audiencia Nacional declarando como inculpados en alguna causa.

—————————-

«A Iñaki De Juana se le ha aplicado la ley de forma vengativa»

La Justicia UNO DE LOS elementos de mayor controversia en el proceso está siendo el papel de la Judicatura para ayudar u obstaculizar su curso. Azkarraga pide a los jueces que tengan en cuenta el contexto social a la hora de adoptar sus resoluciones, pero reconoce que el poder legislativo debe asumir sus responsabilidades.

¿Qué conclusiones extrae de la labor de la Fiscalía a lo largo de este proceso de paz?

Pues que resulta, al menos, sorprendente. Por ejemplo, no se explica que después de que durante la primera huelga de hambre de Iñaki De Juana se consiguiera algún tipo de compromiso, la Fiscalía pidiera después doce años de cárcel por dos artículos. Todo esto genera desconfianza entre los interlocutores.

¿Cómo puede influir en los acontecimientos lo que ocurra con De Juana?

Puede influir, sin duda. Quiero creer que no se va a morir, pero la situación es delicada.

¿Es legal alimentarlo de manera forzosa?

Creo que no es correcto, aunque no quiero que se muera. Si vamos a la jurisprudencia del Constitucional y analizamos lo que ocurrió en el caso de los presos del GRAPO vemos que únicamente se puede dar alimentación de manera forzosa en situaciones de inconsciencia del recluso. De Juana es consciente de sus actos. Un desenlace trágico influiría en el proceso, sobre todo por tratarse de una persona a la que se ha aplicado la ley de manera vengativa. Difícilmente se puede entender que una persona que cumplió 18 años de prisión por 25 asesinatos sea condenado a 12 por escribir dos artículos que, a mi juicio, no eran amenazantes.

¿Puede suponer un cambio de rumbo el informe del fiscal sobre el ´caso Egunkaria´?

Hay preguntas que cabe hacerse en este momento. ¿Quién resarce a las personas encausadas y a las empresas clausuradas cuando se demuestra que no hay nada contra ellas? Es una barbaridad cerrar un periódico de forma cautelar cuando prácticamente no había pruebas. No había razones para el cierre, ¿y ahora qué? ¿quién resarce si al final se retiran las acusaciones? ¿el Gobierno de Aznar?

Hay sectores judiciales que creen que corresponde al legislativo modificar leyes como la de partidos y no tanto a ellos interpretarlas en función del interés político, máxime cuando PP y PSOE crearon una estructura jurídica que apenas deja resquicios…

Tienen razón quienes dicen que en la Ley de Partidos son el poder legislativo y el ejecutivo los que deben realizar cambios, pero no lo es menos que ellos deben impartir justicia teniendo en cuenta las circunstancias. La ´doctrina Parot´, por ejemplo, no se debería aplicar, y se ha hecho desde el ámbito judicial.
———————————————-

«No tengo ninguna duda de que EA superará el debate sobre la coalición»

OSCUROS NUBARRONES se ciernen sobre el congreso extraordinario que Eusko Alkartasuna celebrará en enero para aclarar definitivamente la posición de la militancia sobre la coalición con el PNV. El grosor de las acusaciones entre el sector oficial y el liderado por los guipuzcoanos va en aumento.

Sé que me va a decir que en un partido democrático el debate es bueno, pero ¿no están dando una imagen de confusión y enfrentamiento?

Nunca he hecho ninguna referencia pública a cuestiones referentes a mi partido y cuando he visto alguna por parte de mis compañeros he agarrado un cabreo de cuidado porque me gusta dar mis opiniones en los órganos internos, como la Ejecutiva nacional. No obstante, por responder a su pregunta sí diré que, posiblemente, este asunto deberíamos haberlo cerrado antes.

¿Por qué no pudo hacerse?

Nuestro partido es muy abierto para los debates políticos y, en este caso, se ha producido un debate que ha durado más de lo debido. No fue posible cerrarlo antes porque hemos permitido un debate muy amplio. Pero no tengo ninguna preocupación. Estoy seguro de que este proceso se cerrará bien el 20 de enero, durante el congreso. Cada uno expondrá sus posiciones y después se votará. En cualquier caso, la decisión de ir solos a las elecciones, si fuera la que finalmente se adoptara, no supone ninguna merma en nuestra relación con el PNV ni en los acuerdos que tenemos firmados.

Pues, a tenor de lo que se viene escuchando, parece que el nivel de enfrentamiento dentro de EA está alcanzado cotas bastante preocupantes…

Son cosas propias del debate precongresual y ocurre en las mejores familias.

¿El partido aguantará este nuevo pulso interno?

No tengo ninguna duda.

Joseba Arruti Gasteiz deia.net
Fuente: Joseba Azkarraga