Eusko Alkartasuna, ante el informe favorable de la abogada general Juliane Kolkott, quiere resaltar los siguientes cuatro puntos;

1. Según el informe de la alemana Kolkott, los sistemas fiscales vascos respetan los principios comunitarios. Aunque en la mayoría de los casos (80%) los jueces se guían por el informe del abogado general, EA recuerda que el juicio será en junio, por lo que todavía el juicio no está ganado, y por ende, hay que actuar con prudencia.

2. No es una buena noticia para otras regiones y naciones sin estado. A nivel europeo, solo se otorga la autonomía fiscal a aquellas regiones que tengan un nivel de competencia tan extenso como los nuestros. Por lo tanto, como vascos, acogemos el informe felices, pero no así como europeos. El informe recoge la idea de que Euskadi (y por ende Nafarroa) pueden tener un sistema fiscal independiente, pero si alguna otra nación sin estado, como Flandes, Escocia, Gales… tuvieran que enfrentarse al mismo caso, el juez dictaría una sentencia desfavorable.

3. Los orígenes de este informe viene de la famosa ” Sentencia Azores”, en la que se deben cumplir tres requisitos para que una región obtenga un sistema jurídico fiscal independiente, a saber; autonomía institucional, autonomía en materia de procedimiento y autonomía económica. Podemos afirmar de manera objetiva que la autonomía vasca reúne los requisitos enumerados por el abogado general lo que, de alguna forma, reafirma el sistema fiscal vasco y sus especiales características

4. A sabiendas de que la jurisprudencia no es inamovible, es necesaria la creación de un protocolo dentro del Tratado Europeo para proteger, de una vez por todas, las especificidades del Concierto y del Convenio. Así, nos aseguraríamos la estabilidad de nuestros dos sistemas fiscales, algo que hoy por hoy no lo tiene. En este sentido, queremos aclarar que esta vez, nos hemos “salvado” gracias al buen criterio de la abogada general, pero no por el trabajo que debería haber hecho (y se ha abstenido de hacerlo) el gobierno socialista de Madrid.
Fuente: Mikel Irujo