Joseba Azkarraga, Consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social El Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social que usted dirige presenta como uno de sus Planes Estratégicos el “Plan Director de Seguridad y Salud Laboral 2003-2006” ¿Qué objetivos se esperan alcanzar con este Plan”

El Plan Director tiene por objeto abordar, desde una perspectiva integral y coordinada, todas las actuaciones en materia de prevención de riesgos laborales y de lucha contra la siniestralidad.

Se trata de un plan que apuesta por promover la cultura de la prevención como fundamento de actuación en materia de seguridad y salud laborales, además de por aunar esfuerzos de sindicatos, organizaciones empresariales y otros agentes, para la mejora de las condiciones de seguridad y salud laboral.

El Plan Director de Seguridad y Salud Laborales es fruto de la política de seguridad y salud laboral del Gobierno Vasco, cuya principal misión consiste en mejorar la calidad del trabajo de las y los trabajadores de Euskadi a través de la seguridad y la salud laborales.

En este contexto, la visión futura se marca como meta conseguir que las condiciones de la prestación laboral de las y los trabajadores vascos sean seguras y saludables, hasta convertirse en un referente en Europa por su cultura y mejores prácticas en prevención.

¿Cuáles son los datos más significativos de la siniestralidad laboral en Euskadi?

En 2004 se produjeron 48.365 accidentes de trabajo con baja en jornada laboral. En 2003, el número de accidentes con baja fue de 53.821, lo que supone una reducción del 10,19%.

Atendiendo a la gravedad de los accidentes, a finales de año se habían producido 47.847 accidentes leves (frente a los 53.191 que se registraron en 2003), 443 accidentes graves (frente a los 525 del año anterior) y 75 mortales (frente a los 105 acaecidos en 2003). Por lo tanto, comparando ambos periodos tenemos que en 2004 se ha producido un descenso del 10,05% en los accidentes leves, un 15,62% en los accidentes graves y un 28,57% en los mortales.

¿Presentan alguna singularidad con respecto a los del resto del Estado español?

Yo destacaría a este respecto un mejor comportamiento de la siniestralidad en el último año. Nunca puede hablarse de datos buenos, porque mientras haya un solo accidente, seguiremos teniendo mucho que hacer, pero estos datos nos confirman que vamos por el buen camino.

Pero, sobre todo, lo que me parece más relevante es la tendencia a la baja, si miramos a un plazo más largo. Me refiero a que en los últimos cuatro años, el índice de incidencia, esto es, el ratio de accidentes por cada mil trabajadores –que es realmente el indicador más fiable del grado de accidentalidad- se ha reducido ininterrumpidamente. De hecho, en el pasado año 2004, experimentó un descenso de ocho puntos. Pero quiero ser claro: en nuestra gestión de la prevención, la salud y la seguridad en el trabajo no hay ni habrá lugar para triunfalismos ni relajamientos. Estamos ante un grave problema frente al que sólo cabe seguir trabajando y esperar el esfuerzo de todos los agentes involucrados en esta tarea.

¿Cuál es la situación de Euskadi respecto a la Unión Europea?

Aunque, como digo, la situación es algo mejor que la del estado español, por desgracia aún debemos avanzar hacia cotas mejores en materia de siniestralidad, en las coordenadas de la Europa de los 15. Para ello, estamos incidiendo de una parte en la mejora de la calidad del trabajo -trabajar en un entorno más sano y seguro- teniendo en cuenta los cambios en el mundo del trabajo y los nuevos riesgos y, por otra, en la consolidación de una cultura preventiva del trabajo.

¿Existe una identidad propia en materia de Prevención de Riesgos Laborales en Euskadi?

Existe una identidad propia en materia de prevención de riesgos laborales en Euskadi que viene dada por las propias peculiaridades del tejido empresarial vasco, compuesto fundamentalmente por pequeñas y medianas empresas, con una gran diversidad sectorial y la dispersa localización geográfica de los núcleos de actividades económicas. Estas características constituyen un obstáculo a la hora de desarrollar planes de seguridad y salud laborales.

Otra característica de este tejido empresarial es el elevado crecimiento de número de empresas y su continua evolución.

El sector industrial mantiene su papel hegemónico en la economía vasca. La construcción es otro de los sectores emblemáticos. La situación de atomización de ambos sectores dificulta la integración de la prevención de riesgos en la gestión de las empresas.

La dispersión de la actividad económica vasca hace necesario el desarrollo de programas específicos que permitan la aplicación de las políticas de prevención de riesgos laborales, habida cuenta de todas estas peculiaridades y de la dimensión de las empresas vascas.

Los riesgos psicosociales en el trabajo como el ‘mobbing’, el estrés, el ‘burn out’ o síndrome del quemado, que de momento no están catalogados como enfermedades laborales, afectan en la actualidad a más de 40 millones de trabajadores en Europa. ¿Cuál es la posición de su Departamento ante esta nueva realidad psicosomática laboral? ¿Cuáles son las acciones adoptadas para prevenir y evitar su avance?
El Observatorio Vasco sobre acoso moral en el trabajo ¿con qué planteamientos nace?.

A mediados del pasado año presentamos el Observatorio Vasco sobre acoso moral en el trabajo cuyo objetivo principal es el estudio de las problemáticas inherentes a los nuevos riesgos psicosociales, como el mobbing, el burn out profesional, o el stress, entre otros. Fruto de su trabajo fue un primer informe titulado “El acoso moral en los lugares de trabajo: comprender para intervenir” que fue un punto de partida para, como señala el título, empezar a comprender el problema para poder intervenir con suficientes garantías.

La resolución del mobbing no es tanto un problema de falta de legislación como de una gran incapacidad para afrontarla. A la postre es un problema de comprensión y de utilización de las técnicas adecuadas para afrontarlo, tanto jurídicas como extrajurídicas.

El Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social tiene la voluntad política de combatir este riesgo laboral de nuevo cuño, de ahí que estemos interponiendo demandas de oficio ante la Jurisdicción laboral; demandas que, por cierto, en su mayoría han sido estimadas.

El sector de la construcción es uno de los sectores con mayor incidencia de siniestralidad, recientemente el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social y Confebask suscribieron un convenio para poner en marcha un aula permanente para los trabajadores de la construcción de Euskadi, ¿Cuál ha sido la respuesta obtenida ante esta importante iniciativa? ¿Se han logrado los objetivos propuestos?

Efectivamente, el pasado mes de mayo suscribimos un convenio con CONFEBASK para poner en marcha un ambicioso plan orientado a formar a todos los trabajadores de la construcción en materia de prevención.

Desde entonces, hemos estado trabajando tanto en el modelo de conocimientos, que se centra en aquellas causas que genera la mayor parte de las consecuencias dañosas, como en el modelo pedagógico, un modelo pedagógico innovador que no persigue tanto una transmisión de conocimientos, como un cambio de actividad frente al riesgo.

Una vez diseñados ambos modelos, así como todos los aspectos organizativos y procedimentales, comenzamos a formar a los formadores que van a participar en el “Aula Permanente”. Y, por fin, tras haber realizado una prueba piloto, en los últimos meses del año pasado arrancó definitivamente este proyecto formativo.

Hemos trabajado duro para que esta Aula Permanente estuviera en funcionamiento cuanto antes y lo hemos logrado, pero todavía es pronto para evaluar sus resultados ya que sólo lleva funcionando cuatro meses.

Sin embargo, lo que sí podemos afirmar es que entre los trabajadores que ya han pasado por ella hay un elevado índice de satisfacción.

Las pequeñas y medianas empresas son el tejido empresarial más numeroso e importante de Euskadi y, sin embargo, los requerimientos legales en materia de prevención de riesgos laborales a que están sometidas, en muchos casos, son mínimos, hecho que se ve reflejado en la alta siniestralidad que soportan. ¿El Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social como ha abordado esta realidad?

No es cierto que, en materia de prevención de riesgos laborales, las pequeñas y medianas empresas estén sometidas a menos requerimientos legales que las grandes empresas. La legislación, en este ámbito, no hace ningún tipo de distinción en función del tamaño de las mismas.

Lo que sí sucede, como comentaba antes, es que la menor dimensión de las empresas dificulta la integración de la prevención de riesgos en su gestión. Precisamente por eso, la pequeña y mediana empresa es objeto de atención principal en el Plan Director y en la propia actividad diaria de OSALAN y el Departamento.

En este sentido, además de ayudas y subvenciones u otro tipo de actuaciones, como la promoción de la figura de los servicios de prevención mancomunados, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales está trabajando actualmente en un avanzado modelo de “Plan de Prevención” que sirva a las PYME’s de instrumento eficaz para integrar la prevención de riesgos laborales en su gestión.

Los sindicatos vascos están reclamando un acuerdo entre Administración, patronal, sindicatos y trabajadores liderado por el Gobierno Vasco que obligue a que la siniestralidad laboral sea un tema prioritario. ¿Qué opinión le merece la postura sindical ante los accidentes laborales?.

Siempre hemos manifestado nuestro convencimiento de que es absolutamente necesario un trabajo coordinado y un compromiso de todos los agentes implicados en el objetivo común de luchar contra la siniestralidad.

Este convencimiento está expresamente recogido en el propio “Plan Director de Seguridad y Salud Laborales 2003-2006”, que apuesta por aunar esfuerzos de sindicatos y organizaciones empresariales para la mejora de las condiciones de seguridad y salud laboral.

Tengo que reconocer que el complejo mundo de las relaciones sociolaborales de nuestro país dificulta la posibilidad de alcanzar el consenso, pero ello no va a mermar nuestra voluntad por lograr una sintonía con los sindicatos y el empresariado, puesto que estamos convencidos de que éste es el único camino para ser eficaces en la lucha contra la siniestralidad y la mejora de las condiciones laborales de las y los trabajadores en Euskadi.

¿Cuáles son los retos que los nuevos tiempos laborales plantean en materia de Prevención de Riesgos Laborales?

Ciertamente, los constantes cambios a los que se ve sometido nuestro tejido productivo hacen que el enfoque de la prevención se encuentre, igualmente, en constante proceso de revisión y adaptación.

La introducción de nuevas tecnologías y nuevas formas de trabajo, la terciarización de la economía, la apertura de nuevos mercados, el fenómeno de la inmigración, etc. afectan también a la prevención de los riesgos en el ámbito del trabajo. Estas nuevas situaciones laborales comportan nuevos riesgos para las y los trabajadores y nuevos retos para las empresas.

En este contexto, además de procurar que los cambios no vayan en detrimento de la salud y seguridad laborales, hemos de aprovechar este nuevo panorama como oportunidad para mejorar las condiciones de trabajo.

Para el desarrollo de la Cultura de la Prevención y la Concienzación Social ¿Qué acciones debieran tomarse en las Universidades, los Centros Educativos (colegios, ikastolas…) y en la propia Sociedad?

Es indudable que la prevención de riesgos laborales tiene una dimensión socio-cultural. Quiero decir con ello que la sociedad, en general, no tiene plenamente integrada la seguridad en sus hábitos sociales y domésticos y, por lo tanto, tampoco en los centros de trabajo.

Por esta razón, concedemos una importancia central a los aspectos culturales y de formación, dirigidos a la sociedad en general, en un esfuerzo orientado a cambiar los valores de la misma en relación al riesgo en el ámbito del trabajo.

En este sentido, una de las áreas estratégicas en las que estamos trabajando esta dedicada a difundir la cultura de la prevención en la sociedad en general y, en particular, entre las y los estudiantes que actualmente se preparan para el futuro en ikastolas, escuelas, colegios, centros de formación profesional y universidades.

Fruto de esta labor, la prevención de riesgos laborales ya está presente en los planes de estudio de varias carreras universitarias y titulaciones de formación profesional. También está el “Aula Móvil”, un autobús que está recorriendo todos los centros en los que se imparte la E.S.O. y la formación profesional, y en el que los alumnos pueden familiarizarse con la prevención a través de un juego interactivo.

En la actualidad, estamos trabajando en una experiencia piloto orientada a integrar los valores preventivos en el sistema educativo.

¿Cree que debiera potenciarse la labor de los médicos de atención primaria en la detección de enfermedades de origen laboral? ¿Cuál es la colaboración de su Departamento con el Departamento de Sanidad?

No sólo estoy o, mejor dicho, estamos convencidos de ello, sino que OSALAN lleva ya algunos años impartiendo cursos de actualización en salud laboral dirigidos a los médicos de atención primaria de OSAKIDETZA, para facilitar la detección del posible origen laboral de algunas patologías que son atendidas en los centros de atención primaria como si se tratara de enfermedades comunes.

En este campo, como en general en todas las cuestiones relativas a la salud laboral, la colaboración con el Departamento de Sanidad es absoluta.

¿Una Asociación de Empresas, según el modelo de cluster desarrollado en el campo industrial, cree que podría funcionar como motor de proyectos en materia de Prevención de Riesgos Laborales en Euskadi?

Sin duda, y es un terreno en el que ya estamos trabajando porque con ello se puede favorecer la integración de la prevención en la gestión de las empresas y, especialmente, en el caso de las pequeñas y medianas empresas.

Pero no sólo las Asociaciones de Empresas pueden hacer esta labor tractora; también puede, y debe hacerlo, la Administración Pública cuando contrata obras o servicios con empresas privadas.

Precisamente, esta idea está en el origen de la Comisión Interinstitucional de las Obras Públicas, que se constituyó el pasado mes de julio, a iniciativa del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, con el fin de que las administraciones públicas actúen como agente tractor que contribuya a la adopción de métodos y formas de trabajo más seguros y saludables en la construcción

Elena Moreno / euskonews.com
Fuente: Joseba Azkarraga