Intervención de Begoña Errazti en el Debate sobre el Estado de la Comunidad Navarra

Un año más celebramos el debate sobre el Estado de la Comunidad en Navarra y, desgraciadamente, no podemos decir que las cosas hayan mejorado. Lejos de avanzar en la resolución de los principales problemas y de las cuestiones pendientes, estamos RETROCEDIENDO en derechos y libertades democráticas, en los niveles de bienestar, en convivencia social y en eficacia gubernamental.

De hecho, en algunos aspectos estamos volviendo a situaciones que muchos creíamos ya superadas para siempre. Así, cada vez somos más los que nos vemos obligados a salir permanentemente a la palestra pública para defender la libertad de ideas y su ejercicio, como consecuencia de la utilización ilegítima que se está haciendo de los instrumentos del Estado y de la capacidad de influencia de los medios de comunicación, en contra del pluralismo político.

El Partido Popular no acepta el pluralismo político. Por tanto, no respeta el sistema democrático. Hemos visto cómo el señor Aznar presionaba a la Justicia para que actuase según su conveniencia; cómo el señor Sanz aseguraba que no cumplirá las resoluciones del Tribunal Superior de Justicia de Navarra y no corregirá el decreto del euskera para la Administración.

Tampoco respeta la libertad de pensamiento, y utilizan todos los medios del sistema actual para instaurar un estado de cosas anterior, en el que, tal y como están las cosas, la defensa de proyectos políticos legítimos puede convertirse en motivo de persecución legal.

Bajo el argumento de acabar con el terrorismo, se están poniendo en entredicho principios y derechos que son pilares de la democracia, desde la división de poderes, pasando por los derechos de reunión y participación pública, hasta el principio de irretroactividad de las leyes…

Vivimos una involución democrática sin precedentes, y Navarra se sigue utilizando de avanzadilla en ese propósito. Estamos viendo que, por desgracia, para algunos hay marcha atrás en cuestiones fundamentales que otros considerábamos consolidadas. Se crea, fomenta y alimenta la discordia en cuestiones respetadas por la inmensa mayoría de la sociedad navarra (euskera); se desempolvan viejas aspiraciones de la derecha navarra y española, como la prohibición de la ikurriña, para generar enfrentamiento allí donde existía consenso y respeto…

Hay que preguntarse quién resulta beneficiado de tanta polémica, de tanta manipulación de sentimientos y emociones. Desde luego, no la sociedad navarra, que en su mayor parte quiere vivir tranquila y en paz. Las consecuencias de esa dinámica serán, en todo caso, responsabilidad de quienes la apoyan o consienten.

Durante años, con pragmatismo y buena voluntad, hemos ido avanzando en la integración social y política de distintos sectores, puesto que se entendía que ello era fundamental para la convivencia. Hoy, el criterio es el contrario: la exclusión. Cuando un sector social, un partido, una personalidad pública molesta o incomoda, se le excluye, no sin antes haber vertido todo tipo de descalificaciones e insidias sobre él.

Así, oímos a dirigentes del PP expresiones como ´vamos a por ellos´, ´a la caza del inmigrante´ o ´vamos a barrer las calles´, con la misma ligereza con que a uno lo colocan al otro lado de esa línea entre el bien y el mal que tan caprichosa e interesadamente trazan en sus respectivos ámbitos de competencia el señor Bush y el señor Aznar en este nuevo contexto mundial de retroceso de libertades, en el que el poder justifica la pérdida de libertad enfrentándola con la seguridad.

Exclusión que UPN traslada aquí contra todo aquel que no comparte su particular idea de Navarra, idea que pretende monopolizar, olvidando que esta Comunidad pertenece única y exclusivamente a su gente, de norte a sur y de este a oeste, que son quienes eligen libremente su manera de ser y sentirse navarros, y a quienes corresponde decidir en cada momento su manera de organizarse socio – políticamente.
La mala fe y la intransigencia con el euskera, el afán por zaherir permanentemente a quienes además de navarros se sienten vascos, la obsesión por impedir la expresión de este sentimiento de pertenencia arremetiendo contra todo aquello que le da cauce público, ha sido base principal de la política de UPN en el último año. El otro pilar de su actividad ha sido el recurso permanente a la acusación y la descalificación para tratar de frenar y condicionar la acción de las fuerzas políticas de la oposición.

La política de desestabilización que está practicando el Gobierno de Navarra en los últimos tiempos demuestra hasta qué punto actúa de apéndice del Partido Popular, movido por los intereses de éste y por lo que pueda obtener UPN a título partidista, en vez de por el bienestar de los navarros y navarras que, muy mayoritariamente, optan por la convivencia.

Seguimos, por otra parte, soportando la violencia de ETA, que persiste en su estrategia de muerte y vulneración de derechos humanos, sin escuchar la exigencia reiterada y permanente de la sociedad para que abandone definitivamente las armas. Una ETA obsesionada por acaparar protagonismo, que irrumpe en escena pretendiendo dar lecciones políticas a los demás.

Nadie puede darnos lecciones de democracia a estas alturas, y menos quienes utilizan como instrumento las bombas y como discurso la contradicción permanente, sin ofrecer más horizonte que el asesinato, el odio, el dolor y el sufrimiento. Lo único que debe hacer ETA, tal como le exige la ciudadanía, es cesar su actividad y disolverse de una vez por todas.

Nadie puede disponer de la vida de nadie: sólo planteárselo es una auténtica aberración. La muerte, la amenaza y el terror es un camino éticamente inaceptable pero, además, es una estrategia políticamente estéril. Cuesta creer que hoy día, en una sociedad tan rica como la nuestra, todavía haya quienes piensan que con la violencia se puede ir a algún lado. Afortunadamente, cada vez son menos, al menos lo eran el año pasado, antes de la nueva y deplorable situación política actual. Es preciso recordar aquí a sus víctimas y mostrarles nuestra solidaridad, especialmente a familiares y allegados de la última víctima de ETA en Navarra, Juan Carlos Beiro.

No se puede pretender defender la democracia o la libertad vulnerando derechos y libertades fundamentales. Al contrario, sólo profundizando en ellas, ampliando las perspectivas, aportando nuevas posibilidades y ofreciendo oportunidades para solucionar los problemas de manera civilizada y creativa, en definitiva, con coraje político e imaginación, conseguiremos progresar hacia una sociedad más libre y más democrática.

Sólo planteando horizontes abiertos que respeten el pluralismo, y aceptando el diálogo como única herramienta para la resolución de los conflictos se puede dar pasos adelante en la articulación social. Lo contrario, la pretensión de negar la realidad del otro, sus aspiraciones legítimas, sólo nos conduce al enfrentamiento y al enconamiento indefinido de los desajustes.

En este sentido, todos aquellos que creemos firmemente en los derechos y las libertades individuales y colectivas vemos con preocupación el panorama que se augura en los próximos tiempos. Más teniendo en cuenta que se aprovecha el contexto, las tensiones y la confusión, para ocultar otras cuestiones, como la crisis económica y el empeoramiento de las condiciones de trabajo.

Por mucho que el Gobierno de Navarra maquille los datos, la RECESIÓN ha traspasado las grandes cifras macroeconómicas y se está dejando sentir en las pequeñas economías familiares. Trabajadores y pequeños ahorradores están siendo los más perjudicados. Los primeros, por el aumento de la precariedad laboral, y los segundos, por la caída de la bolsa y su influencia directa sobre fondos de pensiones y otras formas de ahorro de renta variable, que se han visto dramáticamente afectadas por la actual coyuntura.

En cuanto a Navarra en general, la evolución de la inflación sigue siendo alcista y superior a la media estatal. Sube también el paro en un 1,25 %, situándose lejos del 5 % que este gobierno prometió al inicio de la Legislatura. Tampoco se corrigen, incluso se agravan, las cifras de siniestralidad laboral. Y la sumisión de UPN a las políticas liberales del PP sólo agudiza estos problemas.

La aplicación de la reforma laboral PP, que abarata el despido, cae precisamente en una coyuntura de aumento del desempleo y descenso de contratación indefinida de un 9,2 %.

Continuamos con una economía dependiente de un solo sector: el automovilístico. Una dependencia estructural que descansa, en buena medida, en una sola empresa: la Volkswagen, cuya evolución afecta de forma determinante a todos los índices económicos de la Comunidad, desde la tasa de exportación anual hasta la recaudación de la Hacienda Foral, pasando por la cifra de desempleo.

Repetidamente hemos hablado de la extinción de 500 contratos en su planta de Pamplona. A esta decisión habrá que añadir el impacto en cadena de ese descenso de producción sobre las empresas proveedoras y suministradoras, y las correspondientes consecuencias laborales en sus plantillas.

Días antes, al conocerse el traslado a Bratislava de parte de la producción de la empresa germana en la fábrica de Martorell, el señor Sanz aseguraba públicamente que no había riesgo de que algo semejante ocurriera en Navarra, mientras la planta mantuviese su rentabilidad. Una vez más, el señor Sanz se asía a esa visión de Navarra como unidad aislada a la que no afectan los fenómenos y las novedades que condicionan el devenir del resto del mundo.

La realidad es que la noticia desestabiliza nuestra economía y pone en evidencia una vez más nuestra dependencia estructural de la actividad de esa empresa.

Durante años, en toda esta legislatura, hemos insistido sobre la necesidad de fortalecer y desarrollar otras industrias y otros sectores que nos permitan limitar nuestra dependencia de decisiones que se toman a miles de kilómetros de distancia de Navarra. Pero UPN ha hecho oídos sordos y ha restado importancia a las advertencias, tachándonos poco menos que de alarmistas.

Usted, señor presidente, ha definido el problema como conyuntural y ha dado la solución con la flexibilidad laboral, a costa de los trabajadores. Ha hablado de un banco de pruebas, supongo que pagado por todos nosotros, pero sin participar en el capital. Ustedes han apostado por no participar con capital en empresas, las dejamos libres y pasa lo que pasa: se toman las decisiones a miles de kilómetros de distancia.

La noticia de Volkswagen cae en un momento de crisis económica general, que previsiblemente tenderá a empeorar en los próximos meses, y cuyo impacto habría que intentar frenar incrementando la inversión pública. Desde luego, lo que no podemos aceptar es que, precisamente en un momento de crisis, se recurra a recortes en dos de los pilares esenciales del bienestar, como son la Sanidad y la Educación, tal y como hace unos meses anunció el consejero de Economía y Hacienda en un periódico afín, seguramente a modo de globo sonda.

Tampoco tendría sentido, adoptar medidas demagógicas, tan habituales por parte de los gobiernos en periodos preelectorales, como una eventual reducción de los impuestos directos – IRPF – que supusieran un descenso en la recaudación o, peor aún, que vinieran acompañadas de un incremento de los impuestos indirectos – política típica del PP -, que no tienen en cuenta las diferencias en los ingresos ni contribuyen a la redistribución de la riqueza.

Lo cierto es que la economía no va bien, y tal vez sea este uno de los motivos de la apuesta por generar crispación en otros ámbitos. Tal vez la cuestión sea que, a falta de éxitos económicos que vender, se intenta recabar la adhesión ciudadana manipulando sentimientos y emociones, a la vez que se desvía la atención de las inquietudes e incertidumbres cotidianas derivadas de la pérdida de poder adquisitivo y la inseguridad laboral.

El pasado año, en este mismo debate, los grupos entonces aquí presentes aprobamos una propuesta de resolución de mi grupo en la que manifestábamos nuestra ´firme voluntad de trabajar en pro de la normalización de la vida política de nuestra Comunidad navarra, con el compromiso de trabajar juntos mediante el diálogo y el debate, sin perjuicio de nuestras diferencias políticas, en pro de una convivencia pacífica que, en el pleno ejercicio de la libertad, evite el enfrentamiento entre quienes representamos una u otra opción política y traslade a nuestro pueblo valores de libertad, tolerancia y respeto de los derechos humanos´.

Un año después constatamos que no se ha cumplido tal compromiso. Entonces UPN fue el único partido que votó en contra de esta resolución, y en la práctica ha cumplido con el sentido de su voto.

En todo este tiempo, la única respuesta del Gobierno de Navarra a la pluralidad de esta Comunidad ha sido el enfrentamiento y la imposición, y la única propuesta, la división social. Por suerte, la sociedad navarra es mucho más templada y razonable de lo que UPN quiere reflejar, y muy mayoritariamente no cae en la trampa del empeoramiento de la convivencia.

La MARCHA ATRÁS emprendida por el PP es especialmente escandalosa en materia de autogobierno. UPN debería explicar a la ciudadanía cómo es que está asociado con un partido que no acepta comunidades diferenciadas, un partido que se toma a broma nuestro autogobierno.

Debería reconocer ante la ciudadanía que a su socio de Madrid el régimen foral de esta Comunidad le trae sin cuidado, al igual que la autonomía de sus instituciones, contra cuyas leyes no duda en presentar recursos permanentemente. Sin olvidar que algunos de ellos han sido impulsados o auspiciados por la propia UPN.

Me daba la razón el presidente cuando admitía su colaboración activa y efectiva en recurrir leyes navarras, por ejemplo, la de parejas de hecho, aprobada por este Parlamento. Ustedes quieren la igualdad entre homosexuales pero no aceptan su derecho a formar una familia y tener hijos a los que educar éticamente.

El Gobierno de UPN no defiende las competencias de Navarra. Renuncia ante el primer obstáculo, deja el asunto empantanado en el olvido – recordemos el caso de la cárcel -, o bien espera al momento adecuado de la foto para mover ficha – como está ocurriendo con el Convenio Económico. Cuando hemos oído al señor presidente decir que se estaba trabajando yo me preguntaba cuánto se puede avanzar en una reunión.

Se asumen competencias – por ejemplo Justicia – que después no se dotan de los medios imprescindibles para que funcionen con la eficacia debida. Un año más, hemos tenido que escuchar en el acto de apertura del curso judicial al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra pedir más juzgados y más recursos para hacer frente a las necesidades del poder judicial en Navarra. Por no hablar del culebrón en que se ha convertido el traspaso de competencias a la Policía Foral, a la que no se transfiere ni siquiera tráfico.

Lo más bochornoso es que tenemos que escuchar a UPN justificar al Estado con argumentos peregrinos que evidencian qué lealtades e intereses tienen preferencia para el Gobierno de Navarra – caso del polígono de tiro de Bardenas-.

No hablemos de la presencia de Navarra en Europa, una reclamación perfectamente lógica y razonable, en el caso de una Comunidad con competencias fiscales como Navarra, que UPN no se plantea ni de lejos. No sé cómo lo vamos a hacer para defender nuestra fiscalidad sin participar en los foros donde se están tomando las decisiones. ¿Acaso Madrid va a defender el régimen especial de Navarra ante Bruselas?

No obstante, nada de esto preocupa al señor Sanz, que recientemente reconocía orgulloso en un programa de televisión que ´a diferencia de otros, nosotros no estamos siempre pidiendo cosas´. Curiosa cuestión de la que enorgullecerse.

Por nuestra parte, hemos de recordar que, a pesar de los improperios permanentes, de las injurias que hemos tenido que soportar injustamente, siempre hemos sido congruentes con nuestras ideas, y nadie nos va arrebatar nuestra condición de navarros.

Como hasta ahora, nuestra actuación política va a consistir en contribuir a la convivencia, presionar para que nos sean transferidas las competencias que nos corresponden y trabajar por mejorar el bienestar de nuestra Comunidad.

Por otra parte, este año hemos visto cómo quienes durante años nos han estado imputando debilidades y complicidades con los intereses estatales han hecho suyos postulados que hemos defendido desde siempre, esto es, radicalidad democrática, rechazo claro y contundente a la violencia, reivindicación del derecho a la autodeterminación del pueblo vasco ejercido en las diferentes realidades administrativas actuales, es decir, el derecho de los navarros a decidir libremente su futuro… Por supuesto, nos reafirmamos en nuestras posturas.

BALANCE POR CAPÍTULOS

Una vez más, hemos escuchado del señor presidente una versión limitada y parcial de la situación de Navarra. Una vez más, hemos asistido a un discurso maniqueo, largo pero poco preciso, que no aborda los problemas de frente.

En EDUCACIÓN, un año más tenemos que hablar de incumplimiento en el desarrollo del ciclo 0 – 3 años. Asimismo, debemos denunciar las limitaciones de la Ley del Euskera al derecho de libre elección de modelo lingüístico de los padres y madres de Nafarroa, porque en la mayor parte del territorio no se oferta el modelo D; las pegas permanentes de la consejería al desdoble de aulas, los desencuentros con los padres y madres de este modelo y la sumisión de UPN a la ley de calidad del Partido Popular, una ley que, además de invadir competencias navarras, abandona la noción de desarrollo integral del alumno y genera condiciones para la segregación en función de las clases sociales o las facilidades.

En POLÍTICA LINGÜÍSTICA, si el año pasado los euskaldunes sufríamos un corolario de ofensas, restricciones e imposiciones que supongo tendrán fresco en su memoria, este año hemos asistido a la respuesta de los tribunales a los excesos cometidos por UPN/PP.

El Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha anulado completamente, mediante sentencia firme, el decreto 372/2000 sobre el euskera en la Administración Foral, por defectos de forma y bajo consideraciones basadas en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que ponen en tela de juicio el fondo mismo de la norma. El Gobierno de Navarra, tan contundente en el cumplimiento de otras resoluciones, ha advertido que no modificará el decreto.

Tenemos sobre la mesa la cuestión de la incorporación del euskera a la UPNA. La propuesta del Gobierno, como la de CDN y PSN, recluye esta lengua a Magisterio, no asume la función del euskera como vehículo de comunicación en el campus ni la vocación de la UPNA a dar respuesta a las necesidades y demandas del conjunto del territorio.

Merece mención el tema del euskera en la UPNA y la posición del PSN al respecto. Su propuesta no es tan distinta de la de UPN, es prácticamente igual: no hablan de derechos lingüísticos. En su proyecto nada de nada y en el de UPN el no rotundo.

Respecto a SALUD, da toda la impresión de que cuando un Departamento se propone funcionar, como es el caso del de Salud y su consejero responsable, el señor Cervera, UPN lo zancadillea, poniendo en duda la gestión de su propio consejero e incluso retirándole públicamente la confianza como gobierno y como partido.

La gestión de la VIVIENDA está dando la sensación de asignatura imposible de aprobar por este gobierno. Argumentaron que había que aumentar el precio del módulo de VPO porque tal y como estaba no motivaba la construcción de este tipo de vivienda; el Parlamento actualizó dicho precio y, en cambio, seguimos sin ver resultados, da toda la impresión de una gestión colapsada, o contenida voluntariamente.

La situación de la zona media, con un aumento de paro del 33,26% pone aún más en evidencia la necesidad de un PLAN DE INDUSTRIALIZACIÓN global para Navarra, fomentar el desarrollo de otros sectores, promover el entramado empresarial propio e impulsar a los emprendedores para contrarrestar la actual dependencia del sector automovilístico y contribuir al equilibrio social y la vertebración territorial. No se avanza, al contrario, en la tasa de siniestralidad laboral, mientras aumenta la precariedad.

En COMERCIO el Gobierno es denunciado por la propia Federación de Comerciantes de Navarra por no cumplir la ley aprobada en este Parlamento el año pasado. Además, retrasa injustificadamente el desarrollo reglamentario del modelo territorial para evitar, nos suponemos, a falta de otra explicación, que afecte a proyectos previstos o actualmente en marcha. TURISMO sigue siendo un sector sin estructuración ni objetivos globales realistas y adaptados a las necesidades y posibilidades de cada zona; tampoco se aprovechan las estructuras locales y sectoriales existentes.

La tramitación de la LEY DE INFRAESTRUCTURAS AGRARIAS fue una oportunidad perdida para crear un marco global que respondiera a las necesidades del conjunto del sector, y no sólo de una parte. Uno de los objetivos inmediatos en agricultura, será defender nuestros intereses en la reforma de la PAC; ahí deberá demostrar el Gobierno de UPN si realmente tiene capacidad de interlocución con el PP.

En cuanto a la ADMINISTRACIÓN LOCAL, un año más constatamos que el Gobierno de UPN/PP no quiere el desarrollo de las entidades locales. No se establece un marco normativo que distinga con nitidez las competencias, en un momento en que las entidades locales se ven obligadas a hacer frente a nuevos servicios. De otra parte, sigue sin resolverse un problema como el del MONTEPÍO de las administraciones públicas navarras, que afecta a 9.500 personas…

Qué decir de la gestión de las COMUNICACIONES, basada en mayor medida en las fobias de UPN que en las necesidades y conveniencia de la Comunidad. Se abordan los proyectos desde una perspectiva limitada, sin tener en cuenta su potencial contribución a la dinamización socio – económica; se hacen promesas que no se pueden cumplir – caso del Tren de Alta Velocidad -, y propuestas absurdas, como la venta de AUDENASA, una empresa que está dando buenos resultados y cuya venta supone perder el control sobre uno de los principales ejes de comunicación de Navarra. Incomprensible. Señor presidente, no utilice la disculpa de la vivienda para vender AUDENASA, use los beneficios para financiar el plan sin enajenar la empresa.

Hablaba del CONSEJO AUDIOVISUAL de Cataluña, que yo conozco muy bien. Un órgano ejemplar, en el que tienen representación todas las fuerzas políticas con representación en el Parlament, que va mucho más allá de la pura representación y estudia si el hecho informativo respeta el pluralismo de la sociedad. Y hoy mismo el consejo audiovisual de Navarra le ha llamado la atención porque no está respetando los derechos lingüísticos de la ciudadanía; serán recomendaciones o lo que sea, pero le ha dicho que así no.

Al inicio de la Legislatura aprobamos el Plan de Igualdad de Oportunidades y todavía no se ha llevado a la práctica, lo decíamos el año pasado y lo volvemos a repetir. Seguramente aparecerá recogido en el próximo programa electoral de UPN pero todos sabremos que no se ha cumplido.

En VERTEBRACIÓN, podríamos hablar de igualdad de oportunidades en la participación en la sociedad de la información, de la necesidad urgente de promover ese acceso igualitario para todos los ciudadanos.

Fuente: Begoña Errazti