Eusko Alkartasuna muestra su satisfacción por la aplicación del tercer grado a tres de los jóvenes de Altsasu, subrayando sin embargo que este hecho no oculta la injusticia de su caso. Afirma la formación socialdemócrata que si acaso hace más evidente la injusticia, porque evidencia que después de casi cuatro años de su injustificado encarcelamiento el sistema penitenciario continúa sin permitirles desarrollar su vida.

Para Eusko Alkartasuna es evidente que la medida aliviará la situación de los jóvenes y su familias pero no deja de ser un parche a una sangrante injusticia que es preciso reparar en la medida que se pueda, porque está claro que ninguna medida que pueda llegar de Europa compensará los años perdidos.

El caso Altsasu es un claro ejemplo, pero no el único, de la necesidad de cambiar las bases de la Justicia en el Estado español. Y Eusko Alkartasuna considera que este es un reto que el Gobierno progresista de España debe abordar en esta legislatura. Ante las apariciones de informes distorsionados e inexactos de la Guardia Civil, es necesario revisar todas y cada una de las acusaciones vertidas por este cuerpo, y las consecuencias tan graves que traen, como la pena de 13 años de cárcel para estos jóvenes.

Eusko Alkartasuna sigue insistiendo en que un Estado que se autodenomina democrático, no puede ser injusto. El nuevo Gobierno español debe apostar por aportar a la pacificación y la normalización de Euskal Herria y para ello es necesario abordar medidas como la democratización de la Guardia Civil y el reconocimiento de que hay reivindicaciones legítimas que deben dejar de perseguirse, como el rechazo a las fuerzas de ocupación en nuestro país.

Eusko Alkartasuna, al igual que la gran mayoría de la sociedad vasca, seguirá reclamando justicia para los jóvenes de Altsasu, porque claramente, esto no lo es.
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