Quiere conocer “las actividades concretas” desempeñadas por este organismo en el último año, así como las labores realizadas por encargo del Ejecutivo navarro por parte del Delegado de Navarra en Madrid
El parlamentario foral de Eusko Alkartasuna, Maiorga Ramírez, considera “llamativo” el aumento en más de un 80 % de la asignación presupuestaria al Consejo Audiovisual de Navarra “frente al recorte y la congelación generalizada de las partidas presupuestarias para 2005”. El grupo parlamentario quiere conocer “las actividades concretas” desempeñadas por este organismo a lo largo del último año, y así ha presentado una pregunta al respecto. Además, se ha interesando también por las labores realizadas por el Delegado de Navarra en Madrid, Ricardo de León, por encargo del Ejecutivo.

A juicio de Ramirez, “no se entiende que mientras en algunos apartados se reducen las partidas al 50 %, en materia de euskera, por ejemplo, o un 20 % en cultura, y así se deja a IKA y AEK al límite de la viabilidad y desaparecen las previsiones de gasto para eventos como Festivales de Navarra o el Festival de Teatro Clásico de Olite; o bien se congelan partidas destinadas a agricultura y ganadería, curiosamente se incrementa en más de un 80 % la asignación económica a un organismo como el Consejo Audiovisual de Navarra, en el que participan únicamente dos de los grupos representados en el Parlamento Foral, UPN y PSN, y cuya actividad y utilidad práctica para la sociedad navarra aún no está clara y, desde luego, se desconoce”, apunta.

EA expresa su “alarma” ante los criterios que el Ejecutivo navarro aplica a la gestión pública. Así, considera “lamentable” la afirmación del presidente del Gobierno Foral, Miguel Sanz, sobre el destino de una parte de las plusvalías por la venta de EHN para la construcción de la Biblioteca General de Navarra, y pregunta al presidente navarro “si es que este proyecto no estaba previsto ya en los presupuestos, puesto que al parecer se van a tener que utilizar los beneficios de una operación realizada a última hora para financiarlo”, subraya.

Ramírez califica de “tomadura de pelo” la pretensión del Gobierno de Navarra de justificar la venta de EHN con este argumento, y destaca que “el planteamiento de Sanz en este tema se basa en una idea de la gestión pública casi caritativa, que no tiene nada que ver con el concepto del estado de bienestar como derecho de la ciudadanía a que el dinero que paga a la Hacienda Pública mediante los impuestos revierta en servicios”, apunta.

“De un lado, da la impresión de que la Hacienda Foral tiene un problema serio de falta de recursos para afrontar el nuevo ejercicio, y una incapacidad que puede ser estructural para afrontar las necesidades y los retos de Navarra pero; y al mismo tiempo, están proliferando los organismos públicos y cargos institucionales, el último anuncio en este sentido fue el realizado por el presidente durante el debate del estado de la comunidad, en relación con la creación de una empresa pública de infraestructuras”, afirma Ramírez.

“Este crecimiento administrativo – institucional absolutamente excesivo, a menudo utilizado para el pago de favores políticos personales y prebendas, contrasta con el espíritu de ajuste que se aplica a apartados sociales como Educación y Sanidad, entre ellos, y con el que se pretende justificar renuncias fundamentales, como el desarrollo del Plan Oncológico de Navarra”, afirma.

“Si realmente la situación económica es tan grave, y al parecer lo es ya que hemos tenido conocimiento de que el Ejecutivo navarro ha encargado a varias empresas un estudio en torno a la viabilidad de Navarra en caso de que Volkswagen abandone la Comunidad, lo primero que debe hacer un gobierno es aplicarse a sí mismo el criterio de la austeridad”, concluye.

Fuente: Maiorga Ramirez