Egunon, compañeros y compañeras.

Es un placer para mí estar hoy aquí celebrando otro año más el Aberri Eguna, rodeada de personas claramente patriotas. De hombres y mujeres que defienden un país soberano y libre.
Rodeada de militantes de Eusko Alkartasuna.
Aberri Eguna, día nacional. De celebración y de fiesta, pero también de reivindicación.
Y lo hacemos en esta villa de Gernika.

Hoy, una vez más, hemos tenido otro comunicado de ETA. Un comunicado con su correspondiente amenaza latente. Desde la desvergüenza y el cinismo que supone defender el chantaje y el asesinato en pro de los derechos nacionales vascos.

Este pueblo no necesita una organización armada que se atribuya la defensa de sus derechos. No aceptamos este camino violento, nunca, y mucho menos ahora que estamos a las puertas de un proceso de paz y de normalización política. Sólo así demostrará ETA que respeta a la sociedad vasca.

Hecha esta alusión necesaria, quiere comenzar mi intervención recordando que este año se cumple el 70 aniversario del bombardeo entre otras localidades vascas, de Gernika. 70 años desde que la Legión Cóndor por orden del dictador de desgraciada memoria Franco arrasó este pueblo y sus alrededores sin piedad. Y nadie ha pedido perdón todavía por esta ignominia. Bueno sí, los alemanes. Pero en España, nadie.

Tampoco ha pedido nadie perdón por los muertos de la Guerra del 36, por los fusilados… Ni por los asesinatos del 3 de marzo en Gasteiz, o el de German Rodríguez en los Sanfermines del 78. Ni por los exiliados, los enviados a los campos de concentración nazis bajo responsabilidad de aquel régimen fascista. Muchos de ellos nacionalistas vascos, personas que defendieron el sistema legítimo vigente o se alzaron contra la dictadura.

En muchos otros lugares del mundo han juzgado a los responsables de las dictaduras y pedido perdón los jefes de estado pertinentes. Hace poco lo hacía Kirchner en Argentina.

“No hay que abrir viejas heridas”, argumentan.

¡La única que se empeña día tras día en abrir heridas es la derecha!

¿Qué hacían hace dos semanas los señores Alli y Sanz manifestándose en Iruña de la mano de la Falange Española?

¡Están desempolvando el pasado más oscuro de Navarra! ¡Están movilizando a los nostálgicos del 36 en Madrid, en Iruña y en todo el Estado!

¿Para qué?

¡Para boicotear una solución pacífica y democrática para Euskal Herria!
¡Para bloquear el diálogo!

¡Y para conservar su sillón, el Sr Sanz en el gobierno de Navarra utiliza la fractura social e intenta privar a nuestro pueblo de una paz justa y duradera!

No es la crispación lo que queremos los hombres y las mujeres de Eusko Alkartasuna.

Nosotros queremos una Euskal Herria en paz. Y una verdadera reconciliación social. No como la que se pactó en España después de una guerra y 40 años de dictadura.

No esa reconciliación acomplejada, desmemoriada, e impuesta bajo el ruido de sables.

Queremos una reconciliación social construida entre todos; desde la empatía y la solidaridad con todos aquellos que han sufrido la violencia; cualquier tipo de violencia.

Una reconciliación basada en el respeto y la dignidad.

¡Y en el reconocimiento de la legitimidad de todos los proyectos políticos de este país! ¡De todos!

¡Incluso la independencia, y esa República vasca independiente que defendemos en Eusko Alkartasuna!

Y queremos que esa igualdad sea efectiva.
Que se traslade a la ley, y a las relaciones con el Estado.

Por eso, no vamos a aceptar que algunos ahora pretendan criminalizar al conjunto del pueblo vasco por sus ideas.

¡Que se impongan exigencias de perdón a toda la sociedad vasca!

¿Cómo se puede pretender exigir perdón a quien ha sido víctima de lo ocurrido en los últimos cien años en este país?

¡Víctima de los asesinatos y la extorsión de ETA!
¡Víctima de un Estado que ha impuesto la crueldad de la dispersión, de las torturas, de los asesinatos del GAL!
¡Víctima de una Ley Antiterrorista vulneradora de todo tipo de derechos, que ampara la incomunicación de los detenidos, abriendo espacios de impunidad para las Fuerzas de Seguridad del Estado!
¡De la ofensa y el agravio de un Estado que aplica un doble rasero con la Justicia!

¡Los únicos que tienen que pedir perdón son ETA y el Estado español!

¡Basta de culpar, inculpar, incriminar, acusar y de utilizar la Justicia contra el buen nombre y las ideas de personas decentes! ¡Contra quienes jamás amparamos ninguna de esas prácticas violentas y corruptas!

Los responsables del 36 no pasaron por la Justicia. Y sus herederos, sucesores y seguidores, parapetados en el Partido Popular o en organizaciones extremistas de nuevo cuño pretenden hacernos pasar por la Justicia a los demás.

¿Hasta dónde pretenden llegar en esa criminalización del pueblo vasco?

Lo irónico, compañeros y compañeras, es que los mismos que hace 30 años reprimían libertades, negaban la democracia y el Estado de Derecho en aquella dictadura fascista han convertido ahora estos principios en proclama para la imposición de su proyecto político excluyente a este país! ¡Vaya patraña!

Si algo es evidente a estas alturas es que no interesa un proceso de paz como debe ser. Esto es, que vaya a la raíz del conflicto político vasco.

Y eso sólo se hará desde el reconocimiento explícito de la nación vasca y de nuestro derecho a decidir. El derecho de autodeterminación para el pueblo vasco no es más que el derecho democrático que tarde o temprano tendrán que aceptar los españoles y franceses de distinto signo político.

El PP, con sus posiciones ultras, el PSOE, que no hace frente a su responsabilidad de gobierno central y no negocia lo que debe: el fin de la organización terrorista ETA. Bloqueando, además, el camino a la política.

A esa política que queremos hacer en EA: Mesa de partidos y consenso democrático entre las fuerzas políticas vascas. Haciendo frente al contencioso vasco y buscando una solución definitiva en esa nueva fase histórica que nos permita superar el actual estado de sufrimiento.

Y mientras tanto, algunos en Euskal Herria, el señor Otegi y el señor Imaz, hablan de ‘seducir’ o de ‘cautivar’ a España. Incluso, añade el señor Imaz, convencer a los españoles de que los vascos no tenemos “tentaciones independentistas”.

Palabras del presidente del Partido Nacionalista Vasco, el señor Josu Jon Imaz. Que no cuente con Eusko Alkartasuna!!!!!!!.

¡Los hombres y mujeres de Eusko Alkartasuna somos independentistas junto a una amplia mayoría de la sociedad vasca, guste o no guste al señor Rajoy, Ibarra, Bono o Zapatero!

Normal: son españoles.

Ellos celebran el 12 de octubre, día de su patria, y tienen derecho a hacerlo. No vamos a pedirles que celebren el Aberri Eguna.

¡Pero somos independentistas, y ni vamos a pedir disculpas por serlo, ni vamos a renunciar a serlo!

Porque en el fondo de la cuestión lo que hay en realidad es impedir una salida democrática a este pueblo. Y nos cuesta entender que quienes se llaman nacionalistas vascos puedan caer en esa trampa.

Parece que los últimos siete años hemos vivido una realidad virtual. Veamos :

¿Fue realidad virtual el compromiso de Gobierno de 2001 que reconocía el derecho de autodeterminación del pueblo vasco?

¿Fue realidad virtual la propuesta de Nuevo Estatuto Político de 2004?

¿Es realidad virtual el derecho de soberanía de este país?
¿Nuestros derechos históricos?
¿Nuestro acervo cultural?

Desde el euskera hasta los fueros, la reivindicación de la existencia de Euskal Herria y de nuestra capacidad de decisión, son hoy patrimonio político de la sociedad vasca porque las hemos defendido los vascos y las vascas. En el 36 como en el 78, en el 2001 o en el 2004.

¡Y vamos a seguir defendiéndolo! ¡Porque somos abertzales que exigimos para nuestro país lo mismo que para los demás! ¡Democracia, en una palabra !

El PP sabemos qué está defendiendo: su España indivisible y sus intereses electorales.

Pero, ¿Qué defiende el señor Imaz?

¡Lo hemos visto en el Impuesto de Sociedades!

¡Han pactado con el Partido Popular a espaldas de Eusko Alkartasuna, su socio en el Gobierno y en las diputaciones!

Y es legítimo que el Partido Nacionalista Vasco pacte con el Partido Popular el 28%. Y hay que decirlo. Es legítimo el acuerdo entre dos partidos.

¡Pero que no pretendan camuflar ese acuerdo con acusaciones de deslealtad o chantaje como las que hemos estado oyendo!

Todos sabemos que los tipos varían, que han pasado del 32.5 al 28%. Si antes era bueno el primero, ¿por qué ahora es tan horrible el 30%?

Lo que realmente nos importa es que se prime a las empresas que invierten en personal, en bienes de equipo, en I+D+I, porque son esas las que ofrecen futuro a nuestro hijos al permanecer ligadas a nuestra tierra.

Si alguien en este país pretende satisfacer las ansias extremistas de la derecha española practicando el ‘sano regionalismo’ o el centralismo histórico del PSOE, se equivoca. Por mucho que el señor Fraga, ex ministro de Gobernación franquista, lo dijera hace unos meses en una entrevista en un periódico vasco. Y por cierto, afín al PNV.

Quien aspire a zanjar el conflicto político de este país con planteamientos autonomistas, se equivoca.

¿Qué hay detrás de este planteamiento? Renuncia.

Renuncia a defender la capacidad de decisión de este pueblo. Renuncia incluso a la base foral de nuestra soberanía.
Cesión ante un Estado que no es plurinacional, por mucho que el señor Imaz se empeñe en vender esta hipótesis.

El Estado español no reconoce su plurinacionalidad. Pese a la evidencia y a la exigencia de las naciones que lo componen. Y no lo reconoce por la falta de voluntad de quienes han gobernado. Del PP, pero también del PSOE.

¿Cautivar a España? Lo que hay que exigirle es respeto. Respeto al pueblo vasco como sujeto de derechos. Al derecho a la autodeterminación. A nuestro derecho a elegir nuestro futuro. A nuestro derecho a elegir nuestra organización como país.

Con estos planteamientos tal vez algunos consigan elogios por parte de quienes habitualmente nos dedican malos modos, y hasta insultos, a los nacionalistas vascos. Pero los elogios en Madrid, ya sabemos lo que significan, casi siempre renuncia.

No podemos traicionar la historia de reivindicación democrática y nacional de este pueblo.
El Estado no nos tiene que conceder nada.
¡Debe reconocernos lo que nos corresponde por derecho!

Y para eso, la única fórmula es la de la coherencia y la firmeza en la exigencia de nuestros derechos. Y también el realismo. Sin hipotecar lo esencial, nuestro ser como nación y nuestro futuro.

Esta ha sido la práctica política de Eusko Alkartasuna. Y esta será también nuestra premisa en este momento crucial para el país.

Han sido muchas las vías de avance que hemos explorado en nuestros veinte años de existencia e historia: dieta vasco – navarra, el Órgano Común Permanente, Departamento para Iparralde, Ley de Soberanía Vasca, nuevo Estatuto

Conjugando firmeza en los objetivos y posibilismo en las coyunturas políticas.

A veces hemos sido los únicos abertzales que hemos defendido este avance. Por ejemplo, al aprobar el Órgano Común Permanente en el Parlamento de Navarra.

¿Dónde estaba la auto denominada izquierda abertzale entonces? Se ausentó del Parlamento de Navarra.

Llevan 30 años jugando al TODO O NADA.

¿Y ahora pretenden que los demás aplaudamos su propuesta de autonomía vasco – navarra?

¡Lo que tienen que hacer es apostar en serio por las vías políticas y democráticas! ¡Eso es lo que tienen que hacer!

Es muy fácil, si quieren.

Y digo todo esto, porque nos encontramos en un momento fundamental para el futuro de nuestro país.

Lo que está en juego es el reconocimiento o no de nuestros derechos nacionales, y nuestras opciones de configuración como país.

Abordar y resolver el conflicto vasco.

Y para ello, dos premisas:

La primera, la paz. La negociación entre el Gobierno español y ETA para el fin de la organización armada. Que les tomará su tiempo, ya lo sabemos, pero que negocien su disolución, y arreglen el tema de los presos, por supuesto.

Y dejen lo político a quienes corresponde, las fuerzas políticas vascas. Aquí, en Euskal Herria.

Porque en este país existe un conflicto muy anterior a la existencia de ETA.
Un conflicto que tiene una expresión democrática muy clara en la existencia de una mayoría que no esta cómoda con el marco jurídico actual.
Y que exige cambiarlo.

Y no estoy hablando de competencias no transferidas; ni de respeto a este marco autogobierno. Agotado, entre otras causas, por su incumplimiento por parte de los sucesivos gobiernos españoles, tanto del PP como del PSOE.

Me refiero a nuestro reconocimiento como nación con capacidad de decisión.

Porque somos un pueblo y tenemos derecho a decidir nuestro futuro político. Y a que se respete nuestra decisión.

Y no habrá normalización política ni justicia mientras no se nos reconozca este derecho, que asiste a todos los pueblos del mundo.

En la dialéctica, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dicho de todo: que respetaría la decisión de la sociedad vasca. Pero hoy mismo ya se ha encargado un portavoz del Partido Socialista en decirnos que de eso nada de nada.

También quiero lanzar también un mensaje y advertencia claras a ETA:

- No es un agente político. No lo ha sido ni le vamos a dejar ser.
- Su único fin es disolverse. Que negocie con el Gobierno español, como pide la mayoría social de este país. Que negocie y se disuelva.

El reto de nuestro pueblo es AVANZAR.

No hay ninguna legitimidad en retrasar la solución.
Ni por intereses electorales y de mantenimiento del poder, ni por ningún otro de cualquier índole.

La paz y la normalización política no pueden estar sujetas a coyunturas electorales e intereses partidistas.

Son objetivos prioritarios.

Por eso, en este Aberri Eguna quiero hacer un llamamiento a todas las personas abertzales, a que recapaciten sobre el momento político que vivimos.

Comparto la preocupación de muchas personas, tal como aparece en el último Sociómetro. Preocupación por la situación de parón del proceso de paz y normalización.

Fuímos capaces de avanzar en foros como el de Egino y Foro Nacional de debate; logramos la interlocución entre los partidos más importantes del país.

Comparto un cierto grado de desesperanza con la ciudadanía vasca tras el atentado terrorista de Barajas, pero también soy parte de ese 83 % que exige que el proceso continúe y ese 72 % que exige que ETA y el Gobierno español negocien.

La única explicación que encontramos todos nosotros para que ni siquiera Batasuna hable de la Mesa de partidos es la de los intereses a corto plazo: unos, presentarse; otros, pactar a la baja para mantener el poder en las Diputaciones y en sus inversiones; los terceros, para lo mismo a lo que añaden la tranquilidad de que aquí no se mueve nada en el sentido nacional…

Los partidos tenemos la obligación de dar los pasos para alcanzar un acuerdo de solución solvente y justo que garantice la convivencia y que aborde la raíz del contencioso político.

Pacífica, democráticamente. Pero sin renuncias. Apuesta y compromiso de EA hasta lograrlo.

Optimista me decían el otro día en una entrevista cuando afirme que desde mi punto de vista era irreversible la situación hacia el fin del conflicto.

Nada de optimismo: seriedad y compromiso con los ciudadanos de Iparralde y Hegoalde. Todos, parte de una misma nación.

Y a ella le ofrecemos nuestros esfuerzos y compromisos. Por eso el proyecto EA2011. Para construir el futuro con nuestros votantes.

Primero las elecciones en mayo. Cada uno de nuestros pueblos tiene su personalidad propia y necesidades distintas en muchos casos. Conscientes de esa especificidad estamos preguntando directamente a nuestros votantes cuáles son sus prioridades, para elaborar el programa; es decir nuestro contrato con la ciudadanía.
Pueblo a pueblo, construyendo el futuro con las personas que ponen su confianza en nosotros. Para resolver mejor, en justa correspondencia, sus demandas.
Este es el objetivo de ese proyecto que llamamos EA2011 y que pusimos en marcha hace varios meses. Desde Bilbao a Doneztebe, pasando por Getxo, Donostia o Portugalete.
Las personas que aceptan participar en esos encuentros nos hablan de un partido con proyecto nacional nítido y con una forma de hacer política coherente y honesta.
Tomando esos valores como referencia, ahora, a demostrar que vamos a gestionar correctamente su confianza.

Es fundamental el esfuerzo común para esas elecciones de mayo. Como una piña, con las personas candidatas, llegando a todo lo que podamos (que es mucho).
Tenemos un proyecto en torno a las claves de igualdad de oportunidades, bienestar y justicia.

Tenemos claras nuestras diferencias con otros:
-impuesto de sociedades.
-urbanismo y crecimiento inteligente, ligado a desarrollo y a cohesión social.
-no duplicidad en el gasto por un modelo disgregador y que nos debilita (LTH)
-una política clara en el gasto.
-asegurar que no quiebre el estado del bienestar.

EA 2011: avanzar ahora y poner las raíces del futuro del proyecto fortaleciendo y agrandando nuestro patrimonio político.
Un referente a corto en el mes de mayo y a medio el 2011. Mucho que hacer con entrega e ilusión.
Con esfuerzo, lealtad y realismo. Con compromiso.
Los próximos tiempos van a ser muy importantes. No sólo por las elecciones, sino por las grandes cuestiones de país.
En nuestras manos está. Una piña en el objetivo común de los mejores resultados electorales. Para ello hago un llamamiento a los abertzales aquí presentes.
Porque EA representa un nacionalismo de otra manera, trabajando para el desarrollo de nuestro pueblo, seria y responsablemente, porque amamos nuestra patria, la patria vasca.
Queremos construir la nación vasca, de otra manera. Porque amamos nuestra patria Euskal Herria.

Gora Euskadi askatuta!!!!!!!!

Fuente: Begoña Errazti