Gorka Knörr, secretario general de Eusko Alkartasuna AL «DESENFOQUE» interesado que se ha vendido de la propuesta para la convivencia y normalización política hecha por el lehendakari, el secretario general de Eusko Alkartasuna Gorka Knörr une la palabra «prejuicio». Convencido de que hay una «orquesta absolutamente afinada para combatir» todo lo que llegue desde el Gobierno vasco, dicho responsable político apuesta por «trabajar, ponerse las pilas y tender puentes». «Lo que no haremos es dar la espalda a la mayoría que nos votó ni esperar a que en el 2004 las elecciones generales puedan abrir alguna puerta».

¿Qué impresión tiene tras haber comenzado ya la ronda de contactos del lehendakari con agentes sociales de cara a debatir sobre su propuesta de pacto de convivencia?

Estamos desgraciadamente muy acostumbrados al prejuicio. Se está produciendo un gran desenfoque del debate.En vez de ceñirse a la propuesta hecha por el lehendakari, en nombre de los tres partidos, hablan de otra cosa. Hay una muy mala intención detrás de lo que se está oyendo, viendo y leyendo que es la de tergiversar. A mí no me preocupa tanto que se inicien los contactos con determinados colectivos sociales y manifiesten sus opiniones. Pero algunas de ellas adolecen de lo mismo, de un prejuicio.


¿Hablamos de la postura mantenida por los empresarios vascos?


Sí. Yo no entiendo que se salga de una reunión después de cuatro horas con un comunicado que parece haberse hecho antes de la cita. Con todo ello, todos son muy libres de expresar lo que quieran y en algunos casos se debe ser extremadamente cauto porque sabemos que después se encontrarán con determinados titulares.


¿A qué cree que obedece ese ánimo de tergiversar?

Lo que constatamos es falsedades y mentiras desde el mismo día del discurso. Por ejemplo se dice que el lehendakari no habló de ETA y de las víctimas. Cualquiera que estuvo allí, sabe que eso no es verdad. Hay una orquesta absolutamente afinada para combatir una propuesta independientemente de lo que diga. A partir de ahí, se empiezan a hacer chistes de mal gusto con Puerto Rico, habla Aznar de balcanización…


¿Demasiados inconvenientes por todos los lados para seguir adelante?

Lo que EA sabe es lo que no hay que hacer, es decir, dar la espalda a los que nos han votado. Hemos optado por un programa que ganó las elecciones y con el que formamos un gobierno, hemos estado más de un año y lo seguiremos estando, cumplimiento con la prioridad de defender a las personas y los derechos humanos. Paralelamente, hemos empezado a poner blanco sobre negro las propuestas en materia de autogobierno. No se puede ofrecer un programa electoral y luego hacer justamente lo contrario.


¿Tiene alguna esperanza en el tiempo que le queda al PP de mayoría absoluta de que cambien su estrategia?

Ya hemos manifestado nuestro pesimismo en ese sentido. Existe una estrategia política del PP y un acuerdo tácito del PSOE de no mover absolutamente nada y de combatir la línea de actuación del Gobierno vasco. No es ningún secreto. Me remito a lo que dijo Alfonso Guerra cuando el PP presentó la Ley de Partidos, dijo que “Aznar está pensando más en reducir la base electoral del partido socialista que en combatir el terrorismo”. Son palabras de una persona con mucho peso en el PSOE. Nuestra reflexión es que es difícil esperar algo antes del 2003-2004. Y es verdad que el PSOE está atado de pies y manos a una estrategia porque si se mueve, pierde votos en el Estado. Y además, Zapatero acaba de decir que sí que tienen otra política pero que la haremos después de las elecciones. Ese es el panorama, pero nuestra obligación es responder a los que nos votaron.


Testimonios como el mediador irlandés Alec Reid ¿no van a remover algunas conciencias y a hacer recapacitar…?

Puede haber remotamente una minoría del Partido Socialista que sí que puede estar en esa onda de escuchar y no cerrar puertas. Pero, esa opción, siendo realistas, es absolutamente minoritaria. Y además el PP lleva una estrategia absolutamente de boicot a conferencias de paz o acercamientos de cualquier tipo. Y cuando dimitió Redondo, se comprobó. No quieren que se mueva nada. Pero, hay que seguir trabajando. Lo que no se puede hacer es decir, como éstos no quieren hacer nada, vamos a esperar hasta el 2004. Hay que tender puentes…


¿Es optimista en el sentido de que exista presiones desde fuera para que se empiece a trabajar en otra clave?

Cuando te aproximas a interlocutores europeos, ves un interés pero que choca con una incomprensión absoluta con que exista gente que esté matando. Además, he vivido la situación con tregua y sin tregua, y cuando la había, las puertas se abrían con una facilidad tremenda y esa es una reflexión que debieran tener el mundo de Batasuna y ETA.


Cuando llegue esa tregua, ¿será definitiva?

No me gusta hablar de tregua porque la frustración que produjo la anterior ha tenido en muchos de nosotros unos efectos devastadores. En cualquier caso, sí que es muy cierto que aquella tregua produjo unos efectos liberadores del ambiente social. Eso no lo puede negar nadie. Espero que entre el trabajo de todos, de esta propuesta política del lehendakari y de la inteligencia de muchos, pueda devenir un escenario de tregua porque haría verdad lo que tantas veces hemos dicho no solo nosotros, que la Euskadi del siglo XXI es la que quieran los vascos y vascas. Y reproduzco palabras del señor Ramón Jaúregi en 1995 cuando vino de Quebec. Y ahora nos parece que hay un abismo entre nosotros, y eran palabras de Jaúregi…


Sin embargo, esa incomunicación sigue…

La estrategia, equivocada, es muy clara y o mucho me equivoco o vamos a llegar al 2004 sin haber resuelto para nada el problema de ETA y además en unas condiciones de dificultades económicas a nivel de Estado español. De las que nadie habla.


¿Por qué lo dice?

Nuestra economía vasca real es potente y con posibilidades no sólo actuales sino de futuro, mientras que la economía española va a tener dificultades a corto plazo ya que está viviendo de las rentas en torno a las ayudas europeas y del capital dispuesto tras la privatización de las empresas públicas. Pero cuando el PP tenga que gestionar una economía española sin el dinero de las empresas públicas privatizadas, con recorte de ayudas europeas, se puede precipitar una crisis en el Estado que ojalá ayude a que algunos se den cuenta de que aquí se utiliza el terrorismo no sólo para el nacionalismo vasco, que también, sino para tapar las vergüenzas del Estado.


«Los contactos con otras fuerzas de cara a elecciones se harán después de la Asamblea Nacional, no antes»

TRAS HABER «zanjado y olvidado» la reciente polémica por el acto de aniversario del Estatuto, «debida a un fallo de comunicación», la cita más inminente de Eusko Alkartasuna es la Asamblea Nacional, a celebrar el día 18, donde ya se hablará en clave de elecciones. Sin embargo, Gorka Knörr se muestra completamente opaco al avanzar posibles coaliciones o, contactos con el PNV o con otras formaciones como Aralar. Tan sólo se le arranca un «¿Por qué no?.


¿Zanjada la polémica abierta por el acto público del aniversario del Estatuto?

Zanjada y olvidada


¿Celebraron este viernes reunión del seguimiento del pacto?

Sí. Lógicamente para tratar otros asuntos también. Evidentemente, aclaramos ese asunto puntual. Pero lo importante es que el Gobierno y los tres partidos funcionen con la máxima coordinación. A nadie se le escapa que estamos viviendo un momento político importante.


¿No hay crisis en el Gobierno?

No. Lo que sí que creo es que de situaciones como éstas, hay que aprender, hay que mirar para delante. Y delante tenemos unos meses que nos preocupan sobre todo por el componente de traslación a la opinión pública vasca y estatal.


De momento, lo que ya llegan son las elecciones y ya la próxima semana se reúne la Asamblea Nacional de EA…

Sí, el día 18. La Asamblea Nacional de Eusko Alkartasuna hará un examen exhaustivo de todas las variables electorales que, a nadie se le escapa, tienen una multiplicidad añadida por el momento que vivimos y por circunstancias como la ilegalización de Batasuna. Por esto, se exige, por responsabilidad, un análisis muy profundo que es lo que va a hacer la asamblea. Por ello, los eventuales contactos con otras fuerzas de cara a elecciones se iniciarán una vez que la Asamblea General faculte a la Ejecutiva, no antes.


¿Se hablará con el PNV?

De ello no vamos a hablar públicamente. Lo que siempre hemos pedido desde la Ejecutiva es que haya una lealtad mínima y por tanto, los temas se traten dentro del partido. Y en esa dirección vamos a seguir trabajando.


En cualquier caso, ¿Aralar puede ser una de las formaciones con las que contactar?

¿Por qué no?


¿Cree que finalmente Batasuna se podrá presentar a esas próximas elecciones?

Yo soy pesimista porque la estrategia del PP es muy clara: quieren un horizonte electoral sin Batasuna, sin papeletas, pero que sí que esté como una piña para que no haya sangrías hacia PNV o EA. El PP necesita a ETA, con la baja intensidad que se quiera, para combatir al nacionalismo vasco y necesita a Batasuna bien ilegalizado pero bien apiñado para que no crezca la opción electoral mayoritaria por vías democráticas y pacíficas indudables.

Fuente: Gorka Knörr