Hoy comparezco ante ustedes para presentarles el Plan Interinstitucional de Empleo 2003-2006 elaborado por el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social y aprobado por el Consejo de Gobierno el pasado 22 de julio. Un instrumento que será en los próximos años la piedra angular para la creación de empleo. Y para la mejora de su calidad.

A lo largo de estos años de autogobierno, poco a poco; sin prisa, pero sin pausa los frutos están ahí. Se mire por donde se mire.

Situación actual del mercado de trabajo

Permítanme, antes de abordar los contenidos recogidos en el Plan de Empleo 2003-2006 que me extienda en el diagnóstico de cuál es la situación actual de nuestro mercado de trabajo; cuál ha sido su evolución desde la puesta en marcha del anterior Plan de Empleo (2000-2003); y cuál ha sido su evolución respecto a Europa. Porque entiendo, y ustedes coincidirán conmigo, que un análisis real es la pieza básica, ineludible, para abordar unas políticas realistas, pegadas al suelo.

Los datos del tercer trimestre de 2003 del mercado laboral en la CAPV ofrecen una cifra récord de 905.000 ocupados, con un incremento de 13.800 personas más durante el presente año, según la PRA.

La tasa de ocupación se eleva hasta el 64%, con una subida de 1,2 puntos en los tres primeros trimestres.

Por otro lado, en lo que va de año hemos reducido la tasa de paro desde el 9% al 8,1%. Y en el tercer trimestre se sitúa una décima por encima de la media de los países de la Unión Europea.

El número de desempleados, al cierre de septiembre ha sido de 72.515. El saldo a lo largo de 2003 presenta un descenso de 6.979 personas desempleadas.

La tasa de empleo entre 16 y 64 años, uno de los indicadores que mejor sintetiza los objetivos de la política de empleo, se sitúa en la CAV en el 64%, a 6 puntos del objetivo de Lisboa para 2010 (70%). La evolución respecto a la media europea ha sido más positiva, porcentualmente en el periodo 2000-2003 la mejora ha sido del 11%, frente al 2,8% de la UE.

Otro de los datos fijados en Lisboa es el de la tasa de empleo entre 55 y 64 años. En la actualidad la CAV está en el 41,3% y el objetivo para 2010 es del 50%. En el periodo de vigencia del anterior Plan de Empleo hemos incrementado la tasa en 7,4 puntos, y hemos crecido en este tiempo el 23,5%, mientras que la UE lo ha hecho el 8%.

Asimismo, les diré que la tasa de empleo femenino, otro de los retos de Lisboa, de la CAV está en el 51,9% a 8,1 puntos del objetivo para 2010 (60%). La mejoría entre 2000 y 2003 ha sido de 7,4 puntos. En relación con Europa, nuestra evolución ha sido mucho más positiva, creciendo el 19% frente al 5% que ha subido la media europea.

Como consecuencia de las evoluciones de la población ocupada y parada, la tasa de actividad alcanza en la actualidad el 55%, con un incremento de enero a septiembre de 4 décimas.

En el debe de la actual situación, hay que referirse a la tasa de empleo juvenil (16-24 años), que se situó en el tercer trimestre de 2003 en el 32,3%, muy por debajo de la media europea, con la que a día de hoy todavía mantenemos un diferencial negativo de 10 puntos. Además, con una peor evolución, aunque en el periodo de vigencia del anterior Plan, el aumento ha sido de 1,5 puntos.

La tasa de paro juvenil supone una de las más claras preocupaciones identificadas en el Plan de Empleo, de cuyas líneas de actuación para hacerla frente luego tendremos oportunidad de abordar. En la actualidad representa el 21,1%. A pesar de que estamos peor que la media europea, es justo reconocer que durante el periodo 2000-2003 la mejoría ha sido de 11,4 puntos, con especial incidencia en el colectivo de mujeres. Asimismo, nuestra evolución ha sido mucho más positiva que la de la UE en este tiempo: 35% de subida frente al 15% de media europea.

Otro aspecto negativo es la alta proporción de temporalidad que caracteriza a nuestro mercado laboral (más industria y una alta concentración de microempresas), que tampoco tiene visos de corregirse a pesar de nuestros esfuerzos, a pesar de que el comportamiento entre 2000 y 2003 ha sido positivo, dándose una reducción del 2,1%.

Las personas con contrato indefinido disminuyeron por encima del 1% en el segundo trimestre, mientras los contratos temporales aumentaron casi un 6%. En la actualidad un tercio de la población asalariada de la CAV está vinculada a su empresa con contratos temporales. Una evolución muy pareja a la del conjunto del Estado, aunque esta cuestión en ningún caso nos debe servir de eximente.

En resumen, la mayoría de los indicadores clave del empleo en la CAV todavía no alcanza la media europea, aunque sí que lo hace y supera en los datos que tienen que ver con la tasa de empleo y de paro masculino, excepto en lo concerniente a los jóvenes.

No obstante, existe una tendencia positiva que nos permite mirar al futuro con esperanza: con los datos en la mano correspondientes al periodo comprendido entre 2000 y 2003 (ámbito temporal de cobertura del anterior Plan de Empleo), nuestra evolución ha sido mejor que la de la UE. Sólo en 3 de los 27 indicadores estudiados el saldo evolutivo ha sido peor. Indicadores que, nuevamente, tienen que ver con el empleo juvenil correspondiente a los hombres.

Mantener esta buena evolución, recortar estas diferencias y, en definitiva, acercarnos al objetivo de la convergencia real constituyen el principal objetivo de las instituciones vascas y el reto de este Plan Interinstitucional de Empleo.

Que estos esfuerzos tengan su fruto, requiere de la coordinación de los distintos niveles institucionales, cada uno desde sus propias responsabilidades y competencias, así como del impulso, apoyo y participación de los agentes económicos y sociales.

El nuevo Plan de Empleo 2003-2006, que hoy les presento, busca precisamente no ya mantener ese liderazgo en materia de creación de puestos de trabajo, sino intensificarlo.

Y con este objetivo estratégico, y sin renunciar en ningún caso a disponer a futuro de todos los instrumentos de creación de empleo, este Plan va a impulsar nuevas medidas que contribuyan de manera efectiva a mejorar los niveles y la calidad del empleo. Además, claro está, de la capacidad de inserción laboral de los colectivos con problemas de exclusión o en riesgo de padecerlos.

Para eso, es preciso dirigir nuestros esfuerzos hacia una política de empleo propia, aprovechando al máximo nuestra experiencia acumulada y el desarrollo con recursos propios de materias cuya competencia legalmente nos corresponde, pero que, sin embargo, por la cicatería del Gobierno español no nos han sido transferidas.

Y ésta será nuestra línea de actuación: cumplimiento del Estatuto de Gernika mientras que los vascos y las vascas no decidan libre y democráticamente su cambio, (por cierto, una legalidad que otros vulneran un día sí y otro también); pero sin renunciar a impulsar políticas que supongan más empleo y que éste sea de calidad.

Lo cual no es óbice, sino todo lo contrario, para que este Gobierno continúe, mientras tanto, reivindicando y trabajando sin descanso por conseguir las transferencias pendientes a las que tenemos derecho. Seguiremos ofreciendo diálogo y acuerdo, aunque, como hasta ahora, sólo recibamos descalificaciones y amenazas como respuesta a nuestra mano tendida. Y cada vez más.

El Gobierno vasco, en el marco de este Plan, se dotará de las herramientas de políticas activas de empleo que considere necesarias para eliminar los obstáculos que impiden a los ciudadanos desempleados su inserción laboral. Un eventual proceso de transferencias o un cambio legal en la materia, sin duda haría que se revisaran estas políticas y, especialmente, su manera de administrarlas.

Señoras y Señores parlamentarios, este Plan de Empleo 2003-2006 responde a una realidad incontestable: Los viejos modelos, los sistemas obsoletos y alejados de nuestra realidad no son la solución.

Como no podía ser de otra forma, la reducción de los niveles de desempleo y el incremento de las tasas de actividad se configuran como objetivos básicos del nuevo Plan de Empleo.

El problema del desempleo ha pasado de ser un fenómeno muy extendido en la sociedad vasca a ser en la actualidad un fenómeno restringido y caracterizado, en buena medida, por una problemática ligada a grupos y personas de difícil inserción social. Nos referimos a los colectivos de mujeres, de jóvenes y al de los parados de larga duración. A los que habría que sumar una problemática emergente, como es la relativa a los inmigrantes, y el colectivo de los inactivos, principalmente mujeres.

Objetivos

Tomando en consideración el diagnóstico realizado sobre la situación y perspectivas del mercado de trabajo en la Comunidad Autónoma de Euskadi, por un lado, y las recomendaciones europeas plasmadas en los objetivos fijados sobre esta materia, por otro, el Plan de Empleo, entendido como guía y compromiso para la acción del Gobierno Vasco para los próximos años, se plantea con las siguientes orientaciones generales:

· Liderazgo de la política de empleo
· Dar prioridad a las medidas preventivas
· La orientación laboral como eje de la política de empleo
· Acceso unificado al sistema. Lo que se denomina ventanilla única
· Adecuación de la política de empleo a las necesidades de los distintos colectivos
· Una política que combata los desequilibrios entre hombres y mujeres
· Adaptación e interacción con el entorno local
· Homogeneidad y equidad en la actuación
· Inserción laboral e inserción social: coordinación con otros agentes públicos
· Coordinación de la política de empleo y política de empresa
· Fomento de la estabilidad y la calidad en el empleo
· Y, por último, el Plan contempla como piedra angular de nuestra política la creación de un Servicio de Empleo propio

Objetivos generales

Los objetivos generales se plantean en términos de aumento de los niveles actividad laboral y de reducción del desempleo, en una línea de aproximación a la media de los existentes en la Unión Europea y a los objetivos marcados por la Estrategia Europea de Empleo.

Antes de pasar a enumerarles los objetivos del Plan, es preciso destacar que los mismos se han fijado desde una posición, quizás de excesiva prudencia, dada la situación de desaceleración económica que se registraba hasta hace sólo unos meses en nuestro ámbito y en el conjunto de los países occidentales. Y la incertidumbre que ha caracterizado las perspectivas económicas a corto y medio plazo.

· Tasa de empleo. El objetivo es situar la tasa de empleo en la CAPV en el 65% para 2006 (en Europa, el objetivo fijado es 70% para 2010). Esto implica la creación de aproximadamente 33.000 empleos en este periodo. (En 2002, fue del 62,5%, según Eustat, alrededor de dos puntos por encima de la estatal)

En cuanto al colectivo femenino la previsión es la de un incremento absoluto de 22.000 empleos, dos terceras partes del aumento global.

Para ello, el Plan prevé acciones hacia este colectivo, como, el fomento de los entornos flexibles de formación, la acción positiva para lograr compromisos de contratación de mujeres o el estímulo del empleo de calidad. Y otras, que ustedes tienen ya en el propio plan que se les ha remitido.

· Tasa de actividad. Se plantea un objetivo de tasa de actividad del 54,5% para el conjunto de la población en 2006 y del 44% para las mujeres. (En 2002 fue del 54% EPA), muy similar a la del Estado. Esto significa que la casi totalidad del aumento en el nivel de actividad correspondería al colectivo femenino (14.000 mujeres activas más). Con este fin, el Gobierno favorecería la guarda legal y la excedencia laboral por el cuidado de hijos e hijas; la conexión con recursos sociales (guarderías y centros de día para la tercera edad); y la recualificación profesional para aquellas mujeres que hayan interrumpido su vida laboral y quieran retomarla…por citar algunas de las líneas de intervención que ustedes tienen de forma exhaustiva en el Plan.

· Tasa general de Desempleo. Se formula el objetivo de reducción de la tasa general de desempleo a un 7% (En 2002, se situó en el 8,3%) y de la de desempleo femenino al 11% para 2006 (En 2002, era de un 12,1%). De este modo, el número de personas en paro se cifraría en 69.000 (Frente a las 81.000 de 2002) de las que 45.000 sería mujeres (mientras en 2002 fueron 48.000). En cuando al colectivo de jóvenes entre 16 y 24 años, la tasa de desempleo de 2002 se sitúa en un 12,8%, tras un drástico descenso desde 1996 (33,9%). Se plantea como objetivo alcanzar una tasa del 9% en 2006.

Finalmente, en cuanto al desempleo de larga duración (con más de 12 meses en paro), el objetivo propuesto en el Plan supone que este colectivo pase de representar en la actualidad un 37,8% del total de desempleados a un 30% en 2006. (En 2000 fue del 55% y en 2001 del 44,8%).

En función de los datos y tendencias económicas y del mercado de trabajo que hoy conocemos y que han variado sensiblemente y en poco tiempo de los que sirvieron de base para concretar los objetivos cuantitativos del presente Plan, el Gobierno estaría dispuesto en el transcurso del debate a revisar los mismos al alza.

Una actualización que, por otra parte, ya venía contemplada en el propio Plan de Empleo en el caso de que, y cito textualmente: “las circunstancias del entorno institucional o del mercado de trabajo pudieran cambiar considerablemente en poco tiempo”.

Líneas de actuación

Como ya les he señalado antes, el Plan de Empleo desarrollará e incentivará políticas de empleo y formación en aquellos colectivos en los que se concentra el índice más alto de paro. Estamos hablando de los siguientes grupos: jóvenes, mayores de 45 años, mujeres, personas con discapacidades y personas en riesgo de exclusión social. También se contemplan medidas destinadas al colectivo de desempleados susceptibles de promover empresas o de autoemplearse.

Cada tipo de problemática que obstaculiza el acceso a un empleo tiene el tipo de intervención mas adecuado para superar el obstáculo en cuestión.

La normativa que regula la administración de estas intervenciones o políticas va a ser revisada a lo largo del presente ejercicio, para su entrada progresiva en vigor conforme avance el despliegue de Lanbide.

El Servicio Vasco de Empleo, Lanbide, será el principal agente encargado de prescribir y proporcionar el acceso de los ciudadanos a estas políticas de empleo.

Lanbide, Servicio Vasco de Empleo

La gran apuesta de este Plan de Empleo 2003-2006 es Lanbide, Servicio Vasco de Empleo. Un instrumento de nueva creación cuya función es materializar la política de empleo del Gobierno vasco en el ámbito de sus competencias.

Para ello, se pondrán en marcha políticas personalizadas, voluntarias, gratuitas, es decir -y aquí radica la gran diferencia- A LA CARTA, en las que la atención será similar a la de un médico de cabecera, pero del empleo, cuya misión será hacer un diagnóstico individual, y en función de ese diagnóstico, recetar el tratamiento más apropiado para mejorar las opciones de acceso al mercado de trabajo de cada persona.

A título de marco de situación y de forma gráfica, los principales conceptos asociados al Servicio son:

· LANBIDE será un servicio adscrito a la Dirección de Empleo y Formación del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco. Y éste será el responsable de su creación y mantenimiento.

· LANBIDE contará con unos servicios centrales y una red de alrededor de 30 oficinas territoriales. Las tres primeras serán Agurain, Basauri e Irun.

· Para la gestión de LANBIDE, la Dirección de Empleo y Formación contará con la Sociedad Pública Egailan, S.A.

El coste total estimado para LANBIDE es de 21,2 millones de euros, entre los años 2003 y 2006. En este sentido, hay que decir que no supone un coste añadido, ya que lo que se va a hacer ya estaba contemplado en anteriores partidas presupuestarias de pasados ejercicios.

El año 2004 está previsto abrir, a modo de experiencia piloto y como ya les he señalado, las tres primeras oficinas, de las 30 que se pretende implantar en ese horizonte del 2006.

Como servicios directos al cliente Lanbide tendrá los siguientes:

· Información
· Orientación
· Prescripción de medidas, que a su vez integran los de: Formación y prácticas. Colocación. Promoción empresarial y autoempleo. Y, finalmente, aquellos que tienen que ver con las ayudas a la contratación.

En lo que se refiere a la otra gran área de actuación, la que se centra en los servicios internos de apoyo, los ámbitos sobre los que trabajará Lanbide son los relativos a la prospección, la evaluación y control de calidad, el asesoramiento y los contenidos informativos del mercado de trabajo, la investigación y desarrollo de los servicios, así como la integración, coordinación europea y gestión de los fondos comunitarios.

Langai se integrará en Lanbide. De esta forma, el Servicio de Intermediación que realizaba a través de alrededor de 200 organismos colaboradores, pasará a realizarse por las oficinas de Lanbide.

Lanbide en el papel de lo local en la política de empleo

El Servicio Vasco de Empleo no estará sólo en el conjunto del territorio. Deberá convivir con otros agentes que desarrollan sus propias políticas con incidencia en el empleo, como son el INEM y otros agentes locales.

Lanbide, dentro del papel que debe desempeñar en el ámbito de lo local en la política de empleo, cumplirá una doble función: la de gestor y la estratégica. En cuanto a la gestión se encargará de la atención personalizada a los desempleados y de la puesta en práctica de los programas públicos del Plan de Empleo para responder a las necesidades del territorio.

En su vertiente estratégica, Lanbide responderá, en el caso de que en el territorio no exista un nivel de desarrollo suficiente por parte de los agentes locales, de animador de la coordinación interinstitucional de las políticas de empleo. Dentro de esta vertiente tiene la tarea primordial de establecer un diagnóstico territorial. Al objeto de que en cada momento se conozca cuáles son las necesidades específicas y cuáles los medios precisos para ponerlas en marcha.

En todo caso, los esfuerzos dirigidos a removilizar la demanda de empleo se materializarán a través del proyecto de Servicio Vasco de Empleo. Se trata, por tanto, de una función básica que debe ser desarrollada de manera uniforme en todo el territorio, y cuya infraestructura debe ser proporcionada por el Gobierno vasco.

Proceso gradual

Lo que busca Lanbide es un mayor y mejor aprovechamiento de los recursos económicos que hoy por hoy están en nuestra mano, pero que, sin embargo, son gestionados a través de colaboradores del Departamento (más de 200 centros), lo cual impide optimizar el rendimiento.

Evidentemente, habrá un tiempo de tránsito, en el que convivan el actual modelo (que comprende a la red de colaboradores de Langai (33) y a la red de servicios de orientación) y Lanbide.

En tanto en cuanto se traspasan las competencias pendientes del INEM, el Servicio Vasco de Empleo dispondrá inicialmente de las oficinas propias de LANBIDE, así como de los centros colaboradores en orientación y en colocación con convenio de colaboración en vigor.

Una vez materializadas las transferencias del INEM, se integrarían con Lanbide las oficinas y los centros de FP que dicho Instituto tiene en la CAPV.

Apuesta por la concertación

Como ha quedado de manifiesto a lo largo de mi comparecencia, el éxito de este enfoque no es posible sin un verdadero trabajo en común de todas las administraciones implicadas, tanto en el análisis de las necesidades, como en la puesta en práctica de los dispositivos, así como en la vigilancia, la evaluación y la adaptación permanente de dichos dispositivos. Es conveniente contar con una estructura de concertación a la que se llega mediante el diálogo permanente con todos los agentes institucionales y sociales.

Y aquí quisiera destacar la gran importancia que tienen los agentes sociales para el éxito de cualquier política de empleo. Es muy difícil llegar a acuerdos sin contar con su colaboración, tanto por su presencia e influencia económica como por su representatividad en el tejido social.

Pactos interinstitucionales

Hay que reconocer y el Gobierno vasco así lo hace, señoras y señores parlamentarios, que los avances logrados en la coordinación de políticas durante los últimos años han sido escasos, por lo que en este nuevo Plan se ha optado por una fórmula de coordinación de políticas más pragmática definida por la figura del Pacto interinstitucional. Un modelo que parte de dos principios:

· El reconocimiento de la autonomía de los diversos agentes institucionales en cuanto actúan con sus propios recursos

· El concepto de geometría variable en cuanto a la coordinación entre agentes, que puede referirse a los siguientes ámbitos:

· Territorial

· Tipo de acción política a desarrollar

· Agentes implicados en el Pacto

· Instrumento de coordinación

La variable de Pacto de mayor compromiso es la de los Proyectos para el Empleo, cuya generalización en el ámbito local constituye una de las ambiciones de este Plan.

Los Proyectos para el Empleo suponen, sin duda, la forma más comprometida de Pacto Interinstitucional y la más efectiva. Para cuya solución los agentes que intervienen adquieren compromisos muy concretos determinados por un riguroso sistema de gestión de proyectos. Un modelo que es más productivo que las técnicas clásicas basadas en la mera gestión presupuestaria.

En esta línea argumental, creemos que el Pacto Interinstitucional para el Empleo firmado el 21 de mayo entre las diputaciones forales de Bizkaia y Gipuzkoa y Eudel es el camino a seguir. En este punto, quisiera hacer una invitación explícita a la Diputación de Alava para que suscriba el acuerdo. Como lo dijimos en su momento, el Gobierno vasco y este consejero están abiertos a hablar siempre y en todo lugar para extender este pacto que interpretamos que sería bueno para los alaveses como lo es para el resto de ciudadanos de la CAPV.

Ley de empleo.

El presente Plan contempla nuevas regulaciones jurídicas en el ámbito de la CAPV.

El instrumento básico para ello es la elaboración de la Ley Vasca de Empleo. El proceso de tramitación de la nueva ley permitirá el desarrollo de un debate entre las fuerzas políticas hasta la articulación de unas bases coherentes y eficaces para abordar el problema del desempleo desde una perspectiva moderna y dando respuesta a los criterios y requerimientos de la Comisión Europea en la materia, pero siempre desde una óptica propia.

Nuestro compromiso, señoras y señores parlamentarios, es presentar en el Parlamento el proyecto de Ley durante el próximo año 2004.

Gestión del plan.

Es un compromiso del Gobierno vasco y del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social poner en marcha de una vez por todas el Consejo Vasco de Empleo. Un órgano que ya estaba previsto en el Plan Interinstitucional 2000-2003 y que sin embargo, por discrepancias en cuanto a la representación de los agentes sociales, no se ha podido reunir durante este período.

El Gobierno y así está recogido en el Plan de Empleo 2003-2006 considera indispensable recuperar la figura del Consejo Vasco de Empleo.

Como conclusión y a modo de resumen

Como conclusión a mi intervención, les diré que el Plan de Empleo 2003-2006 diseña una política propia de empleo para responder a los problemas específicos que tiene planteados en estos momentos la CAPV, como son la inserción laboral de los desempleados, la consolidación del empleo existente y la mejora de su calidad.

Para ello, cuenta con una dotación presupuestaria de 260 millones de euros para el periodo 2003-2006 (más de 43 mil millones de las antiguas pesetas).

El presente Plan se sustenta en cuatro grandes ejes:

1.- Fija las políticas de empleo a través de líneas de intervención específicas y concretas, principalmente en aquellos colectivos de más difícil inserción sociolaboral.

2.- Crea un Servicio Vasco de Empleo, Lanbide, cuya vocación es liderar las políticas de empleo en la CAV.

3.- Apuesta de forma decidida por la coordinación interinstitucional y la concertación.

4.- Y contempla nuevas regulaciones jurídicas, cuyo instrumento básico es la futura Ley Vasca de Empleo.

Y lo hace desde una política que está en consonancia con las directrices acordadas por la Unión Europea y que se ajusta a su ámbito competencial. Por supuesto, sin renunciar a ampliarlo.

Fuente: Joseba Azkarraga