Entrevista Zirri eginez en GARA
Aún recuerda, entre carcajadas entrañables, las siglas de su primer amor: K.Z. Desde entonces, y hasta que halló ´el buen partido´ con el que soñaba y al que hoy es fiel, se ha afiliado ´a las siglas necesarias´. Tampoco quiere concretar Begoña Errazti cuántas legislaturas lleva junto al candidato al que votó por última vez, porque más que el pasado le interesa el futuro. Eso sí, asegura que fueron sus mejores elecciones.

- Un motivo para aceptar un tripartito.

Sería muy difícil, no lo aceptaría, sobre todo por lo del equilibrio y la confianza. Hoy, al menos, no alcanzo a entender esa situación, aunque me parece estupendo que elija esa opción quien crea que en su caso es bueno.

-¿Son fundamentales los estatutos?

Aunque no estén escritas, sí hay normas.

- Las decisiones, ¿por mayoría absoluta?

Sí. Siempre hay que llegar a acuerdos, y el diálogo es la única vía.

- En su caso, ¿hay reparto de carteras en los momentos íntimos?

No, en esos momentos lo único que debe haber es cariño, ternura, aprecio…

- El primer punto del orden del día en una nueva relación.

La confianza.

- Supongamos que se enamora de alguien de la oposición. ¿Cómo sería?

Una persona seria que inspire confianza, con sentido común y mucho sentido del humor. Pero hoy no hay candidatos.

- Su voto en un referéndum para elegir el parlamentario navarro más sexy.

No hay suficiente nivel. Digamos que no se dan las condiciones previas.

¿Por qué resulta más fácil coquetear con el PNV que con el PP?

No es mi caso. Y, políticamente, también le veo muy difícil.

- ¿Cómo reacciona cuando es la segunda de la lista?

Nunca suelo ser la segunda. Normalmente me trato de igual a igual.

- ¿Por qué no hay que abstenerse?

Porque en la vida hay que apostar fuerte.

¿Hay amores antidemocráticos?

Claro que sí. Hay muchas relaciones que generan dependencia y frustración, aunque, en realidad, no son amores.

¿Qué defiende más en una pareja: la independencia, la autonomía o la autodeterminación?

La independencia pero, al mismo tiempo, el compromiso mutuo. Siempre se aspira a la independencia para vivir mejor, ¿no?

¿Alguna promesa falsa en campaña para ganar votos?

No prometo lo que creo que no puedo ofrecer. No suelo mentir; en todo caso, me callo.

¿Revisión cada cuatro años?

No, continuamente. La reflexión es fundamental.

¿También una jornada entera?

Mi jornada de reflexión fue anterior; no me casé por la iglesia.

¿Teme los gabinetes de urgencia?

Si lo conforman los implicados, es bueno, aunque también me ayudan mucho los amigos en los que confías

La erótica del poder o el poder de la erótica. ¿Qué le atrae más?

El poder no tiene ninguna erótica. Normalmente, es trabajo, soledad…

¿Cuál es su estrategia personal para que él no cambie de voto?

Ser yo misma, para lo bueno y lo malo.

¿Y si amenaza otra cabeza de lista?

Yo siempre apuesto muy fuerte por lo que me interesa en la vida.

¿En qué se parece el nerviosismo de la víspera de unas elecciones y la de la primera cita?

Ante las urnas, para ese día normalmente ya está el trabajo hecho. Es más emocionante la segunda, porque sientes como que eres otra vez nueva en esas lides. La expectación juega mucho.

¿Y si no se cumplen las expectativas?

Me siento bien. Siempre que no sientas dependencia, no se genera ninguna frustración.

El mejor piropo que ha oído en los pasillos del Parlamento

Hoy mismo me han dicho ´¡Estás guapísima!´ Y me ha hecho ilusión, sobre todo porque me lo ha dicho uno de la oposición.

Fuente: Begoña Errazti