La Ejecutiva Nacional de Eusko Alkartasuna y nuestros representantes políticos en las diferentes Instituciones en las que participan ante los acontecimientos que vienen marcando la actualidad política de Euskal Herria en los últimos tiempos, queremos hacer público las siguientes reflexiones:

1.- La irrupción nuevamente sangrienta de ETA en la vida de este país ha traído, una vez más, el dolor y la indignación a la inmensa mayoría de la ciudadanía.

Lejos de asumir, de una vez por todas, el mandato de la ética y de la voluntad soberana de la ciudadanía vasca, ETA ha optado por perpetuarse en su atroz actividad de terror y crueldad.

Nuestra repulsa ante sus crímenes sólo es comparable con el desprecio que ETA demuestra a la vida y la libertad de las personas y del pueblo que, cínicamente, dice defender.

2.- Paralelamente, y al calor de la violencia injustificable de ETA, asistimos a una ofensiva intolerable contra las instituciones de que se ha dotado este pueblo. Una ofensiva que, día tras día, va subiendo en intensidad, erosionando peligrosamente los cimientos del autogobierno vasco.

Desde la consecución de la mayoría absoluta en el Estado español, el Partido Popular pretende retrotraernos en el tiempo con actitudes y actuaciones que ponen en peligro la propia esencia del sistema democrático.

El PP ha confundido mayoría absoluta con absolutismo impune. Porque ninguna mayoría puede justificar el brutal recorte de libertades y derechos ciudadanos y la eliminación del sistema de división de poderes que ha llevado a cabo y que, por desgracia y a tenor de sus posicionamientos públicos, no ha tocado aún techo.

3.- Sin embargo, se equivoca quien piense que esta situación responde a la improvisación o tiene un curso aleatorio.

Aprovechando el escenario que le sirve en bandeja la ceguera política y la miseria ética de ETA, Aznar y su gobierno han diseñado una estrategia, cuya meta, lejos de buscar caminos de solución, es consumar la política de tierra quemada con la que pretende arrasar las libertades individuales y colectivas de nuestro pueblo.

Toda ella arranca de lejos: formalmente, y tras el antecedente encarnado en el espíritu de Las Ventas, hay que situar su origen en la firma del erróneamente denominado Pacto Antiterrorista, que no fue sino el triste corolario al cúmulo de zancadillas y obstáculos con el que se malogró el periodo de tregua comenzado en septiembre de 1998 y que fue la mayor oportunidad para la paz que ha vivido este país en los últimos años.

Porque ese pacto no fue concebido como un instrumento para terminar de una vez por todas con ETA, sino con el objetivo de deslegitimar la causa del nacionalismo vasco comprometido con las vías pacíficas, políticas y democráticas.

Un propósito confesado abiertamente por Mayor Oreja, cuando sentenció, pese a los tibios desmentidos del PSOE, que la razón de ser del Acuerdo supuestamente antiterrorista era frenar al nacionalismo vasco. Explicitado más descarnada y miserablemente por Mariano Rajoy, al admitir que ´la sustitución del actual Ejecutivo vasco forma parte de la estrategia antiterrorista del Gobierno´. Y, finalmente, remachado por el propio Aznar, quien, a la vista de los resultados electorales del 13-M que laminaron sus planes, fue transparente: ´La sociedad vasca no es madura´.

4.- Desde la firma de ese pacto entre el PP y su rehén, el PSOE, se han sucedido las vulneraciones de derechos, al amparo del clima propicio que políticamente ETA brinda a los intereses del Gobierno de Aznar.

El repaso de la escalada de despropósitos jurídicos y políticos sería interminable. Desde una Ley de partidos que se elabora como un traje a medida del fin previamente fijado, hasta las modificaciones legislativas, sean del código penal, de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y otras más con el objetivo de incumplir con el exigible fin resocializador del sistema penitenciario. Pasando por la ilegalización, teledirigida desde el propio poder ejecutivo, de una fuerza política cuya eliminación del mapa político vasco no significa, ni mucho menos, la desaparición del importante segmento social que la alimenta.

Sin olvidar, el cierre del único medio de comunicación diario escrito en euskara; la deshumanización del conflicto con el aumento del sufrimiento para los presos y, sobre todo, para sus familias; los ataques inmisericordes contra la cultura vasca, la UPV y el sistema educativo vasco en general…, por no eternizarnos en un inacabable y penoso etcétera de actuaciones que destilan ese espíritu tan genuinamente franquista de odio hacia todo lo vasco.

Un rosario de agresiones, calumnias y mentiras que vive ahora su penúltimo episodio en la vulneración de un principio clave en un estado de derecho, como es el de la separación de poderes y que ha llevado a la Sala especial del artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, del Tribunal Supremo, a una intolerable injerencia en el funcionamiento y la autonomía del Parlamento Vasco.

5.- En suma, y aunque resulte tan lamentable como demoledor constatarlo, en el punto de mira de la estrategia diseñada desde los despachos de La Moncloa, y secundada servilmente desde Ferraz, no está la abominable violencia de ET A, sino el derecho de los vascos y las vascas a decidir su presente y su futuro sin coacción de ningún tipo.

6.- Frente al asesinato y la coacción con la que ET A se empeña en martirizar a este pueblo, y ante la involución política que, so pretexto de la existencia de ETA, apadrina el PP y su fiel vasallo político, el PSOE, Eusko Alkartasuna quiere hacer saber a la opinión pública que jamás renunciará a los ideales democráticos que inspiraron su nacimiento, hace ya casi dos décadas, y que mantendrá su firmeza en la defensa de esos objetivos a través, como siempre lo ha hecho y su intachable trayectoria lo acredita, de las vías pacíficas y políticas.

Reiteramos, una vez más, nuestro respeto al pluralismo político existente en Euskadi.

Ratificamos, aquí y ahora, nuestra decidida voluntad de defender a ultranza las actuales instituciones democráticas donde reside la voluntad soberana de nuestro pueblo.

La misma decidida voluntad que nos va a seguir impulsando a defender a ultranza el derecho de este país a dotarse del marco jurídico que libremente decidan sus ciudadanos y ciudadanas, y de que sea cual sea ese marco, éste encuentre cauces para su materialización.

7.- Eusko Alkartasuna quiere advertir, igualmente, de que ese compromiso en la defensa de estos postulados lo adoptamos, en primer lugar, ante quienes, en el nombre de un pueblo cuya representación ilegítimamente se arrogan, eliminan físicamente a quienes ha elegido el pueblo.

Pero también ante los que pretenden ilegal izar y perseguir ideas.

8. En coherencia con este compromiso, EA defenderá hasta las últimas consecuencias la legitimidad absoluta de todos y cada uno de los representantes elegidos el pasado 25 de mayo por los votos de los ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria Sur.

A pesar del evidente y denunciable déficit democrático que supone la amenaza de ETA a muchos concejales y cargos de nuestro país.
Y a pesar, también, de la adulteración ilegítima de unos comicios en los que se ha impedido el concurso de una opción política.

Nuestros ediles, nuestros alcaldes, nuestros parlamentarios forales y nuestros diputados no son responsables de los recortes de libertades que impone ETA, ni tampoco de los derivados de la gestión política de un gobierno con tics totalitarios. Y no vamos a tolerar, en absoluto, que quienes callan ante el asesinato de ediles, pretendan con un cinismo digno de mejor causa dar lecciones éticas y políticas a los que siempre, y en todo lugar, hemos denunciado cualquier vulneración de los derechos humanos.

La legitimidad de los cargos de EA que el próximo día 14 y sucesivos ocuparán el lugar que les corresponde en las instituciones vascas, se deriva única y exclusivamente del mandato soberano de sus electores. E, insistimos, cuentan y contarán con nuestro respaldo y apoyo total, firme y rotundo.

9 .- Es tiempo de trabajo, de esfuerzo diario para la solución de los principales problemas de la sociedad vasca, así como para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

Por eso, nos comprometemos a continuar ofreciendo nuestro esfuerzo responsable para la búsqueda de la paz y normalización políticas.

Frente a los que quieren generar crispación y enfrentamientos nosotros apostamos por la búsqueda de soluciones desde la defensa de la voluntad y dignidad de nuestro pueblo. Nuestro pueblo debe mantener la tranquilidad y la coherencia frente a quienes pretenden desestabilizar/o.

10.- En línea con los pronunciamientos que EA ha hecho desde su surgimiento, hoy más que nunca queremos reivindicar la necesidad imperiosa de abordar un proceso de diálogo, como único camino para alcanzar una solución justa y duradera para superar el conflicto que padecemos.

Un diálogo que ha de acometerse, sin más dilación, sin violencia y sin exclusiones. Ambas premisas son imprescindibles y soslayar cualquiera de ellas, además de éticamente inaceptable, sería un gravísimo error político e incluso histórico.

Estamos a tiempo de evitar que se consume la estrategia del enfrentamiento que el autodenominado MLNV y el Gobierno de Aznar alientan.

Nuestra apuesta por hacerlo a través del diálogo es clara e inequívoca. Pero también lo es nuestro compromiso inquebrantable de no permitir que nada ni nadie soslaye, doblegue o usurpe la voluntad soberana de nuestro pueblo.

En EA entendemos, en tal sentido, que lo que algunos quieren presentar ante la opinión pública como un desafío del Parlamento Vasco al Tribunal Supremo o al Estado de Derecho es, en realidad, un desafío y una provocación del Gobierno de Aznar, a través de sus múltiples tentáculos, al autogobierno y a la voluntad soberana del Pueblo Vasco para decidir libre y democráticamente.

Y Eusko Alkartasuna siempre ha considerado que esta voluntad es y ha de seguir siendo la última ratio democrática.

Fuente: Begoña Errazti