Prof. César Arrondo
La independencia republicana de los poderes, parece haber caído en el olvido al menos en el ámbito del Estado español. Al menos, así lo demuestran los últimos acontecimientos ocurridos en las Instituciones Judiciales de Madrid, los cuales denotan una total sumisión del Poder Judicial del Estado a los caprichos e intereses políticos-partidistas de Don José María Aznar.

Desde tiempos inmemorables todo “plan”, como lo constituye el de eliminar todo vestigio del nacionalismo o de la cultura vasca, tiene un autor intelectual y una mano ejecutora. En tal sentido, la dupla “Aznar- Cardenal” forman un perfecto equipo que a partir de la manipulación del sistema judicial llevan adelante la premisa antes enunciada de intentar liquidar todo lo que huele a vasco.

Para llevar adelante esta estrategia, se recurre a una interferencia manifiesta sobre el Tribunal Superior y la Comisión Permanente del Consejo General del Poder General del Estado, la cual ha acordado la suspención de la “Sala de Discordia” conformada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que debía resolver sobre la querella presentada por la fiscalía contra la Mesa del Parlamento, al no cumplir esta última con el auto de ilegalizar al grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak.

No cabe ninguna duda de que al presidente Aznar y su oráculo de fundamentalistas nada le importa en poner de rodillas al Poder Judicial estatal, utilizando al mismo como una dependencia más de la sede del Partido Popular. Así las cosas, no sólo el presidente Aznar ha avanzado dentro del Poder Judicial, sino que además todo síntoma de justicia independiente es separado de la resolución de las causas. ¿Tal vez se ha avanzado a formas posmodernas del derecho y de impartir justicia y no nos hemos enterado? y esa sea la causa por la cual el presidente Don José María Aznar se ha convertido en: fuente de toda razón y justicia.

Prof. César Arrondo

República Argentina

Fuente: César Arrondo