El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social participó en la inauguración del Congreso Internacional sobre Mujer y Empleo, celebrado en el Palacio Europa de Vitoria-Gasteiz El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, declaró que será el propio mercado de trabajo el que tendrá que evolucionar, hasta regirse por la competencia profesional de cada sector, cimentada a su vez en la eficacia de sus recursos humanos, y desterrando de una vez por todas cualquier estereotipo sexista.

El consejero Azkarraga participó en la inauguración del Congreso Internacional sobre Mujer y Empleo, celebrado en el Palacio Europa de Vitoria-Gasteiz en el marco de la iniciativa europea Equal, una iniciativa que saludó ´con esperanza e ilusión´ por ´el calado y la relevancia que reviste un debate plural entre profesionales y agentes sociales y económicos como el de hoy, cuya pretensión es, ni más ni menos, que buscar soluciones a la inserción y la promoción de las mujeres en el mercado de trabajo´.

A su juicio, los responsables políticos institucionales ´no podemos cerrar los ojos ante los problemas que se suscitan en el seno de nuestra sociedad´ y, por ello, no puede obviarse que, hoy por hoy, siguen existiendo diferencias de género en la incorporación al mercado laboral. ´Existen desigualdades de género en toda Europa, también en nuestra comunidad, diferencias en la tasa de actividad y desigualdades en la tasa de paro´, señaló, para añadir que ´aunque en la CAPV se ha reducido sustancialmente la tasa de desempleo femenino en los últimos ocho años, mantenemos, al igual que ocurre en Europa, una proporción de 6 mujeres paradas por cada 10 personas desempleadas´.

Asimismo, destacó el hecho de que, junto a la desigualdad en el paro y en la actividad, coexiste el desequilibrio en la ocupación. ´Hablo -dijo- del reparto diferenciado de hombres y mujeres entre los principales sectores productivos, de lo que se ha dado en llamar ´segregación sexual del trabajo´, que a su vez tiene dos vertientes: la horizontal, referida a la concentración de las mujeres en algunos sectores de actividad; y la vertical, quizá la más dramática para la mujer, que tiene que ver con la concentración de las mujeres en determinados niveles de la jerarquía profesional, independientemente del sector de actividad contemplado. ´Tanto la una como la otra -aseguró-, son realidades existentes en la Unión Europea, en el Estado y en la CAPV, y que hunden sus raíces en la educación y el proceso de socialización que tradicionalmente encauza a las mujeres hacia especialidades profesionales con menores oportunidades laborales´.

Azkarraga indicó que desde el ámbito de la Formación Ocupacional, ´desde nuestro Departamento, se está haciendo un gran esfuerzo en la reorientación hacia profesiones con futuro y en el reciclaje profesional en dichas ocupaciones´, pese a lo cual, todavía hoy, tanto en Euskadi como en Europa, la mayoría del empleo femenino se concentra en la actividad administrativa, los servicios y las ventas, mientras que la participación femenina en empleos directivos no supera en el entorno europeo el 30%´. ´Por no hablar -añadió-, de la desigualdad retributiva, que el consejero definió como ´otro de los frentes de esta batalla en la que no debemos descuidar en ningún momento la guardia´.

El titular de Justicia, Empleo y Seguridad Social, subrayó ´nuestra aspiración, al igual que el resto de la Unión Europea, a crecer económicamente´, pero ´de un modo sostenible con más y mejores empleos y también con mayor cohesión social´. ´Y ahí -agregó-, la sociedad vasca tiene un papel vital, a través de la transmisión de unos valores igualitarios de género´, en referencia a la educación como elemento de igualación social; a las nuevas tecnologías; o a la propia orientación profesional. ´Pero sin duda, será el propio mercado de trabajo el que tendrá que evolucionar, hasta regirse por la competencia profesional de cada sector, cimentada a su vez en la eficacia de sus recursos humanos, y desterrando de una vez por todas cualquier estereotipo sexista´, sentenció el consejero.

En su opinión, ´en un nuevo marco de relaciones laborales y de negociación colectiva, deberán tenerse en cuenta las nuevas necesidades que surjan de la ruptura con la actual división sexual del trabajo. Si la productividad fue el paradigma empresarial de principios del siglo XX, y los conceptos de calidad y participación revolucionaron más tarde el modo de producir, en la actualidad se habla ya de que los nuevos valores que imperarán en este recién estrenado siglo XXI tendrán que ver con la llamada responsabilidad social corporativa. Un concepto -recalcó- que va mucho más allá de la filantropía y que incorpora ámbitos internos, como el de los recursos humanos, la seguridad y salud laboral o el medio ambiente; y ámbitos externos, como pueda ser la vinculación con el entorno ciudadano, local y mundial´.

Joseba Azkarraga aseveró que en el Plan Interinstitucional de Empleo 2003-2006, se han incorporado estos principios filosóficos, que han cristalizado en una reflexión estratégica sobre la diferente situación que se da entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo, los obstáculos de éstas para la plena incorporación a las oportunidades que el mercado ofrece y las líneas de actuación que podrían promoverse para su integración real y efectiva en condiciones de igualdad. Así, las mujeres constituyen en el citado Plan un colectivo de atención preferente y prioritario, para el que se proponen diferentes líneas de intervención, que van desde la promoción de esa cultura laboral no sexista, hasta la orientación y la cualificación en condiciones de igualdad, pasando por medidas que realmente hagan posible la conciliación de la vida laboral y familiar.

Fuente: Joseba Azkarraga