El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, acusó hoy al ministro del Interior, José Antonio Alonso, de mantener “una posición mezquina” sobre la situación creada tras las muertes de seis internos en la prisión de Nanclares de Oca en los últimos meses.

Azkarraga contestaba así a la afirmación realizada ayer por Alonso en el Congreso de los Diputados cuando preguntó a los nacionalistas vascos si en realidad les importaban las muertes en la cárcel alavesa y no únicamente la transferencia de las competencias en materia penitenciaria.

“Nos preocupa Nanclares y nos preocupan las transferencias. Nuestra obligación es solicitarlas. Que no intente (Alonso) escamotear su responsabilidad con insultos”, respondió hoy el consejero vasco en la sede de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, nada más finalizar la reunión que mantuvo con su titular, Mercedes Gallizo, a petición propia.

A pesar de que Azkarraga dijo que la reunión se fundamentó en la situación de la prisión de Nanclares de Oca, el consejero dedicó la mayor parte de su intervención a la cuestión de la transferencia. Alegó que el Estatuto de Gernika es ley orgánica y denunció que lleva 25 años sin cumplirse. En este sentido, mostró su decepción porque “alguien que ha sido juez”, en referencia al ministro, “ignore la ley de forma tan flagrante”. Todo ello, añadió, hace a su Gobierno “desconfiar del talante y la sonrisa fácil” del Ejecutivo que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero.

Durante la reunión, que se prolongó por espacio de más de dos horas, la directora general de Instituciones Penitenciarias le reiteró lo que ya expresó ayer el ministro del Interior en el Senado y el Congreso, que no hay ninguna previsión de transferir las competencias de prisiones, ni a la Comunidad Autónoma Vasca, “ni a ninguna otra”. Esta competencia, dijo Gallizo en su comparecencia de hoy, está siendo ejecutada por la Administración central “con eficacia y rigor”.

Tampoco habrá cambios en la política de dispersión de presos terroristas. “Tenemos la obligación de proteger a la sociedad y la política de dispersión favorece el control de esos presos e impide que continúen con su actividad”, zanjó Gallizo, quien precisó que no es posible el acercamiento porque la dispersión es necesaria aplicarla por todos los centros de la Península.

UN PROCESO DE DISTENSIÓN “IMPARABLE”

Esta cuestión también figuró en el capítulo de quejas de Azkarraga, que aquí se detuvo para referirse al momento político actual: “Si queremos dar pasos en este momento político nuevo, tenemos que darlos todos”, dijo, en pos de una “humanización” de lo que él denominó el “conflicto”.

En este sentido, se mostró optimista y dijo que el proceso es “imparable”, pero señaló que debe basarse en una discreción que, “desgraciadamente”, no todos están teniendo. Y añadió: “No estoy diciendo dnada que no digan portavoces muy cualificados del PSE”, entre los que señaló directamente a su secretario general, Patxi López.

También en materia estrictamente política, criticó la que considera “constante judicialización de la vida política” y se preguntó por la necesidad de que el dirigente de LAB, Rafael Díez Usabiega, hubiera tenido que pasar por la Audiencia Nacional. Cuando se le preguntó si los jueces de ese organismo judicial están interfiriendo en el proceso “imparable” del que había hablado, dijo que si lo han hecho, no se atrevería a decir que ha sido “con plena conciencia”.

En el capítulo de quejas de Azkarraga también figuró la situación de los presos enfermos y reclamó un trato igualitario “cualquiera que sea su delito o ideología”, momento en el que citó el tratamiento recibido por el ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo debido a sus dolencias cardiacas.

PLAN DE CHOQUE PARA NANCLARES.

Fue la directora de Instituciones Penitenciarias la que glosó más detalladamente el contenido de la reunión, durante la cual explicó a Azkarraga el plan de choque puesto marcha en Nanclares, incluida la revisión del plan de prevención de suicidios realizada tras las muertes de los internos de la prisión alavesa.

Además, dijo, se han mejorado las condiciones de habitabilidad de la prisión, con el envío de una brigada especial de limpieza e higienización, se han acondicionado las zonas comunes y se han incrementado las actividades laborales que ya se realizaban con el objetivo de la reinserción y como parte de las motivaciones que enfrentan las prácticas suicidas. También se ha recurrido a la formación específica de profesionales y a los denominados “internos de apoyo”.
Fuente: Joseba Azkarraga