Texto íntegro de la comparecencia en PDF
El Consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, Joseba Azkarraga, ha presentado el informe elaborado por su Departamento sobre modelos de familia y de política social familiar, cumpliendo así con el mandato parlamentario correspondiente. Según afirmó Azkarraga, el trabajo realizado por el Departamento que dirige ´identifica los factores que inciden en el sistema de familia, constata los cambios estructurales producidos, repasa las políticas de apoyo a la familia en nuestro entorno europeo y desarrolla las líneas estratégicas para definir una política familiar en nuestra Comunidad´.

El texto de su comparecencia, en la que se da cuenta de ese informe, es el siguiente:

Nuestra sociedad está experimentando importantes cambios estructurales. En los últimos 25 años se ha producido un notable descenso del número de nacimientos – desde cerca de 40.000 en el año 1975 a los 17.000 actuales, cifra que se mantiene desde la década de los 90- y un progresivo envejecimiento de la población, de forma que en el año 2050 se prevé que las personas mayores de 70 años alcanzarán en nuestra Comunidad el 26%, una cifra por encima de países como Alemania, Francia, Suecia o Reino Unido. A consecuencia de ello, se ve en peligro el relevo generacional y el sistema de seguridad social apoyado en las cotizaciones de los activos. En el caso del relevo generacional debemos indicar que el índice sintético de fecundidad ha caído por debajo del 1. Y en el sistema de Seguridad Social, desde el 2020 hasta el 2035, el número anual de jubilados superará a los que estén en edad de incorporarse a la vida laboral.

Desde este punto de vista, si se mantienen los actuales niveles de fecundidad, la situación empezará a ser preocupante a partir del 2025 y se seguirá agravando hasta el 2044, año que puede marcar el momento más crítico en la relación entre pensionistas y cotizantes. A partir de ese momento, comenzaría a mejorar poco a poco la situación, gracias a la disminución del número de jubilados, que sería, además, menor que el número anual de pensionistas fallecidos.

Junto a esta nueva situación demográfica, todos somos conscientes de que la institución familiar está sometida a un proceso de cambio que nos enfrenta a una diversidad de realidades familiares y convivenciales. Es preciso que reconozcamos esa diversidad y la comprendamos porque, sólo así, las políticas públicas que acordemos aplicar responderán a las necesidades reales de los ciudadanos y servirán para apoyar a las familias en toda su diversidad.

Entiendo que nuestro propósito primordial es apoyar y fomentar las principales funciones y condiciones que potencian un desarrollo positivo y sostenible del Sistema de Familia, no para un tipo de relación familiar o convivencial concreto sino para cualquiera de ellos que pueda cumplir esa función. No queremos condicionar o limitar la libertad de elección de las personas sino crear las mejores condiciones, para que las distintas opciones familiares y de convivencia posibles funcionen con los más altos niveles de calidad de vida y aporten sus activos a la sociedad.

TRES OBJETIVOS

Tres son los objetivos marcados en el informe:

1.- Analizar los tipos de relaciones familiares o convivenciales.

2.- Conocer las Políticas Familiares en nuestro entorno europeo.

3.- Y conocer los principales factores estratégicos que condicionan el proceso de desarrollo en nuestro sistema familiar, a fin de incidir en ellos.

1.- CLARIFICACIÓN CONCEPTUAL Y TENDENCIAS

No pretendo en esta comparecencia desarrollar un marco teórico sobre la familia. Sí considero de interés formular una clarificación conceptual y realizar, al menos, una descripción somera de los factores de cambio más significativos que están incidiendo en la realidad familiar y que muchas veces juntos, otras separados, consecuencia unos de otros o como dos caras de la misma moneda, afectan al sistema sobre el que debemos operar. Por eso, antes de abordar la construcción de una tipología de las familias vascas actuales, sea empírica o apriorísticamente, es preciso contrastar el concepto de familia y deslindarlo de otros que se utilizan en el lenguaje cotidiano, para referirse a determinadas realidades de la vida de las familias. Como por ejemplo aquellas que pretenden, desde posiciones políticas interesadas, volver a la concepción tradicional de familia.

Señalo primero que el toponímico no se usa aquí en un sentido etnicista, como si se quisiera dar a entender que la sociedad vasca actual cuenta con un sistema familiar propio y exclusivo, sino que lo único que se pretende es describir o clasificar las familias reales y concretas que hoy habitan en nuestra Comunidad, independientemente de su origen, etnia o religión.

El de familia no es un concepto omnicomprensivo, que se pueda aplicar a cualquier tipo de personas ni siquiera a cualquier grupo de personas que vivan bajo un mismo techo. Hay que hacer un esfuerzo de IDENTIFICACIÓN DE LAS NOTAS O CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS DE LA FAMILIA o, si se prefiere, de los requisitos que debe cumplir un grupo humano para que se le pueda considerar como grupo familiar.

Para empezar, conviene recordar que el término familia se utiliza para denotar dos realidades distintas: las familias concretas y la institución familiar.

· Cuando hablamos de la familia como grupo nos referimos a personas unidas por relaciones de parentesco, que pueden ser de consanguinidad o de afinidad y, normalmente, por relaciones de convivencia, entre las que se establece una interacción.

· Cuando hablamos de la familia como institución aludimos a un modelo normativo por el que se rigen los grupos familiares concretos e integrados por personas unidas por lazos de matrimonio, sangre o adopción.

· Conviene también precisar que en los grupos familiares concretos convergen dos instituciones distintas, familia y matrimonio, que no siempre se distinguen de forma adecuada. De hecho, en ocasiones se habla de crisis de la familia cuando lo que está en crisis son elementos típicos de la institución matrimonial, como las normas relativas a la definición de quién puede ser la pareja correcta, la manera de iniciar y de oficializar las relaciones de pareja, la exclusividad del derecho de relaciones sexuales, la fidelidad, la exigencia de fecundidad y descendencia o la indisolubilidad de la unión.

· También, y antes de hablar de modelos o tipos de familia, se debería hablar de modelos o tipos de matrimonio o de parejas. Si consideramos la manera de oficializar la relación, hablaríamos de matrimonios canónicos, civiles o informales (parejas de hecho). Si se toma como criterio la condición sexual hablaríamos de parejas heterógamas, homógamas masculinas y homógamas femeninas.

· Al distinguir tipos de familia se habla de familia extensa y familia nuclear, atendiendo fundamentalmente a los integrantes de la misma. La primera habría sido dominante hasta hace poco, mientras que la segunda lo sería en la actual sociedad occidental moderna.

· El informe también nos recomienda precisar que cuando hablamos de hogares y unidades de convivencia aludimos a una práctica administrativa. La convivencia en un espacio físico bien delimitado como el hogar no define a la familia, por muy práctica y necesaria que nos pueda resultar esa acepción terminológica, a efectos de estudiar a la población y sus necesidades.

Formuladas estas matizaciones también es preciso señalar que los PROCESOS ESTRUCTURALES DE CAMBIO están convulsionando, en la actualidad, la realidad familiar. Enumero los más significativos:

1.- Consolidación de la familia nuclear, al haberse consumado la transición de la familia extensa a la familia conyugal, constituida por los padres y sus hijos dependientes.

2.- Aspiración a una fecundidad baja, que se expresa en el deseo mayoritario a tener dos hijos, normalmente uno de cada sexo.

3.- Reducción del tamaño familia, constituyéndose la familia de cuatro miembros en la familia modal.

4.- Primado conyugal, en sustitución del primado de los hijos que ya no son considerados ni obligatorios ni imprescindibles. Se pone el acento en la relación afectiva que une a los cónyuges, en el desarrollo armonioso y en el bienestar de ambos miembros de la pareja.

5.- Tendencia a la igualdad de los cónyuges, no sólo en el reparto de las tareas domésticas sino también en el reparto de poder y autoridad en las relaciones de pareja, la asunción conjunta de responsabilidades y la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo personal y social autónomo.

6.- Prolongación de la vida matrimonial, porque como consecuencia del aumento de la esperanza de vida cada vez son más las parejas que llegan a superar los 50 años de matrimonio.

7.- Aumento de las rupturas matrimoniales, con abandonos de hogar, separaciones y divorcios.

8.- Tardía emancipación de los hijos, tanto en el plano de la convivencia como en el de la independencia económica.

9.- Retraso de la nupcialidad y hasta de los proyectos de vida en pareja.

10.- Aumento del celibatarismo, en cuanto crece la proporción de personas que no llegan a formar pareja estable para una determinada edad.

11.- Aumento de las parejas infecundas, bien por elección expresa o por problemas de fertilidad.

12.- Neolocación de los hijos, un fenómeno que se generaliza por cuanto al casarse o formar pareja los hijos optan con mucha frecuencia por establecer un hogar independiente bien en otra ciudad e incluso otro país.

13.- Aumento de los ancianos dependientes, esto es, sin autonomía suficiente y que requieren, por tanto, de la supervisión, el cuidado o la atención de terceros, bien sean familiares o instituciones.

14.- Aumento de los hogares unipersonales, sean como proyecto de vida transitorio o final.

15.- Desorientación en el ejercicio de los papeles de padre y madre, en particular del ejercicio de la autoridad y de la función socializadora y educadora de los hijos.

16.- Aumento de las uniones prematrimoniales de carácter más o menos experimental.

17.- Desinstitucionalización del matrimonio tradicional, dejando el matrimonio canónico de ser la única vía legítima y legitimada para la iniciación de la vida en pareja.

18.- Institucionalización de nuevas formas de iniciar la vida en pareja y legitimación social de nuevos tipos de parejas con diferentes fines, diferentes niveles de compromiso, diferentes maneras de oficializar la unión y diferente composición.

19.- Esterilización voluntaria, tanto masculina como femenina tras tener el número de hijos deseado.

20.- Recurso a la fecundación asistida en caso de esterilidad.

Estos elementos deberán ser tenidos en cuenta a la hora de diseñar y aplicar una política integral de apoyo a las familias y unidades de convivencia en toda su diversidad y proceso de cambio.

2. MODELOS DE FAMILIA Y CLASIFICACION DE LOS HOGARES Y UNIDADES DE CONVIVENCIA EN LA CAPV

Nuestra tesis de partida para proponer una política familiar, que evite sesgos y distorsiones, es que una política de apoyo integral a la creciente diversidad de familias y realidades convivenciales requiere conciliar el respeto a las opciones personales y familiares y la necesaria protección social.

Consideramos que la familia desempeña básicamente TRES FUNCIONES POSITIVAS:

· la de ser factor clave de cohesión y bienestar social

· la de constituir el medio educativo por excelencia como transmisor de valores y estructurador de la personalidad

· y la de representar el sistema natural básico de solidaridad y ayuda mutua.

Lo que es preciso ahora es identificar la diversidad actual o potencial de realidades familiares o convivenciales. El Instituto Vasco de Estadística, atendiendo a la existencia o no de núcleo familiar, distingue siete tipos de familia y nos presenta la siguiente distribución tipológica del total de 683.286 hogares de nuestra Comunidad:

· Nuclear con hijos/as, 351.764 familias (51,48%)

· Nuclear sin hijos/as, 115.096 (16,98%)

· Monoparentales (madres), 61.304 (8,97%)

· Monoparentales (padres) 12.184 (1,78%)

· Polinucleares, 18.155 (2,66%)

· Compuestas 19.628 hogares (2,87%)

· Unipersonales 105.155 hogares (15,39%)

Es, por tanto, según esta división, la familia nuclear conyugal con hijos que conviven en el mismo hogar que los padres la que constituye la familia modal en nuestra sociedad. Pero no es un tipo más sino el modelo de referencia para todos los demás tipos de familia. Esto es, constituye el tipo de familia latente en la representación y en la definición social de la familia. Es el referente con el cual se comparan las diversas realidades familiares y la aspiración subyacente en muchas de las reivindicaciones sociales, planteadas por diversos colectivos cuando reclaman el reconocimiento de las parejas de hecho, el derecho de adopción para las parejas homógamas, etc…

Esta clasificación del Eustat no nos parece muy satisfactoria por cuatro razones: porque no tiene en cuenta a las personas que viven en establecimientos colectivos, porque no toma en consideración la etapa en que se encuentran las parejas que no tienen hijos, porque no contempla la situación de los hijos en el hogar de los padres y, sobre todo, porque utiliza la categoría monoparental para situaciones y realidades familiares muy diversas.

Por ello, proponemos como marco de orientación que posibilite delimitar el sistema familiar para su análisis estructural, la CLASIFICACIÓN DE LAS UNIDADES DE CONVIVENCIA en los 16 tipos siguientes:

1.- Colectivo: conjunto de personas que vive en un establecimiento colectivo, tales como pensiones, conventos, asilos, prisiones, residencias de personas mayores. (1.217 colectivos, con 16.239 personas). La inmensa mayoría de la población (el 99,2%) vive en 683.286 hogares, que pueden subdividirse en familiares y no familiares. Los no familiares pueden clasificarse, atendiendo al número de personas en unipersonales y pluripersonales.

2.- Hogar unipersonal: personas que viven solas en una vivienda familiar. (105.155 hogares)

3.- Hogar pluripersonal no familiar: conjunto de personas no emparentadas que comparten un mismo hogar. (4.664 hogares con 10.397 personas)

Los hogares familiares ascienden a 573.467 y dan cobijo a 1.967.007 personas, el 93,7% de la población, agrupadas en 577.445 núcleos familiares. Los hogares familiares pueden subdividirse, en primer término por el número de núcleos que conviven en su seno y así podríamos hablar de familias y hogares polinucleares, uninucleares y no nucleares.

4.- Familia polinuclear: conjunto de personas que comparten un mismo hogar existiendo entre ellas más de un núcleo familiar. (Son 18.155 hogares, con un total de 36.817 núcleos y 104.103 personas). Los hogares nucleares, por su parte, son mayoría (el 79% de los hogares y el 87,8% de la población) y los clasificaremos en 10 subtipos, atendiendo a la etapa del ciclo familiar, a los lazos de parentesco presentes y a la perduración o extinción de la relación de dependencia de los hijos.

5.- Familia preparental: constituida por una pareja de adultos que no tiene hijos en el hogar, pero que, atendiendo a la edad de la mujer, todavía podría tenerlos. (Son 39.281 parejas y 81.527 personas, lo cual quiere decir que estas parejas dan acogida en su hogar a unas 3.000 personas, normalmente ascendientes)

6.- Familia postparental: constituida por una pareja de adultos que no convive ya con sus hijos. Se asimilan a ellas aquellas parejas de adultos que no han tenido hijos y que, por su edad o condición, no es probable que los tengan en el futuro, aunque eventualmente puedan llegar a ser padres por medio de la adopción o utilización de técnicas de reproducción asistida. (Son 75.815 parejas sin hijos en el hogar y 159.042 personas)

7.- Familia parental con prole dependiente: integrada por la pareja de adultos y al menos un hijo o hija dependiente de los padres. La filiación puede ser biológica, adoptiva o adquirida por vínculo matrimonial o relación de pareja. Se considera que un hijo es dependiente si es menor de 18 años, o si teniendo entre 18 y 29 años, ambos incluidos, no puede considerarse como ocupado laboral en el momento censal. (Con 308.506 hogares, el 45,1% del total, se consolida como el tipo modal o más frecuente y acapara más del 59% de la población)

8.- Familia parental con prole no dependiente: integrada por la pareja de adultos sin hijos dependientes pero con al menos un hijo o hija no dependiente y que conviva con los padres. Se consideran como no dependientes los hijos que hayan cumplido 30 años y los que habiendo superado los 18 tengan la condición de ocupados laborales. (Son 43.258 hogares con 149.525 personas, poco más del 7%)

9.- Familia postconyugal con prole dependiente: constituida por un adulto no soltero y al menos un hijo/a dependiente de él. (Se contabilizan 43.236 hogares con 142.679 miembros)

10.- Familia postconyugal con prole no dependiente: constituida por un adulto no soltero y al menos un hijo/a no dependiente de él. (Con 21.082 hogares y 49.798 personas, sólo son el 3% de los hogares). Estas familias postconyugales se suelen incluir entre las familias monoparentales. En parte lo son, pues sólo está presente en el hogar uno de los padres, pero no nos parece conveniente equipararlas con las auténticas familias monoparentales, aquellas en las que no hay una relación conyugal ni cuasiconyugal constituyente. Por eso, preferimos restringir la monoparentalidad a las cuatro situaciones que ahora les expongo y que suman 3.170 hogares y algo más de 8.000 personas.

11.- Familia no conyugal materna con prole dependiente: constituida por una madre soltera y al menos un hijo/a dependiente. Se supone que la madre soltera no mantiene una relación estable de pareja. (Son 2.702, la gran mayoría de las 3.170 familias monoparentales estrictas)

12.- Familia no conyugal materna con prole no dependiente: constituida por una madre soltera con al menos un hijo/a no dependiente. (Solamente se han contabilizado 230 casos)

13.- Familia no conyugal paterna con prole dependiente: formada por un padre soltero y un hijo/a dependiente. (217 hogares y 556 miembros)

14.- Familia no conyugal paterna con prole no dependiente: la integrada por un padre soltero y al menos un hijo/a no dependiente. (Son 21 hogares con 51 miembros)

Y finalmente, nos referiremos a las familias no nucleares:

15.- Familia no nuclear con hermanos: cuando entre las personas que comparten hogar hay dos o más hermanos. (Había 11.736 casos, el 1,7% de los hogares, con 26.787 personas)

16.- Familias no nucleares con otros parientes: son las formadas por un grupo de personas y entre dos de ellas existe un lazo de parentesco que no sea ni conyugal ni el de filiación ni el fraterno. (Son menos del 0,5% de los casos, exactamente 3.228)

También es posible considerar otros factores que aunque no sirvan para definir tipos de familia propiamente dichos, permiten identificar situaciones familiares problemáticas y con alta vulnerabilidad para sus miembros. Nos referiremos al número de miembros; número de hijos; tipos de relación relativos a aspectos jurídicos o de opción sexual, realidades intergeneracionales; estado de salud de los distintos miembros; factores de necesidad o riesgo social; situación sociolaboral; nivel de ingresos; nivel de estudios y condiciones de vida.

3. POLÍTICAS DE APOYO A LA FAMILIA EN NUESTRO ENTORNO EUROPEO

Se entiende por políticas familiares las intervenciones de la Administración Pública para facilitar apoyo y recursos a las personas con responsabilidades familiares para que puedan desempeñarlas en las mejores condiciones.

A.- MODELOS

Las principales propuestas de política familiar están hoy asociadas a determinados regímenes de estado de bienestar que se han desarrollado históricamente en el mundo occidental. El marco teórico general distingue tres modelos, según la respuesta que se da a los problemas derivados de la transformación de la familia en las sociedades del capitalismo avanzado.

Así, se plantea el modelo liberal de países anglosajones, como EE. UU, Canadá y Australia. En ellos, la asistencia social es residual y se limita a los casos en que la familia y/o el mercado son incapaces de resolver el problema. Tanto las ayudas de carácter universales como los planes de seguridad social son modestos. El Estado estimula al mercado como proveedor de servicios. Está asociado con una mercantilización alta y fomenta una estructura social dualista: por un lado, los beneficiarios de las prestaciones -aquellos que están inmersos en la pobreza y en la marginalidad- y, por otro, la clase media que es mayoritaria.

El modelo socialdemocrático, surgido en los países escandinavos, es el que ha ido más lejos en los principios de desmercantilización y universalismo. Fomenta la igualdad hacia arriba y requiere para su funcionamiento una sociedad de pleno empleo. Todos contribuyen al sistema, todos se benefician, pero a su vez todos dependen de él.

Por último, el modelo corporativista, basado en el modelo de seguridad social bismarkiana, se encuentra implantado en países como Alemania, Austria, Bélgica e Italia. Se parte de que el Estado sólo interviene cuando se agota la capacidad de las familias de prestar servicios a sus miembros, servicios que dependen, sobre todo, de la mujer. Se detecta en él una considerable influencia de la Iglesia, especialmente de la católica, determinada a mantener una repartición de roles, ligada al género, en el interior del hogar. En este modelo, la familia continua ejerciendo unas funciones de protección social de primer orden.

Según este marco teórico, y en base al sistema de servicios sociales vascos, regulado por la Ley 5/1996, de 18 de octubre, de Servicios Sociales, junto a otros servicios asumidos en virtud del propio Estatuto de Autonomía (Educación, Sanidad, Empleo, Vivienda…) se puede colegir que en la CAPV se da un modelo mixto que combina elementos propios del modelo socialdemócrata y elementos del modelo corporativista. Nuestra política social trata de garantizar la solidaridad e integración sociolaboral de las personas, destacando la protección a la familia, a la mujer, juventud, infancia, tercera edad y lucha contra la exclusión. Los Servicios Sociales se constituyen como sistema público con un carácter básicamente universal y sostenidos en base a los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma, aunque también participan en su financiación los usuarios, según su nivel de renta, sobre todo en los servicios relacionados con la tercera edad y educación infantil.

Se debe tener en cuenta que otros analistas utilizan parámetros diferentes a la hora de establecer modelos de política familiar. Por ejemplo, la socióloga Anne Helen Gauthier se ciñe a un periodo más reciente y describe cuatro modelos:

El familiarista-natalista que estima la baja fecundidad como justificativa de la intervención política. Este modelo entiende como responsabilidad del Gobierno apoyar a las familias a través de prestaciones monetarias y el estímulo del nacimiento del tercer hijo. Se dispone de un programa general para reducir los obstáculos a la maternidad, especialmente aquellos que derivan de la falta de encaje entre las responsabilidades familiares y las laborales. No hay oposición a la participación de las mujeres en el mercado de trabajo ni se restringe el derecho al aborto. Aunque se considera más deseable la familia numerosa, se respeta la paternidad voluntaria. Francia y Québec son ejemplos genuinos de este modelo.

El modelo tradicionalista que plantea como objetivo primordial la preservación de la institución familiar, basada en la diferenciación de roles entre hombres y mujeres con el varón como sustentador principal. El gobierno proporciona un soporte mediano, la oferta de escuelas infantiles es escasa y la provisión de largas excedencias por maternidad condiciona la carrera profesional de la mujer. La legislación sobre el aborto contiene ciertas restricciones al ejercicio de este derecho. Alemania es el país que corresponde de forma más fiel al modelo.

El modelo igualitario se basa en la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, entre sus roles conyugales, como objetivo principal. El gobierno asume una responsabilidad plena en la creación de condiciones y oportunidades que permitan a las mujeres compaginar de forma más fácil el trabajo remunerado y el familiar; y a los padres tener mayor implicación en el cuidado de los hijos (en casa). Los permisos parentales constituyen una de las piedras angulares de este modelo. La legislación sobre el aborto es bastante liberal. Suecia y Dinamarca son los dos países que se reconocen en este modelo.

En el modelo familiarista no intervencionista los gobiernos sólo asumen la responsabilidad de apoyar a las familias cuando estas se encuentran en estado de necesidad. Si bien no se ponen obstáculos a la participación de las mujeres en el mercado de trabajo, no se les dedica un número excesivo de prestaciones.

El modelo mixto que la investigadora Gauthier ha introducido de forma más reciente, alude a nuevas fuentes de soporte en servicios a las familias y a una mayor colaboración entre gobiernos y actores no gubernamentales como los empresarios.

B. POLÍTICAS FAMILIARES EUROPEAS

Una de las posibles razones de la relativa diversidad en las estructuras y en las políticas familiares es que la Unión Europea no tiene competencia explícita en este campo. No obstante, se han ido configurando un conjunto de principios y disposiciones que están influyendo, decisivamente, en las políticas familiares de los estados miembro. Hay que recordar que el Consejo de la UE y de los Ministros de Empleo y Política adoptaron el 6 de junio de 2000 una resolución en la que se animó a los Estados miembro a desarrollar medidas que atendieran a la posibilidad de armonizar los horarios laborales y los de las escuelas; que animasen a las empresas a que su gestión tenga en cuenta la vida familiar de sus trabajadores/as y a elaborar informes que contengan datos sobre utilización de bajas parentales. Con posterioridad, en enero de 2001, el Consejo informal sobre Igualdad de Oportunidades y Seguridad Social abordó cuestiones relacionadas con el descenso de la natalidad y la potencialidad del acceso de la mujer al mercado de trabajo en una situación de escasez de mano de obra. Entre las conclusiones a las que llegaron figuraba la de garantizar unos servicios de cuidados de niños/as y de personas dependientes, así como la de alentar convenios y acuerdos laborales flexibles.

Pero más allá de estas recomendaciones, lo cierto es que en todos los países europeos existe en la actualidad un sistema de protección a la familia que combina distintos grados de intervención estatal. Así, cabe distinguir:

- El de los países escandinavos, donde las prestaciones se otorgan al individuo y no al conjunto familiar. Los niños tienen derechos propios y la ayuda a los integrantes de la tercera edad no es considerada como un deber que compete en exclusiva a la familia, sino que también es asumida por el Estado. La ayuda que los miembros vayan a prestarse mutuamente no depende de un marco jurídico preestablecido sino de sus decisiones personales. El Estado dedica más del 4% del PIB a la política familiar.

- En otro conjunto de países, como Francia, España o Bélgica, Reino Unido, Alemania y Holanda, las obligaciones se establecen a nivel de las familias nucleares, es decir, de los padres respecto a los hijos y viceversa. El cuidado de los niños incumbe fundamentalmente a las madres y el Estado sólo asume una parte de la responsabilidad de ese cuidado. En el sur de Europa la familia extensa sigue siendo un fuerte elemento de apoyo y protección y el Estado asume un papel subsidiario. No obstante y dentro de este grupo habría diferencias. Francia y Alemania dedican, por ejemplo, entre un 2 y un 3% del PIB a la política familiar, mientras que Portugal sólo destina el 1,1%, Italia un 0,8%, España un 0,4% y Grecia un 0,2%.

Podemos también apuntar que en los países del norte de Europa, en Austria y Holanda, las prestaciones son prácticamente universales, es decir, el 95% de las ayudas se aportan sin límite de renta. En Francia y Portugal, un 75% y un 70% respectivamente, se prestan sin límite de renta mientras que en Italia, Irlanda, Alemania y España el 66% de las ayudas se presta sin tener en cuenta la renta, cifra que se reduce a un 55% en el caso del Reino Unido.

En la CAPV las medidas relacionadas con el apoyo económico a las familias con hijos e hijas son prestaciones universales. También gozan de ese mismo carácter las establecidas para las familias numerosas. Además, las que afectan al apoyo a los servicios sociales contempladas en el Plan Interinstitucional, en el apartado de servicios educativo asistenciales, están subvencionadas en un porcentaje hasta el 60% y al 100% cuando son de titularidad pública.

En cuanto a las, las reglas de asignación por hijo varían mucho según los distintos países. Siete países, incluido España, fijan ayudas a la maternidad que van en aumento a partir del tercer hijo. En otros cinco países la asignación aumenta con la edad de los hijos, salvo en Dinamarca donde la proporción entre la ayuda estatal y la edad de los hijos es inversa.

Otras diferencias se refieren al límite de edad en la recepción de beneficios económicos, siendo los 18 años la edad que señala el punto de ruptura. Irlanda y Reino Unido son los más restrictivos a partir de esa edad mientras que Suecia y Holanda otorgan amplias prestaciones y ayudas a jóvenes en periodo de formación y estudio.

De manera esquemática les dibujo ahora a grandes rasgos las PRESTACIONES FAMILIARES EN DISTINTOS PAÍSES EUROPEOS en base a los subsidios que se conceden por hijos a cargo, para la conciliación laboral y familiar, acceso a guarderías, ayudas para las personas dependientes y medidas fiscales.

Alemania. Establece subsidios por hijos a cargo desde el primero de ellos y contempla la prestación por nacimiento que consiste en una cuantía fija para los gastos del parto. Tiene fijados subsidios para la vivienda y existen prestaciones relacionadas con los permisos y excedencias laborales. La prórroga del descanso de maternidad está sufragada en función del nivel de ingresos de los progenitores y han establecido el permiso parental temporal. No existe subsidio alguno para hacer frente al problema del cuidado de las personas dependientes en su domicilio, pero ayudan a la familia en función de modalidades particulares, como cuando enferma un niño o la persona que le cuida. La oferta de centros para niños menores de 5 años está considerada insuficiente. Por lo que afecta al tratamiento fiscal, los subsidios familiares generales no están sujetos al impuesto sobre la renta y se contempla, con límites, una deducción en la base por gastos de educación.

Francia. Las familias reciben prestaciones a partir del segundo hijo a cargo. Tienen establecidos subsidios para la educación parental, para la contratación de una cuidadora infantil titulada y para familias monoparentales. Goza de un subsidio que representa una excedencia remunerada para los padres y madres con al menos tres hijos y uno menor de 3 años. Contempla un permiso de maternidad retribuido. Existen subsidios para personas mayores dependientes, pero no se entregan al discapacitado sino a quien presta la atención. Otorga gran atención a la educación preescolar e infantil con un aumento progresivo de plazas. El tratamiento fiscal contempla la deducción en la base de un porcentaje de los gastos de cuidado de hijos e hijas y una deducción fija en la cuota por hijos e hijas en Universidad o Escuela Secundaria.

Reino Unido. Fija prestaciones por nacimiento, maternidad y específicas para familias monoparentales, que en este país merecen una especial atención. No en vano, una cuarta parte de todas las familias con hijos en el Reino Unido están encabezadas por progenitores solos, madres fundamentalmente, y con una alta tasa de pobreza. Las ayudas para la atención de personas mayores dependientes están concebidas como indemnización por gastos excepcionales y/o pérdida de ingresos. Aunque la oferta de plazas de educación preescolar es limitada, desde 1999, las familias con rentas medias y bajas tienen una cobertura del 70% de los costes de servicio de guardería. En este país, los subsidios familiares generales no están sujetos al Impuesto sobre la Renta.

Suecia. Concede prestaciones o subsidios familiares a todas las familias con hijos, con independencia del rango del hijo y de la renta de los padres. Fija subsidios para padres y madres solos/as, también por adopción de un niño extranjero, así como un subsidio particular para niños adoptados en caso de un único padre o madre adoptivo/a. Integra, de forma original respecto a otros sistemas, prestaciones de maternidad y excedencias parentales. Los municipios asumen por ley la asistencia y los servicios destinados a personas afectadas de ciertas disminuciones funcionales. Se otorga a los niños y adultos discapacitados el derecho a los servicios subvencionados de un acompañante y garantiza a los adultos el acceso a viviendas colectivas o a otro tipo de instituciones adaptadas a su grado de disminución. Las personas discapacitadas también tienen derecho al transporte subvencionado. La disposición de plazas de preescolar es también limitada, aunque desde 1985 existe una disposición que establece que todos los niños entre 18 meses y 6 años deben disponer de una plaza en guarderías públicas.

Bélgica. Contempla gran variedad de subsidios distintos que se revalorizan de acuerdo con el coste de la vida. Así, se diferencian los establecidos para hijos de asalariados y funcionarios, para hijos de autónomos, para hijos de asalariados incapacitados; para hijos de parados durante más de 6 meses y para huérfanos. Otros son los establecidos por maternidad, la llamada prima de adopción y la prestación durante la excedencia parental. También tiene fijada una compensación monetaria para personas mayores dependientes. Se encuentra muy bien situada en la escolarización de los niños entre 0 y 6 años. El tratamiento fiscal contempla una deducción en la base de una cantidad por cada descendiente (varía según el número) y de un porcentaje, con limitaciones, de los gastos del cuidado de los descendientes.

España. Las ayudas responden a dos modalidades: prestaciones de la Seguridad Social y beneficios fiscales por hijos a cargo en el IRPF.
Entre las primeras, está la prestación de 450 euros por el nacimiento del tercer hijo y sucesivos, restringida a las familias que no superen un tope de ingresos, y que, en el caso del tercer hijo, se sitúa en 10.340 euros anuales. En segundo lugar, las prestaciones por partos múltiples, que son universales y se calculan aplicando un coeficiente al SMI, 4 veces para los gemelos, 8 veces para los trillizos y 12 veces para los cuatrillizos.

En tercer lugar, existe una prestación por hijos a cargo, prestación que se concreta en 291euros anuales por cada hijo menor de 18 años, pero restringida también a las familias con ingresos muy bajos (8.481 euros para las familias con un solo hijo). Esta prestación se incrementa para los hijos minusválidos, situándose en algo menos de 600 euros anuales para los menores de 18 años cuya minusvalía sea igual o superior al 33%. Para los mayores de 18 años, la ayuda se restringe a aquellos que tienen una minusvalía superior al 65%, y, en ese caso, asciende a 3.012 euros anuales, elevándose a los 4.581 euros cuando la minusvalía supera el 75%.

Finalmente, pueden citarse, entre las prestaciones de la Seguridad Social:

1.- los permisos de maternidad o paternidad, con un máximo de 16 semanas.

2.- las excedencias laborales para cuidado de menores de 3 años o de otros familiares, por 3 años, sin salario ni subvención, pero gratificadas con un año de cotización a la S.S,

3.- las reducciones de jornada para lactancia de menores de 9 meses y cuidado de familiares.

Los beneficios fiscales para la familia se concretan en dos. El primero consiste en aplicar a la base imponible la reducción del llamado mínimo familiar, que varía en función de la composición familiar y de la edad y rango de los hijos. El segundo, y de reciente implantación es la deducción, de 1.200 euros anuales a las madres trabajadoras por los hijos menores de 3 años.

Además de estas ayudas, se suele mencionar el programa de protección de las familias numerosas. Éste se limita, en exclusiva, a la reducción de tasas escolares en la Universidad y a determinadas bonificaciones en algunos medios de transporte o en el impuesto por la adquisición de vehículos de 6 ó 7 plazas.

CAPV. La política familiar de la Comunidad Autónoma Vasca se plantea, como objetivos básicos, que los ciudadanos tengan la posibilidad de compaginar trabajo y familia, que las mujeres tengan en la sociedad las mismas oportunidades que los hombres y que unas y otros puedan tomar decisiones libres sobre su proyecto vital y familiar.

El plan vasco de familia pone en marcha varios tipos de medidas de las que sólo citaré aquellas que hacen referencia a las prestaciones económicas, medidas que operan como un factor de redistribución de la renta transfiriendo recursos adicionales a las familias con hijos e hijas.

Por un lado, se otorga una serie de subvenciones de carácter universal, sin limitación de renta. Una ayuda puntual por el nacimiento del segundo hijo y una ayuda periódica, tanto para los terceros hijos y sucesivos durante sus primeros 5 años de vida, como para los nacidos en partos múltiples durante 10 años. Todas estas ayudas se duplican en el caso de que los hijos sean discapacitados.
Las medidas fiscales se concretan en deducciones de la cuota líquida del IRPF y se aplican a todos los hijos hasta su emancipación económica. Estas deducciones son más altas en los primeros años de vida. Existen, además, deducciones específicas para hijos o hijas discapacitadas, así como por el abono de anualidades por alimentos (15% de la cantidad abonada).

Las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar conceden importantes subvenciones por excedencias y reducciones de jornada.
Otro frente importante del Plan vasco es el de la oferta educativa en la etapa 0-3 años. Aunque ya se encuentra escolarizado en este momento casi el 40% de estos niños, no está cubierta la demanda existente, por lo que el Gobierno Vasco se ha fijado unos plazos para satisfacerla, ampliando la red de centros, flexibilizando los horarios, y estableciendo los sistemas de financiación en las distintas redes y de subvención a las familias con menos recursos.

CONCLUSIÓN

No estamos, señorías, en una mala situación. Hemos avanzado mucho pero aún nos queda un largo trecho. Por eso, como conclusión, les propongo que nos fijemos una serie de OBJETIVOS ESTRATÉGICOS:

1. Puesta en marcha de una Comisión permanente de familia.Foro de participación y de reflexión y órgano de consulta sobre temas de familia. Estará integrado por los departamentos del Gobierno afectados, por las Diputaciones, representantes municipales y agentes sociales, como sindicatos, empresarios, asociaciones de familia y otros.

2. Avanzar en el reconocimiento legal, fiscal y prestacional de los diversos tipos de familia y unidades de convivencia.Aprobación, desarrollo y aplicación de la Ley de parejas de hecho.Eliminar las posibles discriminaciones fiscales y prestacionales para todos los tipos de familia, tratando de promover la equiparación con la familia tradicional.

3. Promover la actuación conjunta interinstitucionalCon el objeto de favorecer la colaboración, coordinación y participación de las distintas instituciones públicas en materia de familia se creará la Comisión Interinstitucional de Familia.

4. Potenciar el sistema vasco de servicios sociales como eje central de la atención integral de la familia.Impulsar la atención integral a la familia en su múltiple y compleja problemática desde los Servicios Sociales de Base.

5. Adecuar las políticas de inclusión social a los nuevos retos que comporta el cambio de las realidades familiares y convivenciales.Identificar los diferentes tipos de situaciones familiares para adecuar las estrategias, programas, proyectos y métodos de trabajo a sus necesidades.Priorizar y adecuar los métodos de trabajo en aquellas situaciones de riesgo social que generan o se asocian a realidades de desestructuración familiar o de violencia en el hogar.

6. Avanzar en la atención socio-sanitaria de las personas con dependencias funcionales.Mejorar y ampliar los recursos de atención sociosanitaria domiciliaria alternativa al internamiento residencial.Extender servicios de apoyo y asesoramiento técnico a los familiares con personas a su cargo afectadas por enfermedades crónicas

7. Avanzar en las políticas de protección social en materia de vivienda.Fomentar la promoción pública de viviendas sociales de alquiler dirigidas a familias con necesidades especificas, sobre todo las perceptoras de Rentas Básicas, tal como recoge el Plan Director de Vivienda

8. Impulsar la cobertura y financiación de las escuelas infantiles.Continuar desarrollando la red de centros educativos infantiles prevista en el Plan Interinstitucional de Apoyo a las Familias con hijos e hijas.

9. Adecuar a las diversas necesidades familiares los servicios comunitarios de ocio, cultura, sociedad, transporte y nuevas tecnologías, facilitando el acceso a los mismos.Desarrollo, difusión y mantenimiento de la Guía de servicios para familias numerosas. Impulsar recursos y programas generales de ocio y tiempo libre para la atención a los niños, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores

10. Sensibilización social sobre la familia y promoción del asociacionismo familiar. Campañas de sensibilización, difusión de criterios, objetivos, ayudas y recursos puestos en marcha en el Plan Vasco de Familia.Aprobación de una Orden de ayudas para mantenimiento de las asociaciones y los programas que desarrollen.

11. Planificación y desarrollo de una política de sostenibilidad en la promoción y protección de la familia.Creación y puesta en marcha del Observatorio Vasco de la Familia.Realizar un estudio en profundidad de las características y necesidades sociales de los distintos tipos de familias y/o unidades convivenciales.

Comprendo que es una tarea ardua la que tenemos por delante. Pero nuestro reto y nuestra obligación es crear las condiciones sociales, políticas y administrativas para que las familias en Euskadi puedan desarrollarse en toda su diversidad, con un alto nivel de calidad de vida.Este informe aporta una clasificación exhaustiva, completa y novedosa de los distintos tipos de familia que existen en nuestra comunidad. Señorías, hemos desarrollado un informe pionero, convencidos de que el esfuerzo de llevarlo a cabo merecía la pena. Nuestra Comunidad dispone ahora, por primera vez, de un informe de estas características que, sin duda, nos brinda una inestimable herramienta de análisis sobre la evolución y tendencias que tendremos que tener en cuenta para hacer una política familiar seria y ajustada a nuestra realidad socio familiar.

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Fuente: Joseba Azkarraga