Destaca que los obispos vascos y catalanes, contrarios al documento del Episcopado, son los que más de cerca viven el problema

El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, precisó hoy que nunca ha dicho que la muerte del preso de ETA Félix Ramón Gil Ostoaga, cuyo cadáver apareció el sábado con un disparo en el pecho en un paraje de Legazpia, se haya producido por causas diferentes al suicidio. No obstante, insistió en que ´todos deberíamos reflexionar sobre la campaña que ha habido contra la juez que decidió su excarcelamiento y contra la propia persona que fue excarcelada´.

Azkarraga salió así al paso de las críticas recibidas tras afirmar que, en la muerte de Gil Ostoaga, existe también ´otro tipo de responsabilidades a exigir a quienes desde diferentes instituciones y medios de comunicación han venido orquestando una campaña de acoso y derribo contra la concesión legal del tercer grado a Gil Ostoaga, adoptada en aplicación de la Ley por la juez de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao, Rutn Alonso´.

Tras insistir en que lo único que ha manifestado es que ´la razón del suicidio entra dentro del campo de la elección personal de cada uno´, indicó que, en el caso de Gil Ostoaga, ´esa muerte se produce dentro de un contexto determinado´.

En ese sentido, afirmó que ´la crítica a las decisiones judiciales es absolutamente legítima´, pero rechazó el hacer de la crítica ´un linchamiento personal´. ´Habría que tener en cuenta cuál ha sido la situación de este hombre en el último mes´, añadió, para indicar que él ´no es quien´ para decir que ´eso haya sido causa para determinar el suicidio´.

DOCUMENTO OBISPOS

Por otro lado, Azkarraga se refirió también al documento publicado por la Conferencia Episcopal Española, en el que consideran ´inadmisible´ alterar el ordenamiento jurídico español ´por una cuestión indepentista´ y afirmó que es una pastoral ´respetable´.

No obstante, advirtió de que ´hay que tener en cuenta que los obispos que la han rechazado, los catalanes y vascos, son los que más de cerca viven el problema de ambas comunidades autónomas, sobre todo los que viven el nacionalismo democrático´.

En su opinión, manifestar que el nacionalismo es ´algo maligno para la sociedad y que nadie puede ir más allá de lo que dicen los textos constitucionales´ es una posición ´muy poco democrática´.

Fuente: Joseba Azkarraga