Azkarraga niega el riesgo de deslegitimación de la Justicia y recuerda que el PP «se sirve de jueces afines» para compensar el poder perdido al salir de La Moncloa

El nuevo secretario general de Eusko Alkartasuna y consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, rechaza con contundencia las acusaciones «deleznables» de que el Ejecutivo autónomo equipare a víctimas y verdugos. Devuelve la pelota y subraya que estos reproches proceden indistintamente del PP y del PSOE, «que siguen utilizando a ETA como arma arrojadiza en el parqué político». Firme defensor de la consulta propuesta por el lehendakari, descarta un ‘plan B’, convencido de su celebración porque, entre otros motivos, «habrá acuerdo entre el Gobierno vasco y el español».

-¿Cómo valora el congreso de EA recién concluido?

-Muy positivo. Hemos vuelto a demostrar que somos un partido muy abierto y hemos logrado lo que no habíamos conseguido en los dos anteriores congresos: una ejecutiva de consenso, donde, al final, todos participemos de las estrategias y que los debates se produzcan en el seno del partido y no a través de los medios de comunicación.

-Usted aparecía en todas las quinielas como candidato a ‘número uno’ o ‘dos’, pero se hizo de rogar.

-Yo no hice ninguna declaración previa al congreso. Sólo que mi apuesta era la del consenso y que lo importante no eran las personas, sino el acuerdo, pero yo no me postulaba para nada. Todas las reflexiones de mi partido siempre las hago internamente.

-A pesar del acuerdo final, ‘in extremis’, hubo signos de que la integración estaba cogida con alfileres. Además, se presentaron dos listas a la asamblea nacional en lugar de una.

-Un reto que tenemos es el de materializar la integración día a día, porque de la noche a la mañana las cosas no cambian después de ocho años de una cierta división. Pero el paso fundamental se ha dado. La presencia de dos listas a la asamblea la veo como un signo de riqueza en el debate interno.

-Si existía una única candidatura de consenso, ¿por qué se votó de forma nominal y no a toda la lista?

-Creo que fue un error ese planteamiento que hizo alguno de los compromisarios. Se visualizó algo que no era real.

-Usted atribuyó el menor índice de apoyos que recibió en la votación final -inferior al 50%- al hecho de haber personificado el consenso. Desde fuera, sin embargo, dio la sensación de que se dedicó a estirar la cuerda.

-Tenemos que respetar la opinión de los compromisarios, pero yo me quedo con el producto final.

-¿Qué opinión le merece el nuevo presidente, Unai Ziarreta?

-Va a ser un buen presidente. Tiene calidad humana, experiencia política y tendrá en mí un apoyo total. Creo que formaremos un buen tándem.

-Usted ha sido firme defensor de los pactos con el PNV.

-Yo he sido defensor de pactar con el PNV cuando he entendido que la situación política de nuestro país lo exigía. También he sido partidario de ir en solitario cuando lo creía necesario. En 2001 aposté por el primer planteamiento. En las municipales y forales, al menos en las grandes capitales y en la margen izquierda, hubiera tenido interés concurrir en coalición, pero se decidió otra cosa diferente y lo respeté. Yo sólo soy afín a mi partido.

Contradicciones

-¿Y en las elecciones generales? El líder del PNV guipuzcoano Joseba Egibar continúa insistiendo en la conveniencia de una alianza con EA y EB.

-Hay una reflexión abierta sobre si es necesario o no buscar una fórmula entre diferentes partidos, bajo la tesis del derecho de decisión de la sociedad vasca, para que podamos presentarnos conjuntamente a las Cortes Generales.

-Los mahaikides de Batasuna Pernando Barrena y Karmele Aierbe, invitados a su congreso, fueron abucheados. Una semana después, acusaron al PNV y Na-Bai, donde participa EA, de reforzarse tras el fracaso del proceso de paz para debilitar a Batasuna y preparar un nuevo «fraude» estatutario.

-La invitación de mi partido fue también al PNV y ERC, entre otros. Cuando a alguien se le invita a tu casa, desde la discrepancia más rotunda con sus posicionamientos, debe haber un respeto a lo que representan. Eso no es obstáculo para que nosotros denunciemos el silencio de esa opción política ante lo que está pasando en nuestro país. No vale decir, como se comentaba después del atentado de Balmaseda, ‘lo sucedido en ‘ Eso es un eufemismo absolutamente insoportable. Es un atentado terrorista en toda línea y ellos deben ser los primeros obligados a denunciarlo, porque es incompatible Anoeta con las bombas.

-Usted estuvo en el pleno en el que EHAK no secundó la moción de condena por los asesinatos de dos guardias civiles en Capbreton aprobada por el resto de partidos en el Parlamento vasco.

-Es una contradicción no condenar los atentados contra la vida como el de Capbreton y, a la vez, sí condenar la muerte en carretera del familiar de un preso cuando iba a visitarle.

-Aseguran que las condenas no sirven para nada.

-Mientras no hagan un gesto de esas características no pueden exigir a los demás que nos pronunciemos sobre lo que les está pasando. Podremos denunciar la Ley de Partidos como lo hemos hecho, o el sumario 18/98, pero que no nos responsabilicen de cuáles son las consecuencias de su estrategia política, sobre la que no nos han pedido opinión. Mientras no reflexionen y no tengan la valentía de denunciar lo que ETA está haciendo pueden terminar ahorcándose junto con ETA.

-Dicen que se sienten fuertes.

-Lo que hoy no admite duda alguna es la imposibilidad de que el proyecto político y el militar se desarrollen juntos. Si el núcleo social seguidor de Batasuna mira lo que ocurre en el mundo, comprobará que los procesos de emancipación nacional sólo avanzan realmente cuando no hay violencia. ETA es hoy el principal obstáculo para el progreso de nuestro pueblo y se lo tendrán que decir quienes hasta ahora la han jaleado.

-En ocasiones se le ha acusado de equidistante.

-Es totalmente incierto que el Gobierno equipare a víctimas y verdugos. Es una acusación deleznable, y lo curioso es que la formulan indistintamente el PP y el PSOE porque siguen utilizando a ETA como arma arrojadiza en el parqué político. Es un comportamiento rastrero. Siempre hemos dicho que los derechos son indivisibles, empezando por el más básico: el derecho a la vida. Si no fuera dramático, rozaría el ridículo que por defender todos los derechos nos llamen equidistantes. Me cuesta entender que un demócrata se queje de que su Gobierno denuncie a la vez las tropelías de ETA y los ataques a derechos de los ciudadanos. El despropósito es utilizar dos varas de medir las distintas vulneraciones de derechos.

Intereses

-Amplios sectores sociales y políticos dan ya por hecho que ANV será ilegalizada antes de las elecciones generales.

-Dependerá. La imposibilidad de presentarse a las elecciones municipales y forales en una serie de localidades se adoptó en función de intereses políticos y partidistas. Es posible que ahora, según los intereses particulares del PSOE, se intente hacer lo mismo. Me preocupa esa especie de miedo hacia lo que una parte de la sociedad pueda pensar del PSOE por no desmarcarse del PP. Es decir, si los populares intentan imponer firmeza ante lo que ellos consideran el entorno de ETA, los socialistas nunca se quedan atrás. Siempre quieren dar un paso adelante. Al final se utiliza la situación de violencia que padece nuestro país como si fuera un caladero de votos. Comportarse de forma más dura supone sufragios, fundamentalmente en España.

-Usted fue pionero en verano al criticar la transversalidad entendida como derecho a veto.

-Este Gobierno da ejemplo de transversalidad al estar integrado por dos partidos abertzales y EB, que no lo es. Pero defender este concepto, siempre entendido como la cesión de derechos por una de las partes, y en este caso siempre nos toca a nosotros, constituye una transversalidad nefasta, sobre todo, para los objetivos que estamos defendiendo. Yo comparto la transversalidad entendida como que es necesario un gran acuerdo entre todos. Pero no me parece bien que, si no es posible el consenso, la inacción se instale en el ámbito político en nuestro país. Si no hay acuerdo habrá que aplicar la regla de las mayorías. Transversalidad, sí; negociación, también; acuerdo de consenso, también; pero capacidad de veto, ninguna.

-En aquella polémica tuvo enfrente a Josu Jon Imaz. ¿Qué le dice su retirada?

-Tengo una muy buena relación personal con él. Fue una confrontación de posiciones respetuosa. No entiendo su retirada como definitiva. Todavía es joven.

-EA alienta a la desobediencia civil. ¿Esa posición no es incompatible con el desempeño de tareas gubernamentales?

-La desobediencia civil no es delito. Es una forma pacífica y democrática de posicionarse ante lo que se consideran injusticias. Cuando hablamos de confrontación democrática nos referimos a proyectos e ideas, que posteriormente tienen que derivar en una consulta a la sociedad vasca. Y eso es compatible con nuestra presencia en las instituciones.

-En occasiones, parece que se viste la consulta, el tótem del lehendakari, del que ha hecho causa el tripartito, como la solución a todos los problemas.

-La solución a todos los problemas la hacemos en el día a día, con la Sanidad, la Educación, la Justicia Pero el debate sobre el derecho de decisión es una clave importante a la solución de la falta de normalización política, y posiblemente de paz, en nuestro país. 2008 será el año de la consulta y la prueba del algodón para el PSOE o el PP, si gana las elecciones generales, sobre la voluntad democrática y la capacidad que tiene que tener una sociedad como la nuestra para decidir nuestro futuro sobre temas importantes. Creo que habrá acuerdo entre el Gobierno vasco y el español.

-Está convencido de que se celebrará.

-No hay que preparar ‘plan B’, porque se hace muy difícil de entender que un Gobierno que se dice democrático impida a una sociedad tomar decisiones sobre su propio futuro.

Fuente: Joseba Azkarraga