Gorka Knörr

En el Aberri Eguna, Día Nacional de Euskadi, que Eusko Alkartasuna celebra bajo el lema ´Herriarekin, herriarentzat´ (Con el Pueblo, para el Pueblo), nuestro partido quiere concentrar su atención y su reflexión sobre cuatro conceptos: Paz, Democracia, Independencia y Solidaridad.

La Paz, como exigencia y como necesidad. No aceptamos la violencia, nos rebelamos contra quienes pretenden imponer sus ideas mediante su uso. Para EA, es una exigencia ética el defender a ultranza todos los derechos humanos, y en primer lugar el derecho a la vida, y oponernos radicalmente a todos quienes pretenden violentarlos. Y por eso le decimos a ETA que no aceptamos su violencia y que la condenamos con toda nuestra energía.

La Paz es también es una necesidad, porque solamente desde unas condiciones de no violencia será posible el que todos puedan defender sus proyectos políticos, libres de la amenaza y la coacción. La discusión en libertad y sin violencia es la condición necesaria para que los ciudadanos y ciudadanas de nuestro País tengan la última palabra para decidir su destino.

Reclamamos hoy la democracia en unos momentos en los que está gravemente amenazada. No solamente por la existencia de la violencia, sino porque hoy y aquí asistimos a un gravísimo deterioro del llamado estado de derecho. La división de poderes y la independencia judicial están en entredicho con un gobierno español que interviene desde el ejecutivo condicionándolas a sus particulares pretensiones políticas. Y porque los derechos fundamentales, capitales en cualquier sistema democrático, están siendo quebrados por el gobierno español y el Partido Popular, con el silencio cómplice de un Partido Socialista enredado en la maraña del Pacto Antiterrorista, en su día definido por Mayor Oreja como el Pacto contra el nacionalismo vasco.

En el Estado español, hoy, se ilegaliza un partido político, se cierra cautelarmente el único periódico en euskera, conculcando, además del derecho a la libre expresión, el derecho a la información en su propia lengua de decenas de miles de vascoparlantes, o se ataca a la pluralidad, legislando contra la lengua de los vascos en Navarra, o se deja en la calle a delincuentes de altos vuelos financieros, mientras se inhabilita y se prohibe la comparecencia electoral del exDiputado General de Guipúzcoa, Imanol Murua. El indulto, para algunos, se debe reservar para limpiar la memoria histórica de torturadores y colaboradores de la Gestapo como Melitón Manzanas, o para pedirlo para siniestros individuos como el general Galindo.

Reclamamos Paz y Democracia porque nuestra sociedad vasca quiere vivir en una situación política normalizada en la que nadie quebrante los derechos humanos; y Eusko Alkartasuna, además de reclamar la paz y la normalización política, quiere seguir trabajando desde la política para alcanzar esos objetivos, frente a quienes desde los extremos de la violencia terrorista y de la intransigencia política se complementan objetivamente para impedir que se imponga la racionalidad política y la voz de la ciudadanía democráticamente expresada.

Hemos de lanzar nuestro grito por la Paz también fuera del País Vasco. Un grito hoy más necesario que nunca, cuando tras la violación de la legalidad internacional y la invasión de Irak ha quedado al descubierto la estrategia de quienes anteponen a esa legalidad sus intereses geopolíticos y económicos, sin importarles machacar y asesinar miles de personas.

Además de proclamar con vigor nuestro compromiso con la defensa de los derechos individuales, en el Día Nacional del País Vasco reiteramos la defensa de nuestros derechos colectivos. Defendemos nuestra Soberanía, nuestro derecho a la Independencia, y nuestro compromiso con la Solidaridad, desde la convicción de que ambos conceptos son, para EA, absoluta e irreconciliablemente complementarios. Una Nación no se puede construir sino desde la libre adhesión de sus ciudadanos y ciudadanas. Pero una Nación, en el fondo, es cohesión, identidad, es compartir categorías de valores, es un sentimiento colectivo. Y para nosotros, el Día Nacional de Euskadi es una ocasión para recordarlo y para certificar nuevos compromisos políticos, personales y colectivos. La lengua vasca, la solidaridad, la lucha contra la desigualdad, la justicia, los derechos humanos, el medio ambiente.., son, entre otros, los ejes de nuestro compromiso. Identificándonos con los deseos y aspiraciones del pueblo. Con el pueblo y para el pueblo.

Y desde esos compromisos seguiremos construyendo nuestra senda a la Soberanía, siempre por medios pacíficos y democráticos, impulsando el diálogo entre todas las posiciones y formaciones políticas. Sin desmayo, paso a paso, porque sabemos que nada se consigue de la noche a la mañana, pero teniendo siempre en cuenta nuestras aspiraciones nacionales y apostando por la globalización de la Solidaridad frente a un mundo en el que se nos quiere imponer la ley de la selva y el fetiche del neoliberalismo a ultranza.

Paz, democracia, soberanía y solidaridad. Para todos y con todos. Herriarekin eta herriarentzat.

Fuente: Gorka Knörr