El proyecto de Presupuestos Generales de Navarra para 2005 del Gobierno de UPN y CDN evidencia una triple realidad, con incidencia directa sobre la capacidad y voluntad de dar respuesta en los servicios al ciudadano.

- De un lado, deja de manifiesto el FRACASO de la política económica de UPN y CDN, de su modelo económico, que no es el nuestro, el de Eusko Alkartasuna, así como su incapacidad para gestionarlo. Baja la previsión de ingresos debido, en buena medida, al descenso en la recaudación del IVA, fenómeno en el que ha tenido una especial incidencia el bajón de producción de Volkswagen Navarra los últimos meses. Hecho que demuestra CON GRAVEDAD el grado de dependencia de Navarra respecto de la actividad de la multinacional alemana, y evidencia con datos palpables hasta qué punto condiciona esta empresa nuestro desarrollo y estado de bienestar.

- Por otro lado, el Gobierno de Navarra ha MODIFICADO LOS PARÁMETROS en el cálculo del gasto en estos presupuestos, para falsear el porcentaje y dar la impresión de que las inversiones en servicios al ciudadano no descienden, que es lo que efectivamente ocurre, y que este proyecto de Presupuestos para 2005 mantiene un lógico crecimiento progresivo que, en realidad, no se produce. Lo que ha hecho ha sido contabilizar como gasto los gastos fiscales, que el año pasado no se incluían de modo que se dificulta cualquier comparación presupuestaria con las previsiones del pasado ejercicio.

- Se produce un RECORTE y CONGELACIÓN generalizada de las partidas en todos los ámbitos. Se reduce el porcentaje de inversión en pilares fundamentales de nuestro bienestar como Educación o Sanidad, mientras que se deja a la UPNA al límite de su viabilidad y las previsiones presupuestarias en Cultura o Euskera bajan escandalosamente, en algunos casos incluso desaparecen algunas partidas o caen al 50 %. Hay que tener en cuenta que, esta situación se produce en un momento de bonanza económica de Navarra lo cual demuestra el fracaso de una gestión incapaz de optimizar los momentos favorables. Una economía diversificada permitiría afrontar mejor los vaivenes de ingreso y recaudación tributaria, y nos proporcionaría la flexibilidad y los recursos necesarios ante cambios económicos desfavorables en determinado sector.

Recortes que en muchos casos se han realizado en función de las filias y fobias de la derecha navarra, y sin tener en cuenta necesidades sociales aún existentes, lo que nos hace pensar en la falta de voluntad del Ejecutivo de UPN y CDN de desarrollar dichos servicios, y su clara voluntad de delegar su gestión a la iniciativa privada, como ocurre en Bienestar Social.

Por ejemplo, resulta muy llamativo el CASTIGO PRESUPUESTARIO a la Administración Local y la Universidad Pública de Navarra, precisamente aquellos ámbitos que no controla políticamente la derecha navarra. Cuesta creer en las coincidencias, y lo cierto es que en todos los apartados las partidas que más bajan son aquellas referidas a las ayudas del Gobierno de Navarra a ayuntamientos y entidades locales, lo cual significa que el Ejecutivo de UPN y CDN no piensa cumplir sus compromisos con la administración más cercana al ciudadano. Cuestiones como la contratación de técnicos de euskera y servicios que hasta ahora se financiaban conjuntamente se encuentran en serio riesgo con la actual previsión presupuestaria.

En términos globales, nos parecen unos Presupuestos absolutamente CONSERVADORES y de tendencia ULTRALIBERAL que ponen en evidencian la INTENCIÓN PRIVATIZADORA del Ejecutivo Foral en servicios públicos y de atención social prioritaria, como atención infantil, atención geriátrica o salud mental. Al mismo tiempo, se produce un retroceso en apartados consolidados como Salud o Educación, en esa obsesión por cumplir con el objetivo del déficit cero, objetivo que mientras existan necesidades en la sociedad no nos parece prioritario.

Una política presupuestaria que no se corresponde con la situación económica actual. La tasa de crecimiento de los gastos totales en estos Presupuestos Generales de Navarra es inferior al crecimiento previsible del Producto Interior Bruto (PIB), lo que significa que se están adoptando restricciones presupuestarias sin necesidad real de ajuste, y con necesidades todavía muy presentes. La falta de infraestructuras en centros educativos, las necesidades de material en laboratorio o la renuncia al Plan Oncológico son consecuencia de esta gestión económica innecesariamente restrictiva.

En Salud, suben varias de las partidas destinadas al concierto de servicios con la iniciativa privada, y descienden otras relativas a equipamiento médico y obras de mejora en infraestructuras del sistema público. En ayudas a la investigación, por ejemplo, Navarra está a la cola del Estado.

En Infraestructuras, desciende de forma inexplicable en dos millones de euros el presupuesto para la vía de gran capacidad Pamplona – Logroño, y en general, todas aquellas partidas vinculadas al mantenimiento y la mejora de la actual red de carreteras baja de forma importante.

En Presidencia e Interior, más de 15 partidas descienden su previsión, y en Bienestar Social son 17 las partidas presupuestarias que bajan.

Así por ejemplo, en Vivienda, salvo la partida ‘adquisición y promoción de suelo, vivienda y edificación, que sube, el resto disminuye estrepitosamente, y desaparece la destinada a estudios, becas y acuerdo con la UPNA para la realización de trabajos de edificación. Asimismo, se producen recortes importantes para la rehabilitación. En Medio Ambiente, la partida prevista para la ‘prevención y corrección de la contaminación’ baja de 2.100.000 a 660.000 euros. Investigación y experimentación forestal, y programas de educación ambiental disminuye a menos de la mitad.

En Educación la situación es lastimosa. La utilización de barracones prefabricados para atender el exceso de demanda, la falta de respuesta ante reivindicaciones laborales de los profesionales y la necesidad de construcción de nuevos centros no se ve atendida. Se congelan las partidas a la Escuela de Música, y no se dota, de momento, al Conservatorio de Música, que queda al albur de lo que ocurra con otras partidas. En cuanto al equipamiento en centros públicos, pasa de millón y medio de euros a poco más de 500.000, y bajan también tanto las subvenciones a asociaciones y federaciones de padres y madres como la partida para la formación y el apoyo al profesorado. En Euskera caen todas las partidas, algunas escandalosamente. Así por ejemplo la subvención a las Gau Eskolak, como se ha denunciado, pasa de 500.000 euros a 180.000.

En Agricultura tenemos que hablar de congelación generalizada, un sector que por su carácter estratégico y necesidades competitivas requiere de una ayuda específica por parte del Gobierno Foral. La necesidad de un fuerte impulso a esta realidad contrasta con las previsiones presupuestarias criticadas por los propios sindicatos agrarios.

En Cultura la tónica general es también la congelación y reducción de partidas, con un importante recorte en materias artísticas. Así, la ayuda a la formación artística baja de 146.000 a 92.000 euros, la partida destinada a la restauración y protección de edificios histórico – artísticos pasa de dos millones de euros a tan sólo 900.000, y también aquí la partida dedicada al ámbito municipal cae con especial intensidad. Así, las ayudas a la restauración y protección de edificios de carácter municipal baja de más de 1.100.000 euros a 240.000.

El único apartado que crece de forma desmesurada en los Presupuestos para 2005 es Industria, que sube repentinamente. En principio no nos parece mal si se emplea correctamente para emprender un auténtico proyecto de diversificación industrial, por la vía de la investigación e innovación, con especial incidencia y apoyo al tejido industrial propio. Esperemos que tales partidas no se desvíen para sufragar gastos y dietas de ese tejido de empresas públicas o semipúblicas que ha puesto en marcha el Gobierno de la derecha, y se empleen en iniciativas que sirvan a Navarra para perder esa dependencia contraproducente de un único sector productivo y de la Volkswagen.

La derecha navarra ha acometido en los últimos años una serie de reformas fiscales que han supuesto un descenso en la recaudación, primando además a las rentas altas por delante de las rentas del trabajo.

Los problemas de financiación de la Hacienda Foral que se han puesto de manifiesto a finales de este año, y que han motivado al parecer la operación de última hora de venta de EHN para hacer caja, responde también a ese afán por utilizar la reducción de impuestos como arma demagógica en las campañas electorales y en el discurso político de la derecha. Hay que ser más serio con el dinero del contribuyente y los servicios al ciudadano.

Por todos los argumentos aquí expuestos, ante nuestra OPOSICIÓN FRONTAL a la GESTIÓN POLÍTICA de la derecha navarra, y siendo la ley de presupuestos la herramienta económica que hace posible esa gestión de la que discrepamos profundamente por antivasca, neoliberal en lo económico y conservadora en lo social vamos a enmendar a la totalidad el proyecto del Gobierno.

Asimismo, y en previsión de que ninguna de las enmiendas a la totalidad prospere, con el espíritu de corregir algunos de los, a nuestro juicio, dislates que se cometen en este proyecto de presupuestos hemos presentado más de 250 enmiendas parciales en materia de Salud, Educación, Cultura, Euskera, Bienestar Social y para la Universidad Pública de Navarra, fundamentalmente.

Fuente: Begoña Errazti