Mari Carmen Marín. Diputada Foral para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social

El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza ha sido desde 1993 celebrado desde su declaración por la Asamblea General de las Naciones Unidas (resolución 47/196), con el propósito de promover una mayor conciencia sobre las necesidades para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, en particular en los países en desarrollo. Con la misma intención, hoy, el Departamento para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa junto con 33 organizaciones de desarrollo quieren celebrar este día emitiendo un claro mensaje a la ciudadanía.

Entendemos que nuestra sociedad vive sumida en una contradicción: de manera que junto a los cambios de la sociedad de la información, las nuevas tecnologías de la comunicación, el desarrollo de la investigación con células madre o viajes espaciales nunca imaginados, la humanidad convive con algo que sin embargo no cambia, sino que permanece: la pobreza. Mientras nuestra calidad de vida ha ido mejorando en las últimas décadas, otras sociedades se han visto excluidas por el sistema económico y político internacional y miles de mujeres y hombres en nuestra sociedad, pero en especial en los países empobrecidos, ven vulnerados sus Derechos Humanos y ven ultrajada su integridad, sin que su grito de justicia sea motor de cambios reales en sus sociedades, pero tampoco en las nuestras. Al mismo tiempo mostramos nuestro desacuerdo con aquellos discursos que para extender la democracia y la paz, sólo hacen sonar con más fuerza los tambores de guerra, ahondando aun más en la pobreza a la sociedad civil de los países empobrecidos. Estamos convencidos de que la lu cha contra la pobreza es también la lu cha a favor de la paz y la lucha a favor de un desarrollo centrado en las personas y respetuoso con el medio ambiente.

Cierto es que la realidad es dura, pero en un día como el de hoy además de describir la realidad tal y como es, queremos trasmitir esperanzas y respuestas. De esperanzas sabemos las personas que a través de los proyectos de cooperación al desarrollo vemos los esfuerzos diarios de mujeres y hombres por salir de la pobreza. Las respuestas vienen marcadas por los conocidos como objetivos del milenio o lo que es lo mismo los ocho retos más importantes de la humanidad: erradicar la pobreza y el hambre, lograr la enseñanza universal, promover la igualdad entre mujeres y hombres, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el SIDA y el paludismo, garantizar la sostenibilidad medioambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Lean esos ocho objetivos nuevamente y posiblemente se percaten de que los conflictos globales que nos parecen hoy irresolubles, tiene su respuesta en el logro de esos objetivos. Todas y todos podemos extender la esperanza. Todas y todos podemos comprometernos con las respuestas.

MARI CARMEN MARÍN/* Acnur, Adra, Adsis Elkartea, Alboan, Arquitectos sin fronteras, Asociación Amigos de la RASD Gipuzkoa, Behar Bidasoa, Caritas Gipuzkoa, Elan Euskadi, Emaus Fundación Social, Euskalaid, Fisc, Garapena, Hirugarren Adina 3. Mundurako, Ingeniería sin fronteras, Ingenieros para la cooperación, Intered Euskal Herria, Manos Unidas, Médicos sin fronteras, Medicus Mundi Gipuzkoa, Mugarik gabe, Mugen gainetik, Mundukide, Ocsi ams, Oskar Romero solidaritza, Proclade, Prosalus, Proyde-Proega, Psicólogos sin fronteras,PTM-Mundu bat, Rokpa, Serso San Viator y Setem Hego haizea DIPUTADA FORAL PARA LOS DERECHOS HUMANOS, EL EMPLEO Y LA INSERCIÓN SOCIAL Y 33 ORGANIZACIONES DE DESARROLLO EN GIPUZKOA*

Fuente: Mari Carmen Marín