El trabajo municipal nunca es fácil y en época de vacas flacas, menos que nunca. En Zarautz este año hemos tenido que hacer frente a la naturaleza además de a la crisis. Mucho trabajo para que el municipio esté a punto no solo para el verano, sino también para garantizar el bienestar de quienes vivimos aquí todo el año.

La gestión de los destrozos del temporal no ha sido fácil y, aunque dio lugar a ilustres visitas, el trabajo final ha caído en manos de los representantes y técnicos municipales, que hemos intentado dar respuesta a todos los comerciantes, hosteleros, propietarios de embarcaciones, vecinos y vecinas damnificados…

Ha sido un esfuerzo en el que no hemos ahorrado un céntimo. Porque hay cosas en las que no se puede escatimar y porque la gestión del actual equipo de Gobierno municipal de EH Bildu ha sabido reducir significativamente la importante deuda heredada saneando las cuentas municipales y garantizando que el Ayuntamiento actuará donde sea necesario.

Así, hemos evitado proyectos faraónicos como el Policultural, hemos conseguido rentabilizar los terrenos del Golf y adquirir el del cine Modelo, tanto para disponer de recursos con los que pagar los servicios públicos como para redistribuir el dinero entre la sociedad con impuestos progresivos y progresistas.

Ante todo, este Gobierno ha tenido la voluntad de dialogar, de llegar a acuerdos, siempre por el bien de Zarautz. Aún siendo un Ejecutivo en minoría, en los últimos tres años hemos logrado acuerdos con los diferentes grupos municipales, incluso en los grandes tótems de la política municipal: presupuestos y fiscalidad.

Sin embargo, estamos seguros de que no vamos a llegar a un acuerdo con quien ha decidido actuar contra el Ayuntamiento por una partida concreta de los presupuestos de 2014. Es el mismo que está empeñado en hacer llegar la bandera española a todos los rincones de la Araba, Bizkaia y Gipuzkoa; el que recurre las ayudas de la Diputación de Gipuzkoa a Gure Esku Dago; el que cree que las instituciones no deben subvencionar el euskera.

Carlos Urquijo, delegado del Gobierno español en la CAV, ha interpuesto un recurso contencioso administrativo contra el presupuesto para el ejercicio de 2014 por una partida que “vulnera el principio de objetividad que debe regir la actividad municipal”, según la Ley española. Y todo eso quiere decir que a Urquijo no le gusta que el Ayuntamiento subvencione a Udalbiltza, la única institución nacional de Euskal Herria.

Los documentos oficiales llegan a decir que “los fines de Udalbiltza no se incluyen entre las competencias que la Ley atribuye a los ayuntamientos”. ¿Los objetivos de una asociación de electos municipales no tienen nada que ver con las competencias municipales? En fin.

Lo sabemos, tiene la sartén por el mango y la suspensión de esa partida queda a criterio del juez. La pueden suspender, como pueden obligarnos a poner la española pero ¿qué piensan conseguir a medio plazo? Seamos serios, ¿cuánto tiempo más creen que van a poder seguir tratándonos como si fuéramos menores de edad, que no sabemos qué queremos ni qué nos conviene?

Si nos dieran a elegir, ¿dónde querrían los y las zarauztarras que vaya el dinero de sus impuestos, a Udalbiltza o a la aforada Monarquía española? ¿A políticas de apoyo al euskara o al Ejército español? ¿Qué bandera sienten como suya, la tricolor roja, verde y blanca o la impuesta española?

Y ese es el quid de la cuestión: que si elegimos, no será lo que ellos quieren. Por eso, no nos dejan elegir. Pero hace tiempo que el derecho a decidir no está en sus manos, sino en las manos de la sociedad. Y si el Gobierno español, con la ayuda de funcionarios serviles como Urquijo, aprieta el nudo con el que intenta ahogarnos es porque lo saben y tratan de confundirnos para atrasar el momento. Pero eso es lo único que van a lograr.

Juan Luis Illarramendi
Zarauzko alkatea