El Correo egunkariak Pello Urizarren elkarrizketa argitaratzen du gaur; EAko Idazkari Nagusiak alderdiaren 25 urte hauetako errepasoa egiten du eta Bildu egiten ari den lan instituzionala defendatzen du; horrez gain, Gipuzkoako Giza Eskubideen zuzendaritzatik biktimen inguruko lan integrala jorratzen ari dela baieztatzen du: “Ezin ditugu biktima batzu soilik aitortu eta beste batzu ahaztu”-dio Urizarrek.

Pello Urizar está de cumpleaños. No
el suyo precisamente, sino el de EA, que nació hace ahora un cuarto de
siglo, una efeméride que su partido celebró ayer en el Alkartexe de
Vitoria. «Era un chavalillo, pero estuve allí», recuerda Urizar, en 1986
un adolescente. Hoy, sin embargo, es el rostro que encarna el
acercamiento de Eusko Alkartasuna a la izquierda abertzale y,
paradójicamente, uno de los que apagan los fuegos que avivan otros en
Bildu. «Qué va, no me siento así, unas veces nos toca salir a unos,
otras a otros… Pero todos compartimos el mismo compromiso con el nuevo
ciclo», asegura.

- «Bildu va a dar pasos para reconocer a las víctimas. No es una promesa para el siglo XXIII». Son palabras suyas. ¿Qué pasos?
- El reconocimiento de todas las víctimas es importante y Bildu
tiene claro que no puede ni priorizar a unas sobre otras ni olvidarse de
unas y reconocer solo a otras. En la Diputación de Gipuzkoa se ha
creado una dirección de Derechos Humanos. Antes estaba con Cooperación e
Igualdad y ahora se le ha dado una entidad mayor. Será esa dirección la
que asuma el liderazgo.

- ¿Para cuándo gestos de calado?
- Se hablará de calendarios cuando se defina un poco mejor… De esa oficina saldrán pasos concretos.

- ¿Se siente incómodo teniendo que dar largas sobre el
reconocimiento a las víctimas cuando usted lidera un partido, EA, que lo
ha hecho desde siempre?
- No, porque tengo claro que en Bildu estamos tres formaciones con
orígenes y recorridos diferentes. Tenemos unas rayas rojas muy claras y
nuestro objetivo es que la violencia sea cosa del pasado
definitivamente. Lo importante es que los pasos que se vayan dando nos
lleven a una situación donde no queden flecos que pudieran justificar
retazos de violencia.

- ¿La clave está en que quedan resistencias internas por vencer?
-
Se den los pasos que se den por parte de Bildu, va a haber agentes
políticos que digan que son insuficientes. Hay algunas formaciones que
nos quieren imponer su calendario y sus ritmos. Pero vamos a responder a
las expectativas de la sociedad y a los compromisos que tenemos
contraídos con ella. Y si no son los que al PP, al PSOE o al PNV les
parecen adecuados, es cosa suya.

- ¿Y qué problema hay para pedir a ETA que deje definitivamente las armas?
-
La primera petición que hace el Acuerdo de Gernika es a ETA. Aquí hay
también un conflicto político y para resolverlo es necesaria una
sociedad normalizada en la que ETA haya desaparecido. Pero todos nos
tenemos que mojar y dar el do de pecho. Ahora mismo, mal que nos pese,
el único que ha dado pasos, no definitivos y no todos, es ETA. Claro que
tiene que llegar hasta el final. Pero hay otros agentes que también
tienen que dar pasos y no los están dando.

- ¿Usted sabe por qué les cuesta tanto a compañeros suyos dentro de Bildu decir eso mismo?
- ¿Por qué les cuesta tanto a algunos miembros del PSOE, no a otros,
decir que dar pasos más decididos en política penitenciaria ayudaría al
proceso? El ritmo va a ser el de Bildu, porque el objetivo final lo
merece.

- ¿A EA le gustaría que ese ritmo fuera más rápido?
- EA
sabe que los acuerdos y los compromisos que hay, acordados entre los
tres y suficientes para los tres, son los adecuados para avanzar. Si nos
retrotraemos a la situación de hace un año, llevamos una velocidad de
vértigo. Y hace dos años y medio nadie se hubiera imaginado que íbamos a
estar en esta situación. Nadie. Ha habido avances sustanciales.

- ¿Está convencido entonces de que el actual proceso no tiene vuelta atrás?
-
Estoy convencido. ¿Cuándo se va a llegar al final? No lo sé, hace falta
que todo el mundo se moje y no estoy viendo voluntad, quizá porque
tenemos las generales encima.

Aznar y los presos

- ¿Confía en que haya pronto un pronunciamiento definitivo de ETA?
-
No lo sé. Pedir se les puede pedir, pero lo lógico es que no reconozcan
que han estado equivocados los últimos cincuenta años y que no acepten
renunciar a lo que ha conllevado esa estrategia. No estamos por la labor
de implementar una situación de vencedores y vencidos, tan cacareada
por algunos. Los problemas que no se solventan por la convicción de
todas las partes vuelven a aflorar. Nuestro objetivo es que la solución
al problema de la violencia sea definitiva.

- ¿No cree entonces que es importante que haya un reconocimiento expreso del daño causado?
- En Irlanda, el IRA no ha hecho una declaración de cierre
definitivo nunca, y los pasos para la reconciliación se están dando.
Aunque ETA diga que cierra la persiana, alguien dirá que no es
suficiente.

- El Gobierno ya ha dejado claro que no dará ningún paso mientras ETA no lo deje. ¿Eso pone en peligro el proceso, según usted?
- Las declaraciones del ministro Camacho las enmarco dentro de una
situación de provisionalidad y de precampaña. Al PSOE nunca se le ha
pedido que haga alardes mediáticos. Hay posibilidades de permitir que se
hagan cosas sin necesidad de ello. Mediáticamente no esperamos nada
diferente.

- ¿Aguardan entonces movimientos discretos, en la línea del acercamiento de presos o la legalización de Sortu?
- De Zapatero esperaría que hiciera alguna cosa, pero teme la
reacción del PP. Hay margen de maniobra suficiente para que el PSOE dé
algunos pasos sin que tengan reflejo mediático.

- ¿Y con un Gobierno del PP, lo ve más fácil o más difícil?
-
A diferencia del PSOE, al PP no le veo con ningún complejo. Sí es
verdad, y ahí las cifras cantan, que Aznar solo en la aproximación de
presos hizo más de lo que ha hecho Zapatero en la mejor época de la
negociación de 2006.

- ¿Dan fruto sus intentos de abrir contactos con el PP vasco?
-
El PP vasco es consciente de los avances y ha hecho gestos tímidos que
luego se ha tenido que tragar. ¿Qué hay más natural que tomarse una copa
de champán con el alcalde en fiestas de Donosti?

- A usted sí le gustó esa foto.
- Más que gustarme, me
parece normal. Lo lógico en una situación de normalidad es convivir y
compartir, aunque se esté en las antípodas políticas. No es la primera
vez que veo eso en el PP y no será la última.

- ¿Hace alguna autocrítica de la actitud de Bildu este verano?
- Seguro que ha habido cosas que se podían haber hecho mejor. Pero
teníamos claro que la serpiente de este verano iba a ser Bildu. Y que,
independientemente de cómo hiciéramos las cosas, la lectura iba a ser
negativa. Las cosas que ha hecho Bildu no son ni de lejos justificación
para la caza de brujas que se ha montado durante el verano.

- Por concretar, ¿se sintió incómodo con las palabras de Martín
Garitano cuando dijo que los atentados de ETA en Cataluña fueron «más
que un error», sin mencionar el resto?
- Era una respuesta concreta a una pregunta concreta de un familiar
de una víctima del atentado de Hipercor, y desde luego no tenía entidad
suficiente para provocar la caza de brujas que provocó.

- No me ha contestado si se sintió incómodo.
- No… He aprendido siempre a preguntar a la persona porque se suelen hacer interpretaciones.

- ¿También le malinterpretaron cuando dijo que aún no ha llegado el momento de reconocer a las víctimas?
- No… Bueno, podemos tener diferencias cuando hablamos del momento. No sé si se refería a ese mismo día, al verano… No sé.

- ¿Por qué ofrecen al PNV una candidatura conjunta en Madrid que saben perfectamente que no va a aceptar?
- ¿Y por qué en 2003 el PNV sí acepta entrar en una candidatura
conjunta en Nafarroa? ¿El peso es el factor fundamental para determinar
si entra o no entra? Ahora más que nunca, teniendo en cuenta que el PP
puede ser fuerza mayoritaria, es importante ir allí como pueblo.

- ¿Cómo creer que la oferta es sincera si la izquierda abertzale aspira a sustituir al PNV en el liderazgo del nacionalismo?
- Porque quizás obviamos que no se nos reconocen unos derechos que
tenemos como país. Telesforo Monzón marcó como objetivo llegar hasta
Maltzaga juntos, compartir unos mínimos para poder defender los derechos
que nos asisten como pueblo. Luego, la casa que vayamos a construir
será diferente, el pueblo decidirá si tiene que tener dos pisos o tres o
cuántos balcones. Pero no hemos llegado a esa base común.

- ¿El futuro no pasa más bien por dos bloques abertzales enfrentados, como se ve en Navarra?
- También dentro del sector constitucional hay dos bloques, el PSE y
el PP, pero, aun teniendo grandes diferencias, llegan a acuerdos de
carácter estratégico tanto en Euskadi como en Nafarroa. Ellos tienen
claro que primero es España y luego el cómo. El PNV nos dice que ya
llegaremos a acuerdos después, pero creemos que haciéndolo de forma
previa el respaldo de la sociedad vasca puede ser muy importante.

- ¿Qué se plantea hacer Bildu en Madrid en favor del derecho a
decidir que sí tenga recorrido, a diferencia de la enmienda en defensa
de la autodeterminación del PNV que han criticado?
- Hay que estar dispuestos a arriesgar. Si no, no ganas. Mientras
estemos dispuestos a jugar con las reglas del Estado español tenemos muy
poco margen de maniobra. Hay que hacer algo más.

- ¿Qué más?
- Habrá que utilizar la imaginación. Si este
pueblo ha demostrado algo es que cuando hay un compromiso firme se
pueden hacer cosas.

- ¿Por eso va la izquierda abertzale ahora a Madrid y antes no?
-
Quizá lo que ha cambiado es reconocer que iniciamos este camino de una
situación que no nos gusta. No sentimos que ni el Congreso ni el Senado
nos representen, pero por desgracia todavía hay muchas cosas que se
deciden allí y nos afectan. Esa pelea hay que hacerla. Aunque entendamos
que nuestras instituciones son las de aquí y solo las de aquí. Hay que
intentar que allí se decidan cada vez menos cosas y se decidan más aquí.

«Somos socialdemócratas, pero no vamos a bailar al son de los mercados»

Veinticinco años después de nacer EA, ¿cree que algunos de sus fundadores no reconocerían hoy al partido?
- EA ha evolucionado y también su planteamiento ideológico. Nos
reconocemos como socialdemócratas, pero la socialdemocracia en estos 25
años ya vemos los tumbos que ha dado. No estamos dispuestos a reconocer
algunas cosas que otros partidos socialdemócratas como el PSOE admiten.
Flaco favor hacemos si bailamos al son de los mercados. Alguno habrá que
no se reconozca, pero los más importantes siguen reconociendo que el
compromiso del 86 continúa activo y que el trabajo por un Estado en
Europa y por la justicia social está vigente. Y los que se han marchado
no esperaron a 2009 ó 2011 para hacerlo.

- Bildu ha renunciado a la batalla de las banderas españolas en los ayuntamientos. ¿Se han vuelto más pragmáticos?
- No vamos a invertir nuestras prioridades porque a otros les interese ponernos en aprietos.

- ¿Van a estar en Eudel o apostarán por Udalbiltza?
- Son
cosas diferentes. Sí creemos que tiene que haber una institución del
tipo de Udalbiltza. En su día fue positivo y tranquilamente lo puede ser
ahora. Respecto a Eudel, Bildu tiene muy clara la representación que le
corresponde. Están las cosas abiertas; ya nos ha llegado que PNV y PSE
quieren repartirse los cargos de la dirección.

- Y ustedes van a impedirlo.
- Bildu es muy crítica con
el papel que ha jugado Eudel. Es una asociación, no una institución, y
se le ha dado una entidad política por encima de instituciones de mayor
rango. Tenemos el tema abierto.

- ¿Tiene Bildu alguna otra posibilidad que no sea ‘tragar’ con la fusión de las cajas?
-
Tenemos claro que se crearon con una función social muy clara y que no
pueden diluirse en el ámbito bancario. Las cajas vascas no pueden
convertirse en títeres de los mercados especulativos.

- ¿Ve posible el acuerdo en materia fiscal con el lehendakari?
-
Dependerá de qué propuestas haga. Antes de las elecciones estábamos
pidiendo que se metiera mano al tema de la fiscalidad y seguimos
pidiéndolo. Dependerá de la voluntad. Igual a López le da vértigo
sacarse una foto con Bildu.

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Jatorria: El Correo