Pello Urizar, Eusko Alkartasunako idazkari nagusiak ERCren hauteskunde kanpainiaren ekitaldi zentralean parte hartuko du.

Siempre hemos seguido con interés los movimientos políticos que se dan en Catalunya porque compartimos el marco estatal y la respuesta que el Estado está dando al asunto catalán nos sirve de orientación y, debemos decir, que no presagia nada bueno tampoco para Euskal Herria.

Y lo que está pasando en Catalunya es fundamentalmente algo que aquí nos suena bastante: se está desarrollando una cuestión de Estado para impedir que la ciudadanía catalana exprese su opinión sobre el futuro marco político jurídico del país.

Y desde aquí nos preguntamos qué está pasando, porque en Euskal Herria el Estado ha tenido la coartada de la violencia de ETA para poner obstáculos a la libre voluntad popular, pero ¿qué hay de eso de que sin violencia todo es válido? ¿Qué pasa en Catalunya?

Como ya sabíamos, y estamos teniendo oportunidad de comprobar, el único problema para el ejercicio efectivo del derecho de autodeterminación es la voluntad política del Estado. Ante la voluntad clara de las ciudadanías vasca y catalana de caminar hacia el ejercicio del derecho de autodeterminación, el Estado sólo responde con la prohibición, el miedo y la coacción.

El mensaje del Estado es que intentará impedir la consulta con todas sus fuerzas. Si eso fallara, y desde el punto de vista del independentismo es esperanzador que se pongan ya en esa tesitura, ya están tratando de convencernos de la hecatombe que se nos vendría encima de conseguir la independencia.

Y para convencernos utilizan un argumento curioso, que es el de la Unión Europea. Es curioso que lo utilice un Estado que llegó bastante tarde a la UE, a mediados de los 80, y porque como estamos viendo con la polémica generada en las últimas semanas, Europa no es un argumento en contra de la independencia, ni mucho menos.

En las últimas semanas estamos asistiendo a un verdadero espectáculo de confusión en lo que se refiere al papel de la UE en un proceso soberanista dentro de un Estado miembro.

Oliver Bailly, portavoz de la Comisión Europea, ya dijo que un proceso soberanista de un Estado miembro no es competencia de la Unión. Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea, dejo claro que ninguna Ley dice que Catalunya, o cualquier otra nación, deba salir de la UE si se independiza, y el propio Joaquín Almunia aseguró que “no es honesto afirmar de forma taxativa que una Catalunya segregada quedara fuera de la UE”.

Los tres se vieron obligados a rectificar sus declaraciones después de recibir presiones, presiones muy directas además, del Estado español. Y las declaraciones y contradeclaraciones han demostrado lo contrario a lo que pretendía el Estado español, que la Unión Europea se está construyendo día a día, con continuas ampliaciones que continuarán, y que sus reglas también se irán definiendo según vaya haciendo falta. Así, lo mismo que se buscaron las vías para que la Alemania reunificada fuese miembro de pleno derecho de la UE, se buscarán las fórmulas para integrar los Estados que salgan de los procesos independentistas.

O alguien nos quiere hacer creer que si Bélgica se dividiera en dos estados, el flamenco y el valón, éstos quedarían fuera de la UE y uno tendría derecho de veto sobre el otro?

- Efectivamente esta polémica ha dejado claro que en la Unión Europea no preocupan lo más mínimo los procesos soberanistas. En contraposición con la normalización y la pacificación de Euskal Herria, que sí ha suscitado la atención de instancias internacionales, lo que pase después de la normalización política se ve con naturalidad y como un ejercicio de democracia.
Y no puede ser de otra forma, porque siete de los estados que actualmente forman la Unión Europea han desarrollado procesos de autodeterminación en los últimos 25 años: Alemania, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Lituania, Letonia y República Checa. Y en cuatro más -Bélgica, Reino Unido y los Estados español y francés- hay movimientos soberanistas que trabajan en el medio plazo.
Con estos datos, ¿cómo va a poner la UE el grito en el cielo por otro proceso independentista más?

- El segundo aspecto que hemos comprobado con estas polémicas es que el Estado en realidad no amenaza con la UE, porque no puede hacerlo, sino que amenaza con un posible veto a la presencia en la UE de Catalunya o Euskal Herria independientes.
Es decir, ante la demanda social, el Estado nos ofrecer prohibición, límites, obstáculos e intento de veto.

Todo ello nos vuelve a llevar al mismo diagnóstico de siempre: el Estado español tiene un terrible déficit democrático, porque toda esta estrategia tiene como único objetivo impedir que la ciudadanía se exprese y decida su futuro. También estamos convencidos de que la ofensiva del Estado tiene una razón concreta y es que como venimos diciendo desde Eusko Alkartasuna, hemos conseguido poner el independentismo en el centro de la agenda política con la mirada puesta en el desarrollo de un proceso soberanista en el corto plazo.

Independencia en el centro de la agenda política de Euskal Herria y también de Catalunya que celebra en diez días unas elecciones históricas y en la que la sociedad catalana comenzará a definir su futuro.

Eusko Alkartasuna tiene una tradición de más de veinte años de trabajo en común con Esquerra Republicana de Catalunya, tanto en nuestros respectivos países como en el Estado y en Europa.

Esa cercanía y trabajo en común nos llevaron a participar en la histórica manifestación del día 11 de septiembre, invitados precisamente por Esquerra, y nos permiten también tener presencia en la campaña electoral, algo muy satisfactorio para nosotros. Con el objetivo de poner un granito de arena al movimiento independentista catalán estaremos presentes en el acto central de Esquerra del sábado.

 

Jatorria: Eusko Alkartasuna