«Las municipales deben celebrarse buscando las garantías suficientes para que todos los partidos puedan presentarse»
El consejero de Justicia se ha convertido en las últimas semanas en el látigo de Baltasar Garzón y en uno de los críticos más mordaces contra la ilegalización de Batasuna. Sus palabras y actitudes le han valido un tirón de orejas del Poder Judicial, una demanda ante la Fiscalía y varias peticiones de dimisión. En esta entrevista, sin embargo, el jefe de filas de EA en el Gobierno de Ibarretxe y ´viejo zorro´ de la política vasca se muestra algo más comedido y prudente. Joseba Azkarraga está convencido de que el auto del juez Garzón no prosperará, «porque no prueba que Batasuna sea ETA» y sostiene que las elecciones municipales tendrán que celebrarse «buscando las garantías suficientes para que todos los partidos puedan presentarse».

-Baltasar Garzón se ha convertido en su obsesión.

-En absoluto. Le tengo un gran respeto. Otra cosa es que desde ese respeto pueda criticar algunas de sus actuaciones. Tengo la impresión de que su auto no va a pasar a instancias superiores porque no prueba que Batasuna sea ETA.

-¿Sus alusiones a Garzón no van en ocasiones más allá de la crítica?

-A mí me gustaría que se desmintiera con hechos lo que he manifestado. El mismo día en el que el PP inicia los trámites para ilegalizar a una opción política determinada coincide con la suspensión por parte del juez Garzón de esa misma opción política. Hay unas coincidencias y unos hechos concretos que me parecen preocupantes. Es un auto repleto de ambigüedades y de lagunas, que está creando alarma social en una parte importante de la sociedad, y que requiere de una clarificación. Pese a todo, hemos cumplido con nuestra obligación de llevar a la práctica ese auto, aunque no nos guste.

-¿Resulta consecuente que el consejero de Justicia secunde el acto convocado por EA en Gernika para denunciar el «autogolpe de Estado» que, a juicio de su partido, suponen las medidas de Aznar y Garzón?

-Es una concentración similar a la que convocamos siempre que hay un atentado de ETA. Es un acto de diez minutos de silencio, en el que los cargos públicos e internos del partido manifestamos que no estamos de acuerdo ante un ataque directo contra la libertades y derechos fundamentales como el de reunión o asociación. Aquellas manifestaciones que puedan dar origen a conflictos de orden público no deben de autorizarse, y es lo que ha hecho el consejero de Interior

-¿Se pueden convertir de forma consciente o inconsciente en los defensores más acérrimos de Batasuna?

-Quien conozca nuestra trayectoria sabe de nuestro enfrentamiento continuo con quienes amparan y respaldan al terrorismo. Eso no quiere decir que tengamos que guardar silencio ante los ataques que se están dando contra las libertades.

-¿No están radicalizando PNV y EA sus postulados a marchas forzadas para tratar de ganar más votos de Batasuna?

-Todos estamos para rebañar votos… Pero, insisto, nuestra oposición a la ilegalización está motivada exclusivamente por la defensa de los derechos y libertades, que no pueden suspenderse de la forma en que se está haciendo, y menos por un juez ordinario.

«Les faltan agallas»

-¿Le atraen los cantos de sirena de Otegi de plantar cara conjuntamente al Estado?

-Llevo muchos años en política para saber quiénes tienen credibilidad y quiénes no. Arnaldo Otegi no la tendrá hasta que manifieste su rechazo a las actuaciones de ETA.

-¿En Batasuna manda Batasuna?

-Creo sinceramente que Batasuna no está relacionada con la violencia. Eso no quiere decir que haya miembros que estén procesados o condenados por actividades terroristas. Pero dicho esto, es evidente que no tienen independencia política a la hora de manifestarse públicamente, les faltan agallas y cuanto más tarden en tenerlas mayor pérdida de poder político van a sufrir.

-¿Las elecciones municipales carecerían de sentido si hay ilegalización?

-Hace un mes el PP y el PSE hablaban de falta de garantías para convocarlas y se oían voces sobre su posible suspensión. Mayor Oreja dijo el otro día que es ahora cuando va a haber más libertad para celebrar elecciones. Es un sarcasmo utilizar así todo lo que está pasando. ETA sigue estando ahí, y ahora, además, hay una opción política que no va a poder concurrir. Es todo complicado, pero deben de celebrarse buscando las garantías suficientes para que todos puedan presentarse.

-Los nacionalistas auguran consecuencias sombrías por la ilegalización de Batasuna. ¿Cuáles? ¿Qué más puede hacer ETA que no haya hecho ya?

-Estábamos en un proceso de cierta esperanza porque había sectores que se estaban desgajando de Batasuna por su falta de implicación en la pacificación. Si existía ese debate interno, ¿por qué se ha producido esta avalancha de suspensiones e ilegalizaciones? ¿Le interesa a Aznar terminar de verdad con el problema?

-¿Quizá lo único que le quedaría por hacer a ETA sería atacar directamente a algún dirigente de PNV, EA o IU?

-Objetivos del terrorismo podemos ser cualquiera. Sería ridículo decir que todos estamos en la misma situación. Hoy están castigando a un sector concreto de la sociedad, pero eso no quiere decir que el objetivo de ETA no puedan ser el PNV o EA, en una organización que ha perdido los papeles hace muchos años.

-¿Le sorprende la casi absoluta soledad en la que quedaron los dirigentes de Batasuna a la hora de tratar de impedir la clausura de sus sedes?

-No minusvaloremos su capacidad de movilización. Lo de sus sedes se produce en verano, y no sé si estratégicamente les interesó oponer resistencia. Saben movilizarse y tienen apoyo social.

-¿De verdad piensa que ilegalizar a Batasuna es el primer paso para proscribir las ideas nacionalistas?

-Sinceramente creo que si algo le preocupa al Gobierno de Aznar son las ideas nacionalistas. Tiene el objetivo absolutamente claro de que las ideas nacionalistas deben ser limitadas y disminuidas.

-Como jefe de filas de EA en el Gobierno Vasco conocerá cuáles son los planes de Ibarretxe sobre el futuro político de Euskadi.

-Creo que sus planes los ha trasladado de una manera continuada a la sociedad. Mi compañero de Gabinete Josu Jon Imaz fue muy claro el otro día. No estamos hablando de un planteamiento de ruptura. No hay buenos y malos dentro del Gobierno, no hay unos políticos rupturistas y otros estatutistas. Aparte del programa de gobierno que es lo que nos une, somos tres partidos que tenemos nuestro propio planteamiento ideológico. IU defiende un proyecto federal de libre adhesión; EA, un planteamiento de soberanía plena, y el PNV defiende su propio proyecto.

-¿Qué proyecto ha dicho que defiende el PNV?

-Su propio proyecto político… Yo puedo hablar del mío; que el PNV hable del suyo.

-Dijo usted el otro día que caminamos hacia la «independencia política sin ambigüedad y sin complejos».

-Repito que son dos cosas distintas la política de gobierno y la de cada partido. No tiene que ser ninguna sorpresa que nuestro objetivo sea la soberanía plena. Ocultarlo sería un error.

-Josu Jon Imaz dijo que vamos hacia una reforma del Estatuto desde el propio Estatuto. ¿Es ese el camino?

-Sí… Vía Gobierno es ése. El Estatuto es el marco jurídico político que tenemos en estos momentos y mientras no exista otra mayoría que lo cambie ése es el campo de juego en el que nos tenemos que mover. Eso no quiere decir que renunciemos a ir cambiándolo para ampliar las cuotas de autogobierno a las que tiene derecho esta sociedad.

-El Parlamento Vasco aprobó en julio un dictamen en el que se apuesta por superar el Estatuto, por la autodeterminación, por la inclusión de Navarra y del País Vasco francés en Euskal Herria. ¿Saben con certeza hacia dónde vamos?

-Los dos posicionamientos son coherentes. No hay que olvidar que en el programa de gobierno se recoge también la necesidad de la consulta a la sociedad vasca. El dictamen del Parlamento habla de otros objetivos finalistas a los que no podemos renunciar; entre ellos el tema de Navarra o de Iparralde. Pero eso hay que hacerlo desde el respaldo mayoritario de la sociedad.

-Si finalmente optan por la vía autonomista no van a tener a Batasuna de su lado.

-Sí… Confío en que por parte del PSE haya una reconducción de sus planteamientos sobre lo que fue el Estatuto de Autonomía en el momento de su aprobación. Mientras exista la violencia y mientras Batasuna, o lo que se llame, siga manteniendo su silencio y cobardía, difícilmente vamos a poder llegar a cualquier tipo de acuerdo.

J.J.Corcuera / diariovasco.com

Fuente: Joseba Azkarraga