Insta a adoptar medidas para proteger y garantizar “en todas las instancias públicas las libertades políticas, la libertad de opinión y la libertad de expresión”
El grupo parlamentario de Eusko Alkartasuna ha presentado una moción, para su debate y votación en el Parlamento de Navarra, en defensa de la libertad de expresión y en contra de “la censura encubierta o directa que se viene produciendo” en los últimos tiempos por parte de las “instituciones públicas del Estado”.

Según la presidenta de EA y portavoz parlamentaria, Begoña Errazti, “asistimos en la actualidad a una creciente criminalización y persecución de las opiniones y manifestaciones que se oponen o contravienen a lo que se conoce ya en todas las instancias como ‘pensamiento único’”. “En concreto, hemos visto cómo se ha realizado una auténtica persecución o caza de brujas contra varios artistas, escritores, periodistas y demás personajes del ámbito de la cultura por mostrar opiniones contrapuestas a ese pensamiento único”, añade. “Ejemplos bien visibles de esta situación los hemos podido constatar en la censura encubierta o directa contra artistas de la talla y trayectoria de Fermin Muguruza, Manu Chao o Julio Medem, entre otros, por expresar posiciones distintas en temas como la globalización neoliberal, la cuestión vasca, la criminalización de los inmigrantes o el surgimiento de bolsas de marginalidad”, explica.

Destaca en especial el caso de Julio Medem, al que achaca una “especial virulencia”, y que considera “el último exponente de ese proceso de presión que sufre el mundo de la cultura por parte del propio Gobierno español y del PP y sectores afines”.

A juicio de la presidenta de EA, “en un Estado democrático y en la coyuntura en la que nos encontramos sobran manifestaciones como las realizadas por la ministra de Cultura” quien, recuerda, “ni siquiera se molestó en ver personalmente el filme ‘La pelota vasca. La piel contra la piedra’, sino que directamente optó por el discurso de la descalificación”.

Begoña Errazti denuncia dicha actitud y discurso “compartido y alentado por otros cargos públicos del PP”, a los que acusa de rebasar ampliamente los límites de la crítica del documental para arremeter contra la persona de Julio Medem “desde una postura que, sin demasiado temor a equivocarnos, podemos calificar como calumniosa y tendenciosa”.

Errazti enmarca estas actitudes “en una evidente etapa de retroceso y recorte de derechos y libertades fundamentales”, que afecta no sólo a los mencionados “sino también al derecho de manifestación”, ya que, expone, “hemos podido observar la satanización de protestas multitudinarias”. En definitiva, resalta que “asistimos a un verdadero atropello de los derechos y libertades fundamentales que son la base de un Estado social y democrático de derecho, y recogidos en la Constitución y en la Declaración Universal de Derechos Humanos”.

Así, en nombre del Grupo Parlamentario de Eusko Alkartasuna ha presentado una moción en la que “el Parlamento de Navarra declara que la libertad de expresión es un Derecho fundamental y como tal debe ser amparado, garantizado y promovido por los poderes públicos”.

Asimismo, se insta “al Gobierno central a que, con la mayor diligencia, adopte las medidas necesarias para restaurar los derechos vulnerados en los últimos tiempos por las instituciones públicas del Estado, poniendo fin a la censura encubierta que se viene produciendo”. La moción cita, en concreto, “la adopción de medidas destinadas a proteger y garantizar en todas las instancias públicas las libertades políticas, la libertad de opinión y la libertad de expresión en todas sus manifestaciones artísticas, concretas por cantantes, compositores, cineastas, periodistas, escritores o ciudadanos en general, desde cualquier ámbito o institución”. Asimismo, exige “que garantice con los recursos de que dispone el ejercicio de los derechos que constitucionalmente tienen atribuidos los ciudadanos en general, tales como la manifestación pacífica o la protesta”.

Por último, EA propone que la Cámara Foral exprese “su solidaridad y apoyo” a todos los artistas, “personas de relevancia pública y ciudadanos en general que han visto cómo su trabajo y opiniones han sido perseguidos y criminalizados desde instituciones públicas, concurriendo además la utilización de recursos propios para reprimir o cercenar a través de presiones o censuras encubiertas la libertad de expresión en el ámbito de la cultura”.

Fuente: Begoña Errazti