Con ocasión del tercer
aniversario de la firma de la Declaración de Lizarra-Garazi, la Ejecutiva
Nacional de Eusko Alkartasuna quiere hacer llegar a la opinión pública su
reflexión:
           
1. – La declaración de Lizarra-Garazi supuso en su día un enorme
esfuerzo y un importante paso hacia delante, en el intento de búsqueda de
la paz y normalización política que tanto necesitaba y necesita nuestro
País. El documento firmado recogía una declaración en la que, para la resolución
del conflicto, se aportaba un método basado en la defensa y respeto de los
derechos humanos, de la vía del diálogo y del respeto a la decisión de la
mayoría de la sociedad vasca.
           
Desgraciadamente, aquel intento se frustró por un lado, y principalmente,
porque ETA decidió unilateralmente volver a vulnerar el derecho fundamental
que es el derecho a la vida. Por otro lado, porque el Gobierno Aznar no
actuó con la responsabilidad política que a un Gobierno se le supone.
           
2. – La ilusión y la esperanza que generó en la sociedad vasca, que
en aquellos momentos creyó ver la salida del túnel, se vieron así truncadas.
Sin embargo, durante este proceso que procuró a éste País el periodo de
tregua más largo de las últimas décadas, la ciudadanía vasca pudo comprobar
y percibir que existe solución al conflicto político de éste País y que
para conseguirlo los partidos políticos deben actuar con voluntad, coraje
políticos y la mayor de las responsabilidades.
           
Eusko Alkartasuna ha mantenido siempre que la solución, inevitablemente
ha de estar sustentada en los principios de defensa y respeto de los derechos
humanos, el diálogo como instrumento de resolución de los problemas, y el
respeto a la voluntad de la ciudadanía libre y democráticamente expresada.
Así lo hemos declarado constantemente, ha estado permanentemente presente
en nuestra práctica política y, este tercer aniversario es un buen momento
para reiterar la necesidad de que los intereses partidistas dejen paso a
la responsabilidad política en aras del principal interés común del País:
la pacificación y la normalización de Euskal Herria.
           
3. – El pasado 13 de Mayo, los ciudadanos y ciudadanas de la Comunidad
Autónoma Vasca, una vez más, dieron una respuesta nítida y contundente al
apostar claramente por la paz, el diálogo y la responsabilidad política,
y reclamar el respeto a la voluntad de éste Pueblo en línea con las tesis
que Eusko Alkartasuna ha defendido desde su nacimiento hace ya más de quince
años. De esta forma se refrendaba, nuevamente, el deseo mayoritario de la
ciudadanía de la Comunidad Autónoma Vasca (el ámbito de los comicios del
13 de mayo), y su exigencia prioritaria. Y, por ende, de nuevo quedaba claro
cuál es la tarea en la que, los partidos políticos y el conjunto de la sociedad,
debemos seguir trabajando sin perder un instante.
           
4. – Sin embargo, el actual escenario político no responde a ese
deseo y mandato democrático que la sociedad  vasca ha manifestado a
través de las urnas.
           
Desde el ámbito  de Batasuna, antes Euskal Herritarrok, se ha
producido una regresión a épocas bastante anteriores a la Declaración de
Lizarra-Garazi, y sus dirigentes muestran una incapacidad total para desarrollar
su legítima labor política, no en función de las decisiones o actividad
de ETA, sino en función de las demandas de la ciudadanía vasca.
           
En otro ámbito, continúa invariable la postura de aquellos partidos,
PP y PSOE, que no firmaron la Declaración pero que no escatimaron medios
ni esfuerzos en satanizarla y torpedearla sistemáticamente. Su actitud ante
los últimos resultados electorales ha constatado su terquedad, inflexibilidad
y, lo que es peor y preocupante para unos representantes políticos, su falta
de receptividad ante la demanda de la sociedad, y su falta de respeto al
resultado democrático de las urnas.
           
5. -  Por todo ello,  en este tercer aniversario de la
firma de la Declaración de Lizarra-Garazi, desde Eusko Alkartasuna hacemos
un llamamiento a todas las fuerzas políticas representativas de la sociedad
vasca, para establecer una línea de trabajo en la que cada una, desde sus
legítimas convicciones y postulados ideológicos, presente sus propuestas
y se entable una confrontación dialéctica cuya conclusión cristalice en
una síntesis democrática. Esta síntesis democrática deberá ser refrendada
por la sociedad vasca y la voluntad de ésta deberá ser respetada.
Este
llamamiento se extiende también a los sindicatos y agentes sociales representativos
para que, cada uno desde su ámbito de actuación, se impliquen en la tarea
de crear las condiciones que propicien este proceso  de debate y conformación
de un nuevo consenso político o síntesis democrática.
La
metodología que proponía la Declaración de Lizarra-Garazi sigue siendo válida
y ha vuelto a ser validada por la sociedad. ETA fue quien traicionó el espíritu
y la letra de Lizarra-Garazi. Y es ETA quien deberá acatar esos principios
aún vigentes y, en consecuencia, desaparecer, ya que en este proceso no
caben organizaciones que no ostenten representación democrática alguna.
El PP, PSOE, UDF, RPR, PSF y resto de partidos estatalistas españoles o
franceses, deberán mostrar mayor responsabilidad y talante democrático para
acatar lo que la sociedad vasca decida, y cumplir su mandato expresado democráticamente
en las urnas: solucionar el problema de la pacificación y la normalización
política de Euskal Herria de una forma dialogada y responsable, en definitiva
hacer política.
Euskal Herria,
12 de septiembre de 2001

Fuente: Eusko Alkartasuna