La iglesia de Zorroaga de Donostia se llenó de gente ayer. Todos los asistentes fueron a despedir a un gran amigo y artista: Néstor Basterretxea. Aun y todo, uno de los nietos del artista lo dejó claro: “vienen a despedirse pero no a decir adiós”. Y así es, porque Néstor Basterretxea permanecerá en nuestra memoria colectiva y vivirá por siempre a través de su obra.

Al funeral laico que tuvo lugar en Zorroaga se acercaron muchas personas que compartieron con Basterretxea su actividad política y/o artística. Es por ello, que en el acto estuvo presente -y también participó- un nutrido grupo de representantes del mundo de la cultura. En medida que Basterretxea era militante de EA, muchos alderdikides se acercaron hasta Donostia para despedir al artista y apoyar a su familia. A la cabeza de todos, se encontraba el lehendakari Carlos Garaikoetxea, amigo personal del fallecido. Entre los asistentes, se encontraban, entre otros, el secretario general de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, la secretaria de Comunicación de EA y diputada de Cultura de Gipuzkoa, Ikerne Badiola, la presidenta de las JJGG de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola y el teniente alcalde de Donostia, Josu Ruiz.